Capit¨¢n Y¨¢ber, la singular c¨¢rcel chilena para detenidos por delitos ¡®de cuello y corbata¡¯: ¡°Es la versi¨®n contempor¨¢nea de Capuchinos¡±
En el peque?o penal de Santiago de Chile ingresan implicados por casos de corrupci¨®n, entre ellos pol¨ªticos y empresarios. El ¨²ltimo privado de libertad de figuraci¨®n p¨²blica es el alcalde de Recoleta, el comunista Daniel Jadue
Hasta septiembre de 2005, cuando un voraz incendio destruy¨® el anexo c¨¢rcel Capuchinos, gran parte de los detenidos en Chile por estafas, giro doloso de cheques y fraudes pod¨ªan pagar distintas tarifas, dependiendo de las comodidades, para quedar privados de libertad all¨ª. Era un recinto penitenciario ubicado en un viejo convento en el coraz¨®n del centro de Santiago, con una mesa de billar, un gran sal¨®n de visitas, una piscina, un gimnasio y un tel¨¦fono p¨²blico. Pero el fuego acab¨® con esos privilegios y hoy este perfil de imputados es derivado a Capit¨¢n Y¨¢ber, un peque?a c¨¢rcel situada en el barrio del Centro de Justicia, en Santiago Centro, a la que hoy tambi¨¦n llegan los protagonistas de los grandes esc¨¢ndalos financieros y de corrupci¨®n. Pero con la diferencia que ya nadie paga por entrar all¨ª.
Uno de los ¨²ltimos en ingresar a Capit¨¢n Y¨¢ber, el 3 de junio, fue el alcalde del municipio de Recoleta Daniel Jadue, una de las figuras pol¨ªticas m¨¢s prominentes del Partido Comunista, del oficialismo, aunque no tan querido por La Moneda. Fue imputado por la Fiscal¨ªa por cohecho, administraci¨®n desleal, fraude al fisco, estafa y delito concursal en el marco de la investigaci¨®n del caso farmacias populares. Este mi¨¦rcoles intentar¨¢ revertir su situaci¨®n cuando la Corte de Apelaciones de Santiago revise su petici¨®n.
En el penal Jadue ha sido visitado en forma permanente y desde all¨ª ha escrito dos peque?as cartas en menos de una semana. ¡°Compa?eros y compa?eras, amigas y amigos, agradezco de coraz¨®n la solidaridad y el cari?o que me dan la fuerza para resistir este trance. Estoy tranquilo, de pie y listo para las batallas que vendr¨¢n. Un abrazo¡±, redact¨® con un l¨¢piz rojo en la primera misiva. En la c¨¢rcel, para 16 internos, el alcalde comunista ha coincidido con tres exsocios y empresarios, los hermanos Daniel y Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg, protagonistas del esc¨¢ndalo financiero Factop. Daniel Sauer, adem¨¢s, est¨¢ involucrado en el caso de los audios filtrados en los que dialoga con el abogado Luis Hermosilla sobre sobornos.
¡°Capit¨¢n Y¨¢ber es la versi¨®n contempor¨¢nea de Capuchinos¡±, dice a EL PA?S el exdirector de Gendarmer¨ªa, el servicio de prisiones de Chile, el socialista Claudio Mart¨ªnez. Y recuerda c¨®mo ha cambiado con los a?os el peque?o penal: parti¨® en 1950 como un recinto para detenidos en estado de ebriedad; transit¨® hacia un centro de reclusi¨®n de conductores que protagonizaban accidentes de tr¨¢nsito, varios bajo la influencia del alcohol, y tambi¨¦n de deudores de pensiones alimenticias. Hasta transformarse, a mediados de la d¨¦cada del 2.000, en lo que es hoy: una c¨¢rcel donde la mayor¨ªa ha protagonizado los llamados delitos de cuello y corbata.
Un televisor y ping pong
La c¨¢rcel Capit¨¢n Y¨¢ber fue rebautizada con ese nombre en homenaje a Pedro Y¨¢ber, un exacailde de un penal de Curic¨®, en la zona centro chilena, que muri¨® en 1970 en un accidente automovil¨ªstico. En su transici¨®n ha tenido dos ubicaciones geogr¨¢ficas, siempre en el sector del barrio del Centro de Justicia en Santiago centro, donde hay otros tres centros de reclusi¨®n. Actualmente, es un anexo del Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad (REPAS), donde se encuentran detenidos los principales l¨ªderes de bandas nacionales y transnacionales del crimen organizado, entre ellos miembros del Tren de Aragua. Pero est¨¢n en lugares separados y jam¨¢s se cruzan.
Seg¨²n un informe de 2017 del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), las celdas de Capit¨¢n Y¨¢ber miden aproximadamente unos cuatro metros cuadrados y albergan a dos personas como m¨¢ximo, mientras que cada habitaci¨®n tiene catres met¨¢licos para una litera. ¡°No tienen ventanas, por lo que no hay luz natural ni es posible ventilar el lugar. S¨ª hay luz artificial que proviene de tubos fluorescentes y l¨¢mparas, cuyos interruptores son controlados por los internos¡±, se?ala el documento.
En 2015, el anexo Capit¨¢n Y¨¢ber estuvo en el foco de las miradas chilenas a ra¨ªz de la detenci¨®n de dos empresarios, Carlos Alberto D¨¦lano y Carlos Lav¨ªn, adem¨¢s de Pablo Wagner, exsubsecretario de Miner¨ªa del primer Gobierno del expresidente de la derecha tradicional Sebasti¨¢n Pi?era (2010-2014, 2018-2022), en el marco del caso Penta, un proceso de corrupci¨®n de financiamiento ilegal de la pol¨ªtica. Tambi¨¦n all¨ª cumpli¨® gran parte de su condena por fraude al fisco y cohecho el exsenador de la UDI, de la derecha hist¨®rica, Jaime Orpis, quien sali¨® en libertad condicional en mayo de 2023.
Al salir, Orpis volvi¨® a visitar a los detenidos de Capit¨¢n Y¨¢ber y, seg¨²n consign¨® el diario La Tercera, lo hizo como ¡°un gesto de humanidad¡± tras pasar 412 d¨ªas all¨ª privado de libertad. Una situaci¨®n similar se daba en Capuchinos, donde los presos ten¨ªan una tradici¨®n basada en una superstici¨®n: cuando un detenido abandonaba la c¨¢rcel, regresaba con un pastel de regalo. La creencia era que, de no hacerlo, volver¨ªa tras las rejas.
Quienes conocieron ambas c¨¢rceles, Capit¨¢n Y¨¢ber y Capuchinos, dicen que coinciden s¨®lo en el tipo de delitos, pues la amplitud de los espacios no es comparable. Un conocido penalista afirma que el anexo donde est¨¢n Jadue y los hermanos Sauer tiene la apariencia interior de un viejo gimnasio remodelado. Sergio Rodr¨ªguez, quien fue abogado de Orpis, agrega que el recinto, por su sencillez, es relativamente similar a ¡°una pensi¨®n [un hostal] de una ciudad de un puerto viejo¡±.
El centro de reclusi¨®n tiene tres grandes espacios: los camarotes con subdivisiones, un sal¨®n con un antiguo televisor, una peque?a biblioteca y una mesa de ping pong, adem¨¢s de una cocina donde los imputados pueden prepararse sus platos de comida. En la v¨ªspera de la llegada de los detenidos por el caso Penta tambi¨¦n hab¨ªa una antigua mesa de billar, pero fue eliminada.
Otro espacio es la sala de visitas, donde hay mesas y sillas pl¨¢sticas color blanco donde se re¨²nen, con escasa distancia, los familiares de los detenidos, los amigos y los abogados.
Empresarios y pol¨ªticos
El listado de detenidos por casos de connotaci¨®n p¨²blica que han pasado por este penal es profuso. Dos de ellos han sido Pablo Alcalde, expresidente de la multitienda La Polar, y Juli¨¢n Moreno, quienes protagonizaron uno de los mayores esc¨¢ndalos financieros chilenos en el que tres altos ejecutivos defraudaron a m¨¢s de un mill¨®n de clientes. Y, hasta febrero pasado, estuvo all¨ª Ra¨²l Torrealba, el exalcalde de Vitacura, un acomodado municipio de Santiago, acusado de delitos reiterados fraude al fisco, asociaci¨®n il¨ªcita, lavado de activos y delito tributario. Era militante de Renovaci¨®n Nacional, partido de la derecha tradicional.
En Capit¨¢n Y¨¢ber, Torrealba coincidi¨® en su prisi¨®n preventiva con el empresario Francisco Frei Ruiz-Tagle, hermano del expresidente de la Rep¨²blica, el democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), quien fue una de sus v¨ªctimas. Francisco Frei fue condenado por estafa, apropiaci¨®n indebida, administraci¨®n desleal, giro doloso y, entre otros il¨ªcitos, uso malicioso de instrumento p¨²blico y privado mercantil falso.
Otro de los detenidos, entre 2018 y 2020, fue el ingeniero comercial y expanelista econ¨®mico de la televisi¨®n chilena, Rafael Garay. Fue sentenciado por estafas reiteradas en contra de 29 v¨ªctimas, por un perjuicio de 1.200 millones de pesos chilenos (aproximadamente 1,3 millones de d¨®lares). Cuando le revisaron sus cuentas, solo le quedaban 1.250 pesos chilenos (poco m¨¢s de un d¨®lar).
En Capit¨¢n Y¨¢ber, los detenidos se encargan del aseo y limpieza del penal. Y, seg¨²n cont¨® La Tercera, en su periodo recluido, Garay comenz¨® a trabajar: lavaba los ba?os por 50.000 pesos mensuales (unos 46 d¨®lares).
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