Confiados versus recatados
A nivel latinoamericano, el Edelman Trust Barometer constat¨® este 2024 que un 76% desconf¨ªa de sus l¨ªderes gubernamentales y un 69% de los empresariales
Hay quienes dicen que la desconfianza es norma porque es la aproximaci¨®n m¨¢s rentable en t¨¦rminos evolutivos, por aquello de que m¨¢s mueren los confiados que los recatados. Tambi¨¦n hay quienes sostienen que la confianza es como la vida o la virginidad: que una vez perdida no se recupera. Como sea, lo cierto es que, sin entrar en el plano de las relaciones interpersonales o familiares, a nivel social la desconfianza es el signo de los tiempos y que este estado de cosas no es nada bueno.
Evidencia de aquello hay y abundante. A nivel global, el Edelman Trust Barometer constat¨® este 2024 que un 63% de las personas consultadas desconf¨ªa de los l¨ªderes de gobierno y que un 61% no conf¨ªa en los l¨ªderes empresariales. Asimismo, al hacer un zoom latinoamericano, el mismo estudio revel¨® que un 76% desconf¨ªa de sus l¨ªderes gubernamentales y un 69%, de los l¨ªderes empresariales. ?Qu¨¦ quiere decir esto a nivel de vida en sociedad? Que una amplia mayor¨ªa de las personas a nivel mundial, regional y local cree que sus l¨ªderes pol¨ªticos y de negocios intentan enga?arlos consistentemente y a prop¨®sito.
En Chile, diversos estudios de opini¨®n p¨²blica han hecho un diagn¨®stico similar, dando cuenta de un tejido social debilitado en t¨¦rminos de confianza en las instituciones. Las encuestas CEP (Centro de Estudios P¨²blicos) y Bicentenario, as¨ª como una serie de estudios de mayor periodicidad y otros m¨¢s ocasionales, como el que desde 2021 realiza la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico), alimentan el mismo titular de prensa, a saber, que vivimos una extensa y profunda crisis de confianza. Ello, pese a que entidades de similar solvencia t¨¦cnica nacional e internacional destacan que en Chile las instituciones democr¨¢ticas y econ¨®micas son especialmente robustas.
Un reciente estudio, de octubre pasado (el Mapa de Reputaci¨®n Corporativa Sectorial, efectuado por Voxkom y Thinking Heads, junto al Panel Ciudadano de la UDD, en el cual quien suscribe esta columna particip¨® en su dise?o y aplicaci¨®n), mostr¨® una situaci¨®n similar, constatando por ejemplo que la confianza en el Parlamento chileno es de solo 1% y que la desconfianza est¨¢ desatada para los casos del Poder Legislativo (79%), el Poder Judicial (75%) y las AFP (72%). ?Qui¨¦nes sacan la cara por las instituciones en Chile? Las universidades p¨²blicas y el Banco Central de Chile, con niveles de confianza del 28% y 22%.
El cuadro descrito no solo es desalentador en t¨¦rminos globales, sino que tambi¨¦n, como confirm¨® este reciente estudio, muy sensible a la contingencia, como apreci¨® con la percepci¨®n ciudadana del Poder Judicial o la valoraci¨®n emocional de algunos sectores de actividad, donde si bien la reputaci¨®n media de 12 rubros analizados se mantuvo por poco en niveles moderados, hay dos donde la situaci¨®n es derechamente de cuidado: las AFP y las empresas de energ¨ªa.
Las AFP, es duro decirlo, se anotaron como las peor valoradas emocionalmente y en todas las dimensiones racionales analizadas (¨¦tica, gesti¨®n, medioambiente, oferta, social y tecnolog¨ªa), liderando en solitario lo que se podr¨ªa calificar de hall of shame. A?os de No + AFP y de debates pol¨ªticos de reformas que pasan en banda sin resultados han hecho lo suyo sobre la percepci¨®n sectorial, aunque tambi¨¦n deben ser parte de las causas de esta baja valoraci¨®n, las pensiones a las que est¨¢n optando y podr¨¢n optar las personas con la realidad del mercado laboral y el nivel de cotizaciones vigentes en Chile.
En el hall de entrada de este poco deseable club de descr¨¦dito quedaron este a?o las empresas de energ¨ªa, cuya reputaci¨®n corporativa cay¨® dr¨¢sticamente 17,4 puntos respecto de la medici¨®n previa de fines de 2021, desplome f¨¢cilmente explicable por la seguidilla de malas noticias que se han dado en torno a esta actividad, como la no provisi¨®n de servicios y de respuestas durante la crisis gatillada por los ¨²ltimos eventos clim¨¢ticos extremos, as¨ª como las sucesivas alzas de tarifas implementadas este a?o, lo que ha producido una disonancia cognitiva y una consecuente indignaci¨®n.
En el sal¨®n de la fama de la buena reputaci¨®n sectorial, mientras tanto, se ubicaron las aerol¨ªneas (con 68,8) y el sector automotor (68,1), es decir, con valoraciones muy cercanas a niveles que la metodolog¨ªa califica de fuertes, sobre 70 puntos.
Este escenario de desconfianza en las instituciones pol¨ªticas y de desamor hacia algunas empresas genera preguntas sustantivas, como, por ejemplo, por qu¨¦ ocurre algo as¨ª en un pa¨ªs donde creemos tener buenas instituciones y mercados competitivos. ?No ser¨¢ que no basta tener lo que se cree es o comparativamente parece ser un buen dise?o institucional para generar confianzas? ?No ser¨¢ que eso es insuficiente si no se hace el ejercicio peri¨®dico de revisitar su funcionamiento y evaluar a quienes lideran esas instituciones?
Y en el caso de los sectores o rubros empresariales, ?no ser¨¢ que estos resultados reputacionales revelan una realidad significativa en cuanto a la capacidad de generar afectos ciudadanos entre actividades altamente competitivas e innovadoras como las aerol¨ªneas y automotoras versus empresas reguladas y con mercados relativamente cautivos como las firmas de distribuci¨®n el¨¦ctrica y las AFP?
Si las respuestas a estas preguntas pasan por qu¨¦ es necesario mejorar la regulaci¨®n y la supervisi¨®n institucional, por evaluar a quienes lideran las instituciones y por promover la competencia en los mercados, quiz¨¢s tenemos una buena oportunidad para mejorar los niveles de confianza con que opera la sociedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.