El cambio clim¨¢tico altera el aroma del planeta
Los compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles permiten hacer un diagn¨®stico de la salud del ecosistema y un estudio advierte que el calentamiento global, la deforestaci¨®n y los incendios afectan las fragancias de la selva amaz¨®nica
La selva del Amazonas arde desde el 16 de julio con m¨¢s de 15.000 incendios en las dos primeras semanas de agosto. ¡°Siguen fuera de control¡±, advierte Greenpeace. Estos fen¨®menos afectan el aroma del planeta. Tras una deforestaci¨®n o una quema, el bosque huele a huevo podrido y azufre. El olor a pino y aceites esenciales se desvanece. Es lo que cuenta Ana Mar¨ªa Ya?ez, investigadora del Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (CREAF) que acaba de publicar un estudio en Global Change Biology que detalla el impacto del cambio clim¨¢tico sobre las fragancias de la naturaleza a partir de una revisi¨®n basada en 240 art¨ªculos ya publicados al respecto.
Las plantas, los hongos, las bacterias y todos los animales, incluidos los seres humanos, desprenden compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles (COVs) para comunicarse en funci¨®n de la situaci¨®n en la que se vean sometidos. Si este mecanismo se ve alterado, los seres vivos pueden perder su lenguaje, sus capacidades de reproducci¨®n y protecci¨®n. El aroma funciona c¨®mo un diagn¨®stico de la salud del ecosistema. Es una herramienta que permite medir su estado, su vulnerabilidad y los cambios que ha sufrido.
Los nutrientes de una planta determinan sus rasgos funcionales, es decir, si crece r¨¢pido o si hace m¨¢s fotos¨ªntesis, por ejemplo. Un estudio recopil¨® datos de 113 especies y demostr¨® que cuanto m¨¢s nutrientes tienen, menos compuestos org¨¢nicos emiten. ¡°Vimos que el nitr¨®geno y el f¨®sforo en la hoja eran m¨¢s importantes que el clima a la hora de determinar la emisi¨®n de vol¨¢tiles¡±, explica Marcos Fern¨¢ndez-Mart¨ªnez autor del trabajo e investigador del Departamento de Biolog¨ªa de la Universidad de Amberes (B¨¦lgica). Eso s¨ª, la calidad del ambiente afecta la presencia de nutrientes y viceversa. La sequ¨ªa dificulta la absorci¨®n de nitr¨®geno, por ejemplo. Con los cambios clim¨¢ticos radicales, el c¨ªrculo natural del ecosistema se desestabiliza y da lugar a uno vicioso que deja pocas alternativas a la planta y al planeta.
La vegetaci¨®n emite un c¨®ctel de perfumes para atraer a polinizadores y cada compuesto tiene su papel. Pero ahora, estas relaciones ecol¨®gicas ya no funcionan bien. Al talar o quemar los ¨¢rboles, todo cambia. Con m¨¢s cantidad de ozono, es decir, con demasiada emisi¨®n de vol¨¢tiles, los compuestos se destruyen m¨¢s r¨¢pido y no llegan a recorrer la distancia necesaria. En definitiva, la cadena se rompe. Los incendios forestales, tal y como cuenta Fern¨¢ndez-Mart¨ªnez, son un buen ejemplo, pues liberan una cantidad de nutrientes que se dispersan por el mundo. ¡°El lugar pierde porque una gran parte [de esos elementos esenciales] es exportada¡±, a?ade.
Compuestos y empobrecimiento
¡°?C¨®mo es posible que el ser humano altere tanto las fragancias del planeta? ?C¨®mo somos capaces de cambiar las emisiones de compuestos tan claves para los ecosistemas?¡±, se pregunta Y¨¢?ez. Su revisi¨®n recoge todos los factores que alteran el olor de la naturaleza y pone en evidencia que la actividad humana los manipula a todos.
Al estar en situaci¨®n de estr¨¦s, el bosque emite muchos m¨¢s compuestos qu¨ªmicos. Los sesquiterpenos que protegen del calor se disparan frente a las altas temperaturas. Estos elementos tienen una alta capacidad de producir aerosoles, part¨ªculas suspendidas en el aire que participan en la formaci¨®n de las nubes y pueden afectar al clima en ciclos de retroalimentaci¨®n. Sin embargo, los isoprenos, m¨¢s importantes a nivel global para la formaci¨®n de ozono y metano y que determinan c¨®mo de limpio est¨¢ el planeta, disminuyen notablemente cuando hay p¨¦rdida de biomasa. Este compuesto vol¨¢til sirve como tecnoprotector para las plantas, ya que hace que las membranas de las c¨¦lulas se hagan m¨¢s duras contra el calor y eliminen las especies reactivas de ox¨ªgeno (ROS), sustancias t¨®xicas del metabolismo que indican la p¨¦rdida de aire de un ser vivo.
El empobrecimiento del mundo vegetal por el cambio clim¨¢tico es lo que m¨¢s preocupa a Aina S. Erice, bi¨®loga y autora de El Libro de las plantas olvidadas (Ariel, Grupo Planeta, 2019). ¡°Es una simplificaci¨®n de la incre¨ªble diversidad que se ha formado en millones y millones de a?os en la Tierra¡±, comenta. Al eliminar o sustituir ecosistemas complejos con monocultivos se pierde diversidad y por lo tanto lleva a una disminuci¨®n arom¨¢tica inquietante. El entorno ya no se adapta a las alteraciones, es fr¨¢gil y ya no est¨¢ preparado para afrontar los cambios que se avecinan. M¨¢s all¨¢ de la visi¨®n ecologista, los compuestos arom¨¢ticos vol¨¢tiles tambi¨¦n tienen una utilidad para el ser humano. Algunos tienen un efecto fisiol¨®gico y medicinal. Erice a?ade que esta supresi¨®n y perturbaci¨®n de los paisajes implican tambi¨¦n una p¨¦rdida de posibles compuesto interesantes para nosotros.
?Soluciones?
Si los COVs parecen ser necesarios para la salud global, ?por qu¨¦ no podemos hacer los c¨®cteles nosotros para equilibrarlo todo de nuevo? ¡°Ser¨ªa muy peligroso. Tenemos poco conocimiento y hay compuestos que ni siquiera podemos medir. Un cambio puede alterar muchas cosas¡±, contesta Y¨¢?ez. La investigadora es m¨¢s partidaria de reducir la deforestaci¨®n y la contaminaci¨®n porque es una forma de no alterar la naturaleza. ¡°Hay que dejar de hacer en vez de intentar hacer algo nuevo. Estos compuestos nos dicen que el Amazonas se est¨¢ destruyendo y eso tiene implicaciones muy grandes a escala mundial y regional¡±, insiste. La idea que defiende la experta es ver c¨®mo mejorar la calidad del aire y seleccionar diferentes tipos de especies que no emitan muchos compuestos qu¨ªmicos para evitar la formaci¨®n de ozono de m¨¢s.
Si al tener m¨¢s nutrientes, la planta emite menos COVs, ?por qu¨¦ no a?adirlo en zonas concretas? ¡°Con m¨¢s nutrientes quiz¨¢s haya especies que crezcan m¨¢s, pero van en detrimento de otras que no compiten bien. Tener nutrientes no es la clave, pero tener diversidad, s¨ª¡±, asegura Fern¨¢ndez-Mart¨ªnez. Cuanto m¨¢s natural es el sistema, m¨¢s reciclaje se genera, m¨¢s limpio se queda y mejor mantiene su equilibro al nivel ecol¨®gico y clim¨¢tico. Por eso, ni la manipulaci¨®n calculada y superficial de nutrientes ni la de compuestos vol¨¢tiles son una soluci¨®n a ojos de los expertos.
Olores que gustan en un lugar que sufre
El petricor es un aroma peculiar que gusta porque es el que da el olor a lluvia. Uno de los primeros compuestos que se encuentran en esa fragancia se llama geosmina, o en otras palabras, ¡°aroma de la tierra¡±. Este elemento lo sintetizan los organismos unicelulares, como las bacterias y son perceptibles cuando la tierra se humedece. Pero un buen olor no siempre es sin¨®nimo de buen estado del lugar.
Cuenta Erice que, hist¨®ricamente, el ser humano se ha visto atra¨ªdo por los olores de ¨¢rboles y plantas que han sufrido estr¨¦s o bien los aromas presentes en ambientes des¨¦rticos, como el incienso por ejemplo. Las sequ¨ªas estivales de los entornos mediterr¨¢neos destacan por ser momentos en los cuales crecen plantas arom¨¢ticas como el tomillo y el romero. ¡°Si llevas un ambiente al extremo, son m¨¢s apreciados los aromas que han sufrido estr¨¦s h¨ªdrico o una sequ¨ªa de apuro que aquellas plantas bien regadas¡±, subraya la bi¨®loga. Otro ejemplo que ofrece Erice en entornos alterados por los seres humanos son los bosques de eucalipto. ¡°En la pen¨ªnsula ib¨¦rica huele m¨¢s y tiene un aroma especial que no tiene un hayedo. Huelen distinto y esto puede estar ligado a alteraciones. Todos los seres vivos olemos distinto en funci¨®n de las circunstancias y de las enfermedades que padecemos¡±, argumenta. ?Por qu¨¦? Los COVs son mecanismos de defensas polifac¨¦ticos. Una planta en entorno de sequ¨ªa y expuesta a depredadores tiende a armarse mientras que una planta en un jard¨ªn sano no tiene ese problema ni tampoco esa necesidad.
En conclusi¨®n, para Juan Acosta Navarro, investigador en el grupo de predicci¨®n clim¨¢tica en el departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputaci¨®n de Barcelona, estos estudios son cruciales y las evidencias, suficientes. Todo indica que el cambio clim¨¢tico puede llegar a dominar las alteraciones en emisiones de COVs en la regi¨®n Amaz¨®nica. El experto precisa que es muy probable que la deforestaci¨®n le robe el primer puesto y se convierta en la principal causa de estas perturbaciones. ¡°La magnitud de la retroalimentaci¨®n de los cambios en emisiones de COVs sobre el clima mismo, es menos clara debido a la complejidad de los procesos. Pienso que ah¨ª sigue habiendo mucho por aprender¡±, finaliza.
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