Regulaci¨®n de la edici¨®n gen¨¦tica con CRISPR en la UE: no repitamos errores, nos jugamos el futuro
Los autores, investigadores del CSIC, temen perder el tren de la innovaci¨®n biotecnol¨®gica en plantas de cultivo si prosperan las peticiones de bloqueo en el debate de la Comisi¨®n Europea
En las pr¨®ximas semanas la Comisi¨®n Europea se ha comprometido a presentar propuestas para regular el uso de las nuevas t¨¦cnicas de edici¨®n gen¨¦tica aplicadas a las plantas de cultivo. Ello est¨¢ dando lugar a un debate en el que la comunidad cient¨ªfica de forma mayoritaria ha expresado su opini¨®n que contrasta con otras posiciones de ¨ªndole pol¨ªtica. A este respecto, como investigadores que desempe?amos nuestra labor en el ¨¢mbito de la biotecnolog¨ªa en centros p¨²blicos de investigaci¨®n espa?oles, creemos necesario expresar nuestro punto de vista, aportando al debate dos importantes puntualizaciones. En primer lugar, queremos aclarar que no es cierto que exista una campa?a para ¡°desregular¡± las t¨¦cnicas de modificaci¨®n gen¨¦tica. El empleo de cualquier t¨¦cnica que implique la obtenci¨®n de organismos modificados gen¨¦ticamente debe ajustarse a unos principios de actuaci¨®n, muchos de los cuales ya se establecieron en la conferencia de Asilomar en 1975 y en los protocolos de Cartagena de 1999 y que en Europa desde 1990 est¨¢n regulados por Directivas espec¨ªficas. El asunto que se est¨¢ dilucidando actualmente en el seno de la Uni¨®n Europea, y sobre el que un amplio grupo de cient¨ªficos coincidimos en tratar de influir, es el marco legal con el que ha de desarrollar una tecnolog¨ªa en concreto: la edici¨®n gen¨¦tica, tambi¨¦n conocida como CRISPR. En segundo lugar, queremos constatar, que contrariamente a lo que se ha afirmado en algunos medios, existe un ampl¨ªsimo respaldo por parte de la comunidad cient¨ªfica al desarrollo y la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas de edici¨®n gen¨¦tica en un contexto legislativo equilibrado.
La edici¨®n gen¨¦tica CRISPR fue reconocida con el Premio Nobel de Qu¨ªmica del a?o 2020 y sus or¨ªgenes se remontan a los trabajos pioneros del microbi¨®logo espa?ol Francis Mojica de la Universidad de Alicante. Esta tecnolog¨ªa nos permite introducir, con extraordinaria precisi¨®n, peque?as modificaciones en el genoma de una especie. Estas modificaciones, cuidadosamente escogidas, nos sirven por ejemplo para corregir errores gen¨¦ticos en los individuos, o para mejorar las caracter¨ªsticas de nuestros cultivos, adapt¨¢ndolos al cambio clim¨¢tico o haci¨¦ndolos m¨¢s saludables. La alt¨ªsima precisi¨®n de CRISPR constituye la principal diferencia de la edici¨®n gen¨¦tica frente a tecnolog¨ªas precedentes como la transg¨¦nesis, basada esta ¨²ltima en la inserci¨®n al azar en el genoma de un fragmento de ADN (transg¨¦n) procedente de otra especie.
Una prohibici¨®n de facto acabar¨ªa bloqueando la investigaci¨®n y el desarrollo en este campo, priv¨¢ndonos de una herramienta para afrontar la sostenibilidad del planeta
En la Uni¨®n Europea, la regulaci¨®n de la edici¨®n gen¨¦tica est¨¢ llegando tarde. En julio de 2018 el Alto Tribunal de Justicia de la Uni¨®n sentenci¨® que los organismos mejorados mediante nuevas t¨¦cnicas de edici¨®n gen¨¦tica deb¨ªan regularse bajo la misma Directiva Europea 2001/18/EC con que se regula en la actualidad a los organismos transg¨¦nicos (cuyos supuestos peligros no se han materializado en los m¨¢s de 20 a?os que esta normativa lleva en vigor). Con esta sentencia, se impone que el protocolo de aprobaci¨®n para el uso y comercializaci¨®n de los productos obtenidos mediante edici¨®n gen¨¦tica sea el de la citada directiva, cuya redacci¨®n tuvo lugar al menos doce a?os antes del descubrimiento mismo de las herramientas CRISPR.
En su momento, la imposici¨®n de la Directiva Europea 2001/18/EC ya dificult¨® sobremanera de la investigaci¨®n cient¨ªfica y en la pr¨¢ctica cercen¨® el emprendimiento en el sector agrobiotecnol¨®gico europeo. Por ello, para no agravar con nuevos errores los que se cometieron en el pasado, una gran parte de la comunidad cient¨ªfica se ha movilizado en una campa?a respaldada institucionalmente por los centros de investigaci¨®n m¨¢s importantes del ramo. Dicha campa?a se inici¨® para conseguir la adaptaci¨®n de la directiva a los nuevos avances cient¨ªficos, o cuando menos para eximir a los organismos editados gen¨¦ticamente de los desproporcionados protocolos de evaluaci¨®n de riesgos empleados para los transg¨¦nicos, que de facto imposibilitan su desarrollo. Esta exenci¨®n ya se aplica a otras herramientas de mejora gen¨¦tica much¨ªsimo menos precisas, como la mutag¨¦nesis qu¨ªmica, cuyos productos compramos a diario en nuestros supermercados. Conviene insistir en que somos los propios cient¨ªficos europeos, en su inmensa mayor¨ªa pertenecientes a centros p¨²blicos de investigaci¨®n, los que de manera aut¨®noma e independiente y bas¨¢ndonos en la evidencia cient¨ªfica, damos respaldo a este conjunto de acciones en favor de una regulaci¨®n equilibrada de la edici¨®n gen¨¦tica. En estos tiempos dif¨ªciles de pandemia hemos visto c¨®mo la ciencia y la tecnolog¨ªa son nuestras mejores aliadas para responder a los peligros que nos acechan. Del mismo modo, en lo que respecta a los desaf¨ªos que enfrenta nuestra agricultura, defendemos el poder utilizar las mejores herramientas que nos proporciona el avance cient¨ªfico, y lo hacemos guiados genuinamente por el objetivo de favorecer a la sociedad en su conjunto.
Fuera de Europa, la regulaci¨®n de la edici¨®n gen¨¦tica est¨¢ tomando direcciones bien distintas a la nuestra. Estados Unidos, Australia, Corea del Sur, Jap¨®n, Argentina y muchos otros pa¨ªses ya se han posicionado en el sentido de que la regulaci¨®n del CRISPR no puede ser tan restrictiva como la de los transg¨¦nicos. Estados Unidos y Jap¨®n tienen variedades de champi?ones y tomates pr¨®ximos a salir al mercado. Paulatinamente se ir¨¢n incorporando nuevos productos con nuevas caracter¨ªsticas, mejor adaptados al entorno, m¨¢s resistentes a plagas o a sequ¨ªa. ?Esto resta seguridad o garant¨ªas a los consumidores de estos pa¨ªses? En absoluto. Simplemente refleja el hecho de que los productos obtenidos mediante t¨¦cnicas CRISPR de edici¨®n gen¨¦tica no son transg¨¦nicos. Es m¨¢s, la mayor parte de las aplicaciones CRISPR en agricultura pasan por modificar algunas pocas letras del genoma de una especie para conseguir variantes gen¨¦ticas que, de hecho, ya han aparecido por azar en la naturaleza en otras ocasiones. Por lo tanto, ser¨ªa un sinsentido que se regulara de forma distinta una misma variante gen¨¦tica dependiendo de si ha aparecido por azar o ha sido introducida de forma consciente. Sin duda esto nos llevar¨ªa a paradojas legales y contenciosos comerciales de dif¨ªcil resoluci¨®n.
En este mes de abril se espera la publicaci¨®n de un informe que deber¨ªa ser la base de un nuevo posicionamiento de la Comisi¨®n Europea sobre este tema. Una prohibici¨®n de facto acabar¨ªa bloqueando la investigaci¨®n y el desarrollo en este campo, priv¨¢ndonos de una herramienta para afrontar la sostenibilidad del planeta de la que no podemos permitirnos el lujo de prescindir. Esperemos que las autoridades de la Uni¨®n Europea sean capaces de superar las peticiones de bloqueo que les llegan desde grupos de presi¨®n, alejados de los hechos y evidencias cient¨ªficas, para no perder una vez m¨¢s el tren de la innovaci¨®n biotecnol¨®gica. El futuro de la investigaci¨®n, la agricultura y la biomedicina nos va en ello. Hay demasiado en juego.
Firman este art¨ªculo Jos¨¦ Pio Beltr¨¢n (Profesor de Investigaci¨®n, IBMCP-CSIC), Pilar Cubas (Investigadora Cient¨ªfica, CNB-CSIC) Antonio Granell (Profesor de Investigaci¨®n, IBMCP-CSIC), Llu¨ªs Montoliu (Investigador Cient¨ªfico CNB-CSIC y CIBERER-ISCIII), Jos¨¦ Miguel Mulet (Catedr¨¢tico UPV e IBMCP-CSIC), Diego Orz¨¢ez (Investigador Cient¨ªfico, IBMCP-CSIC), Pere Puigdom¨¨nech (Profesor de Investigaci¨®n, CRAG-CSIC).
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