¡°Podremos diagnosticar un c¨¢ncer antes de que aparezca, el reto ser¨¢ curarlo¡±
?lvaro Rodr¨ªguez-Lescure, presidente de los onc¨®logos, alerta del atraso hist¨®rico de la investigaci¨®n de esta enfermedad en Espa?a y del impacto de la pandemia en el tratamiento de los tumores
Espa?a sufre una pandemia que mata a m¨¢s de 110.000 personas cada a?o. Un a?o tras otro. Cada vez m¨¢s casos y m¨¢s muertes. Es el c¨¢ncer, un t¨¦rmino que engloba unas 200 enfermedades diferentes de una complejidad inabarcable. Dentro de 20 a?os, cuando el actual coronavirus sea ya solo un mal recuerdo, la epidemia del c¨¢ncer seguir¨¢ en pleno ascenso y se llevar¨¢ ya 160.000 vidas al a?o.
Este es el enemigo al que se enfrenta cada d¨ªa ?lvaro Rodr¨ªguez-Lescure, jefe de oncolog¨ªa del Hospital General de Elche y presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM). ¡°Convivimos con esto con una pasividad pasmosa, tambi¨¦n desde los gobiernos. La gente se sigue muriendo de c¨¢ncer avanzado, no podemos cerrar los ojos¡±, protesta.
Es un grito de impotencia, pues a pesar del avance de los tratamientos oncol¨®gicos en los ¨²ltimos a?os, y en especial tras la llegada de la inmunoterapia, hay a¨²n muchos pacientes que no responden a estos f¨¢rmacos y tumores que siguen siendo una sentencia de muerte.
Madrile?o de 56 a?os, hijo de una pintora y un ingeniero y escritor, Rodr¨ªguez-Lescure explica en esta entrevista el estado actual de los tratamientos oncol¨®gicos y explica la nueva era de la medicina de precisi¨®n, basada en analizar el genoma de un paciente y su tumor para buscar tratamientos espec¨ªficos, personalizados. Es una tecnolog¨ªa ya disponible pero que en Espa?a est¨¢ teniendo una implantaci¨®n ca¨®tica, seg¨²n el onc¨®logo. Hace falta ¡°un cambio cultural¡± para desarrollar esta nueva pr¨¢ctica a nivel nacional y un mayor presupuesto para atenci¨®n m¨¦dica e investigaci¨®n b¨¢sica del c¨¢ncer, reclama.
Pregunta. Una de cada tres personas sufrir¨¢ c¨¢ncer a lo largo de su vida ?Se puede hacer algo para evitarlo?
Respuesta. Es un dato muy crudo, pero objetivo. El c¨¢ncer es inherente a la vida. Si no hay vida no hay c¨¢ncer. En nuestras sociedades cada vez se vive m¨¢s tiempo y el precio es un mayor riesgo de c¨¢ncer. Una gran parte de los tumores surgen por azar y ah¨ª no hay mucho que hacer. Pero tambi¨¦n hay un mensaje de prevenci¨®n importante. Est¨¢ en nuestras manos comprar papeletas para sufrir c¨¢ncer. Un 35% de los tumores est¨¢n muy relacionados con h¨¢bitos evitables: tabaco, alcohol, mala dieta, poca actividad f¨ªsica, exposici¨®n a la radiaci¨®n ultravioleta del Sol. Tambi¨¦n hay que decir que en la actualidad el 60% de los tumores ya son curables. Hace solo unos a?os habl¨¢bamos del 35%. Hay cada vez m¨¢s c¨¢ncer pero tenemos mejores resultados.
P. El presidente de EE UU, Joe Biden, acaba de presentar su proyecto de inversi¨®n federal y ha dicho: ¡°Acabemos con el c¨¢ncer tal y como lo conocemos. Est¨¢ en nuestra mano¡±. ?Se puede conseguir realmente?
R. Es imposible erradicar el c¨¢ncer, pero s¨ª curarlo. La capacidad para hacerlo existe. ?Alguien hubiera pensado en marzo de 2020 que a final de a?o habr¨ªa no una, sino varias vacunas efectivas contra el nuevo coronavirus? Esto se hizo gracias a que hab¨ªa un objetivo com¨²n muy claro y una enorme inversi¨®n. Este posicionamiento de Biden lo que muestra es que hay que poner m¨¢s dinero en la lucha contra el c¨¢ncer.
¡°La pandemia ha provocado que uno de cada cinco c¨¢nceres se haya diagnosticado tarde¡±
P. ?C¨®mo ha afectado la pandemia del coronavirus al tratamiento y a la mortalidad por c¨¢ncer en Espa?a?
R. En 2020 hubo una disminuci¨®n aparente de los casos de c¨¢ncer respecto al 2019, pero no es real. Ha habido un retraso diagn¨®stico. Ha pasado en todo el mundo. La pandemia ha hecho que se deriven todos los recursos al covid. Muchas personas ten¨ªan miedo de ir al m¨¦dico, sobre todo durante los primeros meses. Era m¨¢s dif¨ªcil acceder a la atenci¨®n primaria y a los especialistas. La gente con urgencias no iba a Urgencias. Uno de cada cinco c¨¢nceres se ha diagnosticado tarde. Esto hace que algunos pacientes pierdan oportunidades de tratamiento y superviviencia. Hemos visto c¨¢nceres de colon y de pulm¨®n muy avanzados, lo que implica una p¨¦rdida importante de las posibilidades de curaci¨®n. Ha pasado durante varios meses y ahora empieza a corregirse.
P. El mapa de la mortalidad del c¨¢ncer en Espa?a muestra una desigualdad por regiones ?Cree que esa brecha se va a agravar?
R. En Espa?a tu capacidad de acceso al servicio m¨¦dico es m¨¢s importante para tu salud que tu c¨®digo postal. Es la facilidad de acceso la que genera m¨¢s desigualdades. En c¨¢ncer, una vez que est¨¢s dentro del sistema, los onc¨®logos funcionamos en red, de forma que si hay un tratamiento o programa de investigaci¨®n puntero en alg¨²n hospital de Espa?a, ese paciente se deriva. Esto no est¨¢ establecido de forma institucional y deber¨ªa estarlo. En Francia, por ejemplo, lo est¨¢. En Espa?a, depende del voluntarismo de los onc¨®logos. Si la red funciona no deber¨ªa haber problemas.
P. ?Hasta d¨®nde puede llegar la nueva medicina de precisi¨®n contra el c¨¢ncer?
R. La medicina personalizada de precisi¨®n en c¨¢ncer es tratar a cada paciente con el tratamiento adecuado para su c¨¢ncer y en el momento preciso. Son terapias dirigidas a un paciente y su tumor, ya no es caf¨¦ para todos. Eso es posible porque ahora disponemos de nuevas herramientas de diagn¨®stico. Son como unas gafas de superaumento que nos permiten hacer un diagn¨®stico gen¨®mico y molecular de la enfermedad. Podemos mirar genes y mutaciones que ponen nombre y apellidos a los tumores. Esos apellidos se llaman biomarcadores y nos permiten predecir qu¨¦ f¨¢rmacos van a funcionar contra ese biomarcador concreto. Ya no tratamos un c¨¢ncer de pulm¨®n, sino un tumor con una mutaci¨®n determinada. De esta forma somos m¨¢s precisos, m¨¢s eficaces. Lo que hace falta es desarrollar m¨¢s f¨¢rmacos para esos marcadores. Para que esto pueda funcionar, necesitas que el sistema nacional de salud tenga la capacidad de ofrecer esto a cualquier ciudadano, independientemente de d¨®nde viva. Hay que transformar el sistema de forma que el diagn¨®stico gen¨®mico molecular mediante secuenciaci¨®n del tumor sea tan rutinario como una radiograf¨ªa, una resonancia, un esc¨¢ner o una cirug¨ªa.
P. ?C¨®mo estamos en Espa?a en este terreno?
R. Ahora esto se est¨¢ haciendo de forma desorganizada por comunidades aut¨®nomas, hospitales, universidades, grupos de investigaci¨®n, empresas farmac¨¦uticas, que son las que proveen algunos biomarcadores, pero no hay una red nacional de atenci¨®n. Tampoco hay un panel de biomarcadores com¨²n a todos los hospitales, en cada sitio se usan unos. Cambiar esto supone gastar dinero, pero debe considerarse una inversi¨®n de futuro.
¡°Cuando el c¨¢ncer se extiende no tenemos capacidad para curarlo¡±
P. ?Podremos alg¨²n d¨ªa diagnosticar el c¨¢ncer antes de que ocurra, como mostr¨® el mayor estudio gen¨®mico del c¨¢ncer?
R. S¨ª, podremos detectarlo antes de que aparezca. El reto ser¨¢ curarlo. Una cosa es detectar un tumor con una biopsia l¨ªquida, un an¨¢lisis de sangre que capta c¨¦lulas tumorales o ADN del tumor. Eso lo podemos hacer ya. Pero hay tambi¨¦n que encontrar la forma de revertir el progreso normal de la enfermedad. Detectar por detectar puede ser hasta negativo. ?Qu¨¦ hacemos si solo vemos ADN tumoral, pero ning¨²n rastro de n¨®dulos o lesiones y qu¨¦ medida terap¨¦utica aplicamos? Estamos en este punto, no podemos hacer nada. Pero si no generamos el conocimiento inicial, nunca podremos hacer algo para cambiar el curso del c¨¢ncer. Esta t¨¦cnica es una herramienta brutal de generar conocimiento pero luego hay que aplicarlo para mejorar la vida de los pacientes. Si no hacemos esa red, ese cambio cultural del sistema, perdemos un tren muy importante.
P. ?Cu¨¢nto nos queda por entender del c¨¢ncer?
R. Much¨ªsimo. Hay que ser humildes. Los biomarcadores son clave en la medicina de precisi¨®n, pero necesitamos a¨²n much¨ªsimos f¨¢rmacos capaces de atacar esas mutaciones. Los tratamientos que usamos hoy en d¨ªa han cambiado las expectativas de muchos pacientes, la historia natural de muchos tumores. Pero no olvidemos que en otros tumores el avance ha sido nulo, por ejemplo en c¨¢ncer de p¨¢ncreas o gioblastoma cerebral. Nos queda mucho por conocer. No todas las mutaciones son tratables. Al menos sabemos que esta es la v¨ªa de ganarle cada vez m¨¢s espacios al c¨¢ncer.
P. Nueve de cada 10 muertes por c¨¢ncer se deben a la met¨¢stasis, la expansi¨®n del tumor a varios ¨®rganos. ?Hay alguna esperanza de poder curarla?
R. Cuando el c¨¢ncer se extiende no tenemos capacidad para curarlo. Pero s¨ª hay casos espectaculares. Hasta que lleg¨® la inmunoterapia, un melanoma metast¨¢sico era incurable. Ahora la inmunoterapia ha conseguido pr¨¢cticamente curarlo. Eso s¨ª, solo funciona en uno de cada cuatro enfermos. Pero esto era impensable hace unos a?os. El c¨¢ncer de mama HER 2 positivo era incurable por definici¨®n. Ahora tenemos pacientes que, con terapia dirigida a ese biomarcador, se han curado. El reto es poder aplicar esta medicina de precisi¨®n a la mayor¨ªa de los pacientes. Todav¨ªa nos queda mucho.
¡°De momento, este Gobierno no ha demostrado una mejora palpable de la ciencia¡±
P. Compar¨¢ndonos con otros pa¨ªses, ?invertimos suficiente en investigaci¨®n del c¨¢ncer? ?Qu¨¦ les dir¨ªa a los gobernantes sobre esto?
R. M¨¢s que al Gobierno, yo hablar¨ªa a la clase pol¨ªtica que toma las decisiones. Tienen que defender esta visi¨®n. Ya existe una estrategia nacional de medicina de precisi¨®n. Hubo una comisi¨®n en el Senado que trat¨® el tema hace dos a?os y en ella participamos muchas sociedades cient¨ªficas. Pero esta estrategia no tiene presupuesto, es papel mojado. Los pol¨ªticos tienen que asumir que hay que aportar el presupuesto necesario.
P. ?Espa?a hace suficiente investigaci¨®n del c¨¢ncer?
R. Espa?a lo est¨¢ haciendo muy mal. La investigaci¨®n b¨¢sica es la asignatura pendiente de nuestro pa¨ªs. Es una carrera de obst¨¢culos. Este no es un pa¨ªs para investigaci¨®n b¨¢sica. La figura del investigador no est¨¢ reconocida en el organigrama de un hospital. Hay subterfugios, fundaciones por ejemplo, que no son la mejor forma de dar soporte a los investigadores. ?Por qu¨¦ un hospital contrata cirujanos, enfermeras, celadores y no investigadores? Es la clave de la asistencia sanitaria. La investigaci¨®n ahora se toma como un hobby, algo ex¨®tico. Y deber¨ªa ser una obligaci¨®n. En nuestros hospitales la investigaci¨®n sale de milagro, por la voluntad de los que la hacen sin el respaldo de la Administraci¨®n. Es un problema tremendo.
P. ?Se ha notado el efecto del nuevo Gobierno de Pedro S¨¢nchez, con Pedro Duque como ministro de Ciencia?
R. Puede haber una mayor sensibilidad pero, de momento, este Gobierno no ha demostrado una mejora palpable de la ciencia. Esto es una tradici¨®n de la pol¨ªtica espa?ola que comparten todos los gobiernos, de izquierdas o de derechas. Es un mal de nuestros pol¨ªticos. La ciencia y la investigaci¨®n les son ajenas.
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