Qu¨¦ busca China en Marte
Con el aterrizaje del ¡®Tianwen¡¯ en la llanura de Utop¨ªa al primer intento, el pa¨ªs asi¨¢tico compite con la NASA en una operaci¨®n complej¨ªsima que ha incluido un veh¨ªculo orbital, uno de descenso y un ¡°rover¡±
Con el aterrizaje de la sonda Tianwen en Marte, china se convierte en el segundo pa¨ªs en conseguir una haza?a semejante. Si queremos ser estrictos, el tercero; el primero fue la Uni¨®n Sovi¨¦tica con su c¨¢psula, el Mars 3, que lo hizo en diciembre de 1971. Pero solo transmiti¨® informaci¨®n durante veinte segundos. La primera foto dese la superficie marciana solo mostraba un fragmento de cielo oscuro.
China realiz¨® otro intento hace diez a?os con un peque?o orbitador que iba de pasajero en una sonda rusa. Pero la operaci¨®n fracas¨® al no ponerse en marcha la etapa superior del cohete que deb¨ªa impulsarlas hacia su objetivo. Europa lanz¨® otras dos misiones a Marte, ambas sin ¨¦xito.
Para ser, pues, la primera vez que China lleva a cabo una exploraci¨®n planetaria por sus propios medios, el ¨¦xito del Tianwen es espectacular. Comparable a los que ha cosechado con sus misiones a la Luna. No olvidemos que la Agencia Espacial China ha depositado all¨ª dos veh¨ªculos m¨®viles, uno de ellos en la cara oculta y otro que permiti¨® traer a la Tierra casi dos kilos de muestras.
China ha demostrado una excepcional madurez en las t¨¦cnicas que ha desarrollado, tanto en la maniobra de reentrada como en el aterrizaje propiamente dicho
Con el aterrizaje del Tianwen en la llanura de Utop¨ªa, China ya ha conseguido uno de sus objetivos. Probablemente el m¨¢s importante: Prestigio nacional, al colocarse a la altura de un competidor tan formidable como la propia NASA. Y haberlo hecho al primer intento, en una operaci¨®n complej¨ªsima, puesto que inclu¨ªa un veh¨ªculo orbital, uno de descenso y un ¡°rover¡±. Nadie hab¨ªa reunido los tres en una sola misi¨®n.
Tambi¨¦n China ha demostrado una excepcional madurez en las t¨¦cnicas que ha desarrollado, tanto en la maniobra de reentrada como en el aterrizaje propiamente dicho. Ha sido muy ¨²til la experiencia adquirida en las misiones lunares. No solo ha empleado LIDAR (una especie de radar basado en emisores de l¨¢ser) para calibrar la altura durante el descenso sino tambi¨¦n un par de c¨¢maras de televisi¨®n que permit¨ªan seleccionar el mejor lugar para posarse. A todos los efectos, estos aparatos son capaces de ¡°ver¡± el terreno, identificar las rocas y otros accidentes y dirigir la trayectoria de forma que puedan evitarlos. Han de hacerlo aut¨®nomamente, ya que la distancia a Marte implica un tremendo retraso en las comunicaciones. Para cuando se recibi¨® la se?al de ¡°aterrizado¡±, la Tianwen ya llevaba casi un cuarto de hora posado en la llanura de Utopia.
En 1976, en la misma regi¨®n de Marte el Viking 2 llev¨® a cabo unos experimentos dirigidos a la detecci¨®n de vida. Llevaba a bordo tres instrumentos para detectar los tres caracteres que identifican a un ser vivo: Respiraci¨®n, metabolismo y reproducci¨®n. Inicialmente, los resultados fueron confusos, pero al final la conclusi¨®n fue negativa.
La sonda china est¨¢ dirigida a realizar solo estudios geol¨®gicos, no biol¨®gicos
La sonda china est¨¢ dirigida a realizar solo estudios geol¨®gicos, no biol¨®gicos. Para ello, uno de los equipos de a bordo ¨Cdesarrollado en colaboraci¨®n con el CNES franc¨¦s- es un espectr¨®metro l¨¢ser. Los veh¨ªculos americanos Curiosity y Perseverance llevan un sistema similar.
B¨¢sicamente, es un proyector l¨¢ser capaz de vaporizar diminutas porciones de roca. Cada disparo supone un impacto de varios megavatios por mil¨ªmetro cuadrado sobre la muestra (aunque el ¨¢rea efectiva es mucho menor, de solo unas pocas d¨¦cimas de mil¨ªmetro de di¨¢metro). El disparo es brev¨ªsimo, de solo unos nanosegundos, pero se repite docenas de veces en r¨¢pida sucesi¨®n. Una c¨¢mara telesc¨®pica detecta el brillo de la nube de residuos y lo env¨ªa mediante fibra ¨®ptica a los espectr¨®metros. Estos instrumentos miden la intensidad de la luz emitida a varias frecuencias: Ultravioleta, visible e infrarrojo. Es como una ¡°huella digital¡± que permite identificar los elementos presentes en la muestra: Magnesio, aluminio, silicio, hierro y algunos m¨¢s ex¨®ticos como titanio, cromo o rubidio.
El Zhurong ¨Cque ese es el nombre con que se ha bautizado al rover marciano- es un poco mayor y m¨¢s pesado que Opportunity y Spirit, los dos veh¨ªculos gemelos enviados por la NASA hace m¨¢s de quince a?os, ahora ambos inactivos. Eso le permite cargar varios instrumentos adicionales: Un radar geol¨®gico capaz de analizar las diferentes capas del terreno hasta cien metros de profundidad, un medidor de campo magn¨¦tico (muy d¨¦bil, en Marte) y una estaci¨®n meteorol¨®gica miniaturizada cuyas funciones son similares a las de los sensores (dise?ados y construidos en Espa?a) que equipan al Curiosity y al Perseverance y que siguen transmitiendo diariamente sus lecturas a la Tierra.
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