Josef Aschbacher, jefe de la ESA: ¡°Si Europa quiere seguir siendo potencia econ¨®mica, tiene que convertirse en potencia espacial¡±
El director general de la Agencia Espacial Europea alerta del atraso del continente frente a China o la India
Josef Aschbacher (Ellmau, Austria, 61 a?os) es doctor en ciencias naturales y director general de la Agencia Espacial Europea. A sus mandos tiene un gigante formado por 22 pa¨ªses que realiza asombrosas misiones de observaci¨®n de la Tierra, exploraci¨®n de otros mundos y tambi¨¦n estrellas m¨¢s all¨¢ de la nuestra. La organizaci¨®n afronta uno de sus momentos m¨¢s decisivos por la situaci¨®n geopol¨ªtica mundial y la nueva carrera por llegar a la Luna y explotar todos sus recursos. En esta entrevista, concedida la semana pasada en la sede de EL PA?S, Aschbacher detalla cu¨¢l espera que sea el papel de Europa en esa carrera y anima a los gobiernos a que se conviertan en una potencia espacial de primer orden.
Pregunta. ?Cu¨¢les son sus or¨ªgenes?
Respuesta. Mis padres son granjeros en un peque?o pueblo de monta?a, a una hora de Innsbruck. Yo nac¨ª y crec¨ª en la granja y desde ni?o tuve que trabajar. Iba andando a la escuela, casi una hora de camino, monta?a abajo de ida y arriba de vuelta. Era un buen paseo, a los siete a?os, con la mochila. Al llegar a casa trabajaba en el campo, limpiaba las cuadras. Fui el primero de seis hermanos y, como tal, mi destino era heredar la granja y quedarme all¨ª. Entonces no hab¨ªa mucho entretenimiento, lo ¨²nico era leer libros. Cada d¨ªa le ped¨ªa uno prestado al cura del pueblo, que ten¨ªa una peque?a biblioteca, y al d¨ªa siguiente volv¨ªa a por otro. Eran libros finos. Un d¨ªa me dijo: ¡°Es imposible que est¨¦s ley¨¦ndote un libro al d¨ªa¡±. Pero era verdad. Me quedaba despierto hasta muy tarde leyendo con una linterna. Yo era muy curioso y no paraba de leer y absorberlo todo. La granja no me interesaba, lo que quer¨ªa era descubrir el mundo. A los 12 a?os lleg¨® el momento. O me iba a Innsbruck a seguir estudiando o me quedaba y en dos a?os tomaba el mando de la granja. Mis padres no quer¨ªan que estudiara. Me llev¨® bastante esfuerzo convencerles, ?a los 12 a?os!
P. ?Qu¨¦ piensan ahora de que sea usted el jefe de la ESA?
R. Creo que no llegan a entender muy bien qu¨¦ es ni lo que supone. Pero est¨¢n contentos [risas]. Mi tercer hermano ha resultado ser un excelente granjero y ¨¦l es el que lo lleva todo ahora mucho mejor que yo. Yo soy el primero y el ¨²nico de mi familia que fue a la Universidad.
P. La guerra de Ucrania ha dividido el mundo en dos bloques y parece que el enfrentamiento entre ambos tambi¨¦n llega al espacio con la nueva carrera hacia la Luna ?Le preocupa esta situaci¨®n?
R. Es la primera vez en la historia que sucede algo as¨ª, probablemente. En el pasado, en la mayor¨ªa de ocasiones, el espacio fue un ¨¢mbito de encuentro y de cooperaci¨®n entre pa¨ªses de muy distinto signo pol¨ªtico; incluso en tiempos de la Guerra Fr¨ªa, con todos sus conflictos y tensiones. Esto ha cambiado dr¨¢sticamente debido a la invasi¨®n rusa de Ucrania. La ESA ten¨ªa un gran proyecto conjunto con Rusia, Exomars, que llevaba en marcha 12 a?os y en el que hab¨ªamos invertido m¨¢s de 1.000 millones de euros y Rusia otros tantos, aproximadamente. Tras la invasi¨®n qued¨® claro que esto no pod¨ªa continuar. Lo que hice como director general fue consultar a los Estados miembros y recomendarles un plan de actuaci¨®n. La decisi¨®n fue cancelar toda cooperaci¨®n con Rusia. Lo mismo ha sucedido con el resto de proyectos conjuntos. Y puedo decirle que no es una decisi¨®n f¨¢cil. A lo largo de los a?os hab¨ªamos construido una fuerte colaboraci¨®n industrial y ahora tenemos que encontrar la forma de empezar de cero y hacerlo todo por nuestra cuenta, con nuevos aliados.
P. ?Cree que la situaci¨®n cambiar¨¢ en el futuro?
R. No veo la forma de que la cooperaci¨®n vuelva a ser lo que era antes de la guerra. Es imposible saber qu¨¦ pasar¨¢ dentro de 20 a?os, pero desde luego a medio plazo, esta divisi¨®n de bloques va a durar bastante tiempo.
P. ?Qu¨¦ va a suceder con el principal ¨¢mbito de cooperaci¨®n que queda entre ambos bloques, la Estaci¨®n Espacial Internacional?
R. Europa tiene un compromiso firme de seguir operando la estaci¨®n hasta el final de esta d¨¦cada, en 2030. Estados Unidos, Canad¨¢, Jap¨®n, tambi¨¦n. Rusia ha declarado recientemente que apoyar¨¢ las operaciones al menos hasta 2028. No sabemos si llegada esa fecha su colaboraci¨®n continuar¨¢. Pero creo que hay bastantes probabilidades de que la instalaci¨®n opere hasta el final de la d¨¦cada. Lo que tambi¨¦n est¨¢ claro es que ese es el l¨ªmite. En su propuesta de presupuesto para 2024, la Casa Blanca ya ha reservado fondos para desorbitar la estaci¨®n en 2031, as¨ª que esa ser¨¢ la fecha de su final.
P. Usted ha dicho que ninguna naci¨®n puede ser una superpotencia si no es una potencia espacial. ?Es Europa una potencia espacial?
R. Europa muestra una gran excelencia en el espacio en ¨¢mbitos como observaci¨®n de la Tierra, ciencia, telecomunicaciones, navegaci¨®n por sat¨¦lite. En esos campos estamos en el primer nivel junto a Estados Unidos o China. Sin embargo, en otros aspectos no llegamos ni mucho menos a este nivel. Uno de ellos es el de los cohetes. ?ramos l¨ªderes en este sector hace 10 a?os, pero el mercado de lanzadores ha cambiado por completo. [La ESA afronta un problema porque su mayor cohete, el Ariane 5, ha dejado de operar y el sucesor, Ariane 6, lleva un considerable retraso. Mientras, los cohetes desarrollados por empresas privadas como Space X cada vez tienen m¨¢s cuota de mercado y prometen incluso poder llevar carga y astronautas a la Luna por un precio mucho menor, pues son reutilizables].
Tampoco estamos a la altura en exploraci¨®n espacial humana y rob¨®tica, donde estamos lejos de Estados Unidos, China e India, que dentro de poco ya tendr¨¢ capacidad de lanzar a sus astronautas al espacio. Nuestro poder econ¨®mico es casi comparable al de Estados Unidos o China. Esto no va solo de lanzar astronautas al espacio, hay mucho m¨¢s. La exploraci¨®n humana del espacio tiene un potencial geopol¨ªtico enorme. Imagine que pudi¨¦ramos ser como Estados Unidos, que lanza a sus astronautas y adem¨¢s invita a otras naciones a colaborar, ahora en la estaci¨®n espacial y en los pr¨®ximos a?os, tambi¨¦n en la Luna. Esto es una clara muestra de poder y es algo que Europa no tiene.
P. ?Nos estamos quedando atr¨¢s?
R. Hay otra variable importante. La ¨®rbita baja de la Tierra y la Luna se van a convertir en nuevas zonas econ¨®micas. En la Luna hay recursos que explotar y ser¨¢ el mayor centro de exploraci¨®n humana en los pr¨®ximos a?os. Cuando digo futura zona econ¨®mica no es para el pr¨®ximo a?o, sino de la pr¨®xima d¨¦cada en adelante. Esto va a pasar, estemos o no a bordo. Estados Unidos, China, India y en menor medida Jap¨®n llevan la delantera. ?C¨®mo puede Europa, con tanta excelencia espacial, tanto poder econ¨®mico y tantos ingenieros y cient¨ªficos brillantes, quedarse fuera? Si queremos seguir siendo potencia econ¨®mica, tenemos que convertirnos en una potencia espacial.
China est¨¢ aplicando este argumento a la perfecci¨®n: usa el espacio como un s¨ªmbolo para confirmarse como superpotencia. China ha declarado que en 2049 quieren ser una superpotencia, si no la mayor de todas, y usan el espacio como una forma m¨¢s de conseguirlo. Estados Unidos sigue esta estrategia desde los a?os sesenta del pasado siglo. Tambi¨¦n Rusia sigue haci¨¦ndolo.
P. ?Es realista pensar que Europa puede hacerlo tambi¨¦n?
R. Por supuesto. Podemos hacerlo si juntamos todos los elementos necesarios y tomamos las decisiones pol¨ªticas correctas. Eso es lo que tenemos ahora por delante ?Est¨¢ Europa preparada para tomar esta determinaci¨®n? Tenemos la tecnolog¨ªa para lograrlo.
P. ?Existe ya un plan detallado?
R. No tenemos un plan de acci¨®n acordado. Lo que vamos a hacer es partir de este informe para comenzar las negociaciones con los Estados miembros de la ESA y preparar una decisi¨®n que se tomar¨¢ a finales de este a?o, en la cumbre espacial que se celebrar¨¢ en Sevilla. Estamos preparando todos los documentos y estimaciones de coste necesarios para que los representantes de cada pa¨ªs puedan tomar una decisi¨®n. Esta no tiene por qu¨¦ ser una actividad exclusiva de la Uni¨®n Europea, puede ser mucho m¨¢s amplia. Tenemos una arquitectura abierta en la que participan todos los miembros de ESA, lo que incluye a Reino Unido, Suiza y Noruega. Y creo que podemos invitar a otros pa¨ªses fuera de nuestro entorno. Pienso en Jap¨®n o los Emiratos ?rabes Unidos u otros. Hay que pulsar su inter¨¦s. Todo esto en cooperaci¨®n con Estados Unidos, claro.
P. Emiratos avanza muy r¨¢pido en el espacio gracias a una enorme inversi¨®n y la contrataci¨®n de cient¨ªficos occidentales. Tambi¨¦n progresa mucho Arabia Saud¨ª, que en unas semanas mandar¨¢ dos astronautas en una misi¨®n privada a la estaci¨®n espacial. Estos pa¨ªses no democr¨¢ticos tienen un largo historial de violaci¨®n de derechos humanos, de los derechos de las mujeres y usan el espacio para blanquear su imagen internacional ?Es l¨ªcito colaborar con ellos en temas espaciales?
R. Es una pregunta muy importante. Es algo que tenemos que tener en cuenta y que deben debatir los pa¨ªses de la ESA. Yo creo que como punto de partida debemos ser abiertos respecto a la arquitectura del proyecto y despu¨¦s, claro, analizar en detalle cada uno de los elementos. No es un asunto que pueda responderse con un s¨ª o no rotundo.
P. La ESA acaba de seleccionar a sus nuevos astronautas ?Cu¨¢ndo veremos al primer europeo pisar la Luna?
R. Tenemos cinco nuevos astronautas europeos que han comenzado ahora la formaci¨®n, incluido Pablo [?lvarez]. La semana pasada le conoc¨ª. Est¨¢ muy motivado. Estos cinco astronautas son candidatos a viajar a la Estaci¨®n Espacial Internacional, no a la Luna. Los astronautas europeos que vayan a la Luna dentro del programa Artemis [que lidera EE UU] saldr¨¢n de la promoci¨®n de 2009, profesionales que ya han volado a la estaci¨®n espacial. Esto hasta 2030. A partir de entonces, estos nuevos astronautas podr¨ªan ir al sat¨¦lite.
P. ?Cu¨¢ndo?
R. A¨²n no est¨¢ decidido. Lo que s¨ª sabemos es que tenemos tres asientos en misiones Artemis. Uno en Artemis 4, otro en la 5, y una plaza m¨¢s que a¨²n no est¨¢ fijada y que ahora mismo estamos negociando con la NASA.
P. ?Los astronautas de alguna de ellas pisar¨¢n la Luna?
R. Depende. El plan es que Artemis 3 aterrice en la Luna. Lo m¨¢s probable es que en esa haya solo americanos. La 4 y 5 probablemente ser¨¢n para construir Gateway, la nueva estaci¨®n espacial orbital en la Luna. Y las futuras misiones dependen de c¨®mo avance todo. Ahora Estados Unidos est¨¢ enfocado en lanzar la Artemis 2 a finales de 2024. Basado en ella se decidir¨¢ el dise?o final de las tres siguientes.
P. Sobre ciencia, ?el pr¨®ximo gran horizonte para la ESA puede ser traer por primera vez a la Tierra muestras de una luna helada que podr¨ªan contener restos de vida?
R. Acabamos de lanzar Juice y a¨²n le queda camino hasta llegar, en 2031. Vamos a estar estudiando las lunas de J¨²piter dos a?os y sacaremos informaci¨®n muy interesante sobre su habitabilidad. En julio lanzamos Euclid, una misi¨®n completamente distinta que estudiar¨¢ cuestiones fundamentales de la astrof¨ªsica, la energ¨ªa oscura y la materia oscura. Esta misi¨®n nos va a dar datos nuevos imposibles de conseguir de otra forma. Despu¨¦s hay otras misiones cient¨ªficas ya decididas: Ariel, Plato, Smile, Lisa, Athena. Usted menciona una misi¨®n de recogida de muestras de una luna helada. Esto es algo que a¨²n no se ha decidido. Es una propuesta. Desde un punto de vista cient¨ªfico ser¨ªa interesant¨ªsimo ir a una luna de J¨²piter o de Saturno, aterrizar y analizar si hay rastros de vida. Es algo crucial, pero siendo realistas, nos llevar¨¢ tiempo. Hay que decidir si se realiza la misi¨®n, dise?arla y luego otros 10 a?os de viaje hasta estos planetas con la tecnolog¨ªa actual. Por tanto, hablamos de algo que si sucede, ser¨¢ dentro de varias d¨¦cadas, pero est¨¢ en nuestros planes, claro.
P. ?Qu¨¦ papel tiene la ESA en la lucha contra el cambio clim¨¢tico?
R. El cambio clim¨¢tico va a ser el mayor reto de la humanidad durante muchas d¨¦cadas. El espacio puede contribuir much¨ªsimo en este campo. Nos ayuda a observar el planeta, tomarle el pulso literalmente gracias a los sat¨¦lites, tener informaci¨®n extremadamente valiosa y usarla para tomar medidas urgentes, como la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa y medir las emisiones... Somos fundamentales para descarbonizar la econom¨ªa y entender mejor el cambio clim¨¢tico.
P. Usted est¨¢ m¨¢s o menos en la mitad de su mandato ?Cu¨¢l le gustar¨ªa que fuese su mayor logro cuando acabe este periodo, en 2025?
R. Elevar Europa uno o dos niveles m¨¢s en el mundo de las potencias espaciales para estar al nivel de la NASA.
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