Las momias ayudan a reconstruir el clima del antiguo Egipto
Un estudio analiza los anillos de los ¨¢rboles en cientos de placas de madera que se ataban a los difuntos cuando se transportaban a las necr¨®polis


En el antiguo Egipto, y en especial durante el per¨ªodo del Egipto romano, a partir del a?o 30 antes de nuestra era, las momias sol¨ªan transportarse a la necr¨®polis con una placa f¨²nebre de madera. En ella normalmente se grababa informaci¨®n sobre el difunto, como su edad, profesi¨®n, ciudad natal y regi¨®n de procedencia, o el m¨¦todo de momificaci¨®n y el lugar de entierro. Debido a que estas placas empezaron a convertirse en costumbre funeraria en la ¨¦poca helen¨ªstica, las inscripciones sol¨ªan escribirse en griego, en dem¨®tico o en ambos idiomas.
La funci¨®n pr¨¢ctica de estas placas era simplemente la de poder identificar el cuerpo cuando llegaba al taller de embalsamamiento y luego se trasladaba hasta la necr¨®polis. En un sentido m¨¢s trascendental, tambi¨¦n estaban pensadas para acompa?ar al difunto a la otra vida, por lo que era habitual que se grabara adem¨¢s una breve inscripci¨®n o un s¨ªmbolo religioso para garantizarle all¨ª su bienestar.
Gracias al entorno eminentemente ¨¢rido de Egipto, estos objetos suelen encontrarse a¨²n hoy en buen estado de conservaci¨®n, por lo que se han podido estudiar durante a?os para comprender mejor la sociedad que los populariz¨®. Pero m¨¢s recientemente han empezado a atraer el inter¨¦s de investigadores por otro secreto que contienen, mejor guardado. Los ¨¢rboles forman cada a?o que pasa una suerte de anillo en el interior de su tronco cuyos rasgos var¨ªan en funci¨®n del clima de aquel curso. As¨ª que, como las placas de las momias son de madera, han preservado una valiosa informaci¨®n medioambiental y clim¨¢tica de su ¨¦poca, que va mucho m¨¢s all¨¢ de su funci¨®n original.
Ahora un grupo de cient¨ªficos suizos est¨¢ tratando de reconstruir el clima del este del Mediterr¨¢neo en tiempos del Egipto romano a partir del estudio de estas placas. ¡°Los ¨¢rboles son archivos que registran mucha informaci¨®n, como el impacto del clima en su crecimiento y los episodios de sequ¨ªa¡±, explica Fran?ois Blondel, investigador de la Universidad de Ginebra y uno de los l¨ªderes del estudio.
Seg¨²n apunta Blondel, la clave para recomponer el clima del pasado yace en la anchura: los anillos anchos indican un crecimiento r¨¢pido propio de a?os h¨²medos, y los estrechos sugieren un a?o de sequ¨ªa. A partir de aqu¨ª, la superposici¨®n de patrones de anillos de crecimiento de distintas especies puede revelar fluctuaciones clim¨¢ticas a lo largo de a?os. ¡°Para simplificarlo: un anillo ancho puede expresar un entorno y un clima adecuados; y un anillo angosto lo contrario, un clima o un entorno malos¡±, detalla el investigador, que explica que ellos trabajan ¡°para recrear el clima a partir de las variaciones de la anchura de los anillos en muchas muestras procedentes de la misma zona geogr¨¢fica y de la misma especie¡±.
Hasta la fecha, los investigadores han podido analizar m¨¢s de 1.700 de estas placas de madera, y en 451 casos han podido identificar las especies de los ¨¢rboles de origen, algunos de los cuales hab¨ªan crecido en Egipto y otros eran importados, incluso de la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Las especies que m¨¢s se han encontrado son cedros, pinos, higueras, arbustos del g¨¦nero tamarisco y, en menor medida, tambi¨¦n abetos, cipreses, hayas y olivos.
De todas las placas de madera analizadas, el patr¨®n de los anillos de crecimiento de sus ¨¢rboles de origen se estudi¨® en 242 casos, de los cuales el 80% contaba con menos de 50 anillos, el 18% con entre 50 y 100 anillos, y el 2% con m¨¢s de un centenar. Aunque la muestra no se considera suficiente todav¨ªa para recrear con precisi¨®n el clima del Egipto romano y del este del Mediterr¨¢neo de la ¨¦poca, el equipo de investigadores suizos cree que ofrece ya una primera perspectiva muy valiosa. ¡°Su cantidad es un punto de partida, aunque sigue siendo peque?a y suelen producir series con pocos anillos¡±, se?ala Blondel.
La ventaja, en este caso, es que se conservan miles de placas en colecciones de numerosos museos de todo el mundo. Solo el Louvre de Par¨ªs, por ejemplo, cuenta ya con hasta 852. As¨ª que, aunque las muestras tengan individualmente pocos anillos, en algunos casos se pueden crear series largas cuando se determina que distintas placas comparten el origen.

¡°Varias docenas de placas tienen conjuntamente m¨¢s de cien anillos¡±, apunta Fran?ois Blondel. ¡°Y ahora las adquisiciones se han ampliado a otras colecciones, como retratos de momias, sarc¨®fagos y diversos objetos cotidianos de mayor tama?o, que son menos numerosos en los museos, pero que proporcionan con mayor frecuencia series de anillos m¨¢s grandes¡±, indica. ¡°Se trata de un trabajo que est¨¢ en curso¡±, contin¨²a.
¡°Incluso si no podemos obtener el clima de Egipto, obtendremos al menos una tendencia de episodios clim¨¢ticos notables en una gran parte del Mediterr¨¢neo oriental¡±, conf¨ªa Blondel. ¡°Como el estudio est¨¢ en curso, todav¨ªa es dif¨ªcil dar una respuesta precisa, pero una tendencia clim¨¢tica sobre una gran zona geogr¨¢fica ya ser¨ªa un primer indicador para percibir el impacto del clima en esta parte del Imperio Romano¡±, agrega.
Los investigadores apuntan que estos an¨¢lisis pueden resultar ¨²tiles no solo para detectar tendencias clim¨¢ticas en un territorio extenso, sino tambi¨¦n para comprender mejor los diversos acontecimientos que marcaron la historia del Egipto romano y la del Imperio Romano en la regi¨®n m¨¢s en general, incluidos sus episodios de prosperidad y de crisis.
¡°Debemos seguir trabajando en otras colecciones de madera del Egipto romano, y extendernos a otros territorios, en particular a los de origen de la madera importada en Egipto. Ah¨ª los territorios de la cuenca oriental del Mediterr¨¢neo son privilegiados: Turqu¨ªa, Chipre, L¨ªbano, Siria, Grecia¡±, anticipa Fran?ois Blondel. ¡°Este trabajo no ha hecho m¨¢s que empezar, y a¨²n queda mucha madera por estudiar para constituir las referencias que son la base necesaria para nuestras reconstrucciones clim¨¢ticas¡±, concluye.
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