Momias a dos velas: la excavaci¨®n estrella de la egiptolog¨ªa espa?ola afronta una cr¨ªtica falta de fondos en su momento m¨¢s decisivo
El Proyecto Djehuty ha de recurrir de nuevo al micromecenazgo para su nueva campa?a, en la que se van a abrir al p¨²blico por fin las dos tumbas que investigan en Luxor
Las momias se han quedado a dos velas: el Proyecto Djehuty, la excavaci¨®n estrella de la egiptolog¨ªa espa?ola y que tiene previsto realizar este invierno (de enero a finales de febrero) su campa?a anual n¨²mero 22, afronta una cr¨ªtica falta de fondos en un momento decisivo. Durante esta temporada, concretamente el d¨ªa 9 de febrero de 2023, se prev¨¦ un hecho culminante del proyecto: la entrega a las autoridades egipcias para que las abra al p¨²blico de las dos tumbas que la misi¨®n que dirige el egipt¨®logo del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Jos¨¦ Manuel Gal¨¢n, ha excavado, documentado y restaurado en la necr¨®polis de Dra Abu el Naga (Luxor) durante m¨¢s de dos d¨¦cadas. La excavaci¨®n, inspiradoramente cerca de la casa de Howard Carter y del Valle de los Reyes, donde se celebran este a?o los distintos hitos del centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankam¨®n (el s¨¢bado se cumpli¨® el aniversario de la entrada en la sepultura y del primer atisbo de sus ¡°cosas maravillosas¡±), ha arrojado grandes hallazgos, entre ellos numerosas momias humanas, como la ic¨®nica Dama Blanca, y de animales (incluidas de halcones, monos, musara?as y serpientes), la ¨²ltima la de un perro de 3.600 a?os con bozal y correa. El proyecto ha tenido que recurrir por tercera vez al crowdfunding ante lo magro de las subvenciones y la ca¨ªda del patrocinio privado.
¡°Es un momento que tendr¨ªa que ser de alegr¨ªa y orgullo, pues vamos a dar a Egipto para su apertura a las visitas tur¨ªsticas las tumbas de Djehuty y de Hery y todos sus elementos externos [caminos de acceso, capillas, jard¨ªn] despu¨¦s de a?os de esfuerzo¡±, explica Gal¨¢n. ¡°Pero estamos en una situaci¨®n econ¨®mica l¨ªmite que nos asfixia. El principal escollo ahora es la financiaci¨®n, lo que nos ha obligado de nuevo, como en las campa?as 17 y 19, a lanzar una campa?a de micromecenazgo en kickstarter (https://proyectodjehuty.com/) para sobrevivir¡±.
El proyecto, que cuenta con varios premios a su excelencia cient¨ªfica, dispuso en a?os anteriores de un importante mecenazgo de empresas como Telef¨®nica M¨®viles, Fundaci¨®n Caja Madrid o Uni¨®n Fenosa Gas, pero desde que esta ¨²ltima dej¨® de financiarlo en 2015 no ha tenido un gran patrocinador, y conseguir recursos para seguir excavando se ha convertido en un viacrucis para Gal¨¢n. ¡°Paso mucho tiempo que tendr¨ªa que dedicar a la investigaci¨®n tratando de lograr fondos y luchando por peque?as ayudas que sumen¡±, explica. En la actualidad cuentan con T¨¦cnicas Reunidas, Leica y la Fundaci¨®n Palarq, adem¨¢s de las subvenciones p¨²blicas de los ministerios de Cultura y Ciencia (el CSIC, en cambio, no pone dinero pese a ser nominalmente un proyecto suyo). ¡°Pero se trata de un proyecto en el exterior, con billetes de avi¨®n, estancias, un equipo de 30 personas, la contrataci¨®n de cien trabajadores egipcios cada campa?a¡ Es un proyecto con un coste alto, y, pese a que ajustamos al m¨¢ximo el presupuesto, ahora no llegamos¡±, cuenta su responsable.
Gal¨¢n, que destaca otras misiones espa?olas como las veteranas de Heracle¨®polis Magna (que est¨¢ ofreciendo interesantes novedades) y Oxirrinco, la de investigaci¨®n y restauraci¨®n del templo funerario de Tutmosis III que dirige Myriam Seco en la misma necr¨®polis tebana, las de las universidades de La Laguna y Alcal¨¢ de Henares tambi¨¦n en Luxor, la de la Universidad de Ja¨¦n en Asu¨¢n, o la de la UAB en Saqqara, deplora que ¡°Espa?a quiere jugar en la primera divisi¨®n de las misiones arqueol¨®gicas, pero con un presupuesto de cuarta¡±. Lamenta tambi¨¦n la burocracia del sistema que hace muy complicada la gesti¨®n de los fondos de ayuda. Cuantifica que la campa?a propiamente dicha (excluyendo la compra de libros, ordenadores y otro equipo) cuesta, tirando por lo bajo, unos 90.000 euros. En la ¨¦poca dorada con Fenosa la empresa les daba 150.000 euros al a?o. El objetivo con el micromecenazgo es lograr 25.000 euros. ¡°Con esa cantidad empezar¨ªamos a respirar, pero hemos tenido que recortar de todo, e iremos menos gente y menos tiempo de lo que sol¨ªamos¡±. A fin de reducir gastos, Gal¨¢n est¨¢ buscando una casa de alquiler para el equipo, tras 20 a?os de ir al mismo peque?o hotel, el Marsam, en la orilla oeste del Nilo.
De la ca¨ªda de patrocinio, considera que Egipto parece haber perdido gancho para las empresas y fundaciones, parad¨®jicamente cuando el inter¨¦s social por la civilizaci¨®n fara¨®nica es hoy ¡°desbordante¡± y m¨¢s alto que nunca. La gente, se?ala, ¡°flipa con el Antiguo Egipto y los vuelos tur¨ªsticos vuelven a ir llenos; hay tres de Madrid a El Cairo diarios, y es dif¨ªcil ya encontrar billetes para estas navidades¡±.
El egipt¨®logo recalca: ¡°El Proyecto Djehuty es excepcional y lo siguen egipt¨®logos de todo el mundo y mucha gente corriente est¨¢ pendiente de nuestro diario de campa?a online. Tenemos una suerte enorme en las excavaciones. Todos los a?os logramos hallazgos relevantes¡±. Entre los m¨¢s recientes, en la ¨²ltima campa?a, el boceto de un rostro que dibuj¨® un artista en un trozo de caliza (un ostracon) antes de acometer la pintura definitiva en la tumba: es posible que se trate de un retrato del mism¨ªsimo Djehuty. Es el proyecto, insiste Gal¨¢n, ¡°una iniciativa que crece cient¨ªficamente cada d¨ªa, con posibilidades enormes, momias, arqueozoolog¨ªa, paleobot¨¢nica¡¡±. El Museo de Luxor, donde ya han contado con un espacio de exhibici¨®n, va a acoger una nueva muestra de sus hallazgos.
El Proyecto Djehuty, del que este a?o se ha realizado un tercer documental para TVE, Historia de una necr¨®polis, arranc¨® en 2001 tras prospectar el egipt¨®logo madrile?o distintas posibilidades en Luxor. Finalmente, logr¨® la concesi¨®n para investigar la tumba del noble Djehuty, un alto funcionario de comienzos de la dinast¨ªa XVIII (hace 3.500 a?os) que sirvi¨® a las ¨®rdenes de la reina Hatshepsut, la mujer fara¨®n, uno de los personajes m¨¢s interesantes de la historia del Antiguo Egipto. Djehuty fue, y esto es parad¨®jico vistas las necesidades econ¨®micas de quienes excavan su tumba, tesorero real y recaudador de impuestos, y gestion¨® enormes riquezas como las producidas por la expedici¨®n de Punt. Su sepultura, TT11 (tumba tebana n¨²mero 11), conecta con otra, la del noble Hery (TT12), que vivi¨® unos cincuenta a?os antes e hizo su carrera bajo otra reina famosa, Ahhotep, y que tambi¨¦n se han encargado de excavar y estudiar Gal¨¢n y su equipo (la de Hery fue visitada someramente por Champollion, que tambi¨¦n est¨¢ de aniversario este a?o). El proyecto se ha ido ampliando al aparecer otras sepulturas conectadas y numerosas tumbas de pozo en los patios de las tumbas de los dos funcionarios y revelarse el ¨¢rea de una riqueza arqueol¨®gica extraordinaria.
La tumba de Djehuty tiene una extensi¨®n excavada en la roca de 18 metros, a los que hay que a?adir otros 34 del patio de entrada. La de Hery mide 15 metros. Una de las peculiaridades de las tumbas que se van a abrir al p¨²blico es que se han instalado paneles solares (convenientemente disimulados) para iluminarlas. Es la primera vez que se usa este sistema, del que, bromea Gal¨¢n, el dios Ra estar¨ªa muy satisfecho. Las tumbas, recalca el egipt¨®logo, ¡°han quedado muy chulas¡±, con luces led que les proporcionan una atm¨®sfera muy sugerente e iluminan los relieves de las paredes como si estuvieran en un museo.
Pese a los largos a?os de relaciones, Gal¨¢n se sigue emocionando al hablar de Djehuty. ¡°Su personalidad est¨¢ muy reflejada en la tumba, en la que hay dos inscripciones autobiogr¨¢ficas. Adem¨¢s de su monumento funerario, su sepultura es un monumento a las letras: Djehuty quiere demostrar su dominio de la composici¨®n de textos escritos, y usa inscripciones criptogr¨¢ficas, un sistema jerogl¨ªfico inusual que propone un juego y un desaf¨ªo intelectual. En la capilla del fondo, el sanctasanct¨®rum de la tumba, se reproducen unos rituales en desuso que ¨¦l recupera como homenaje a una ¨¦poca cl¨¢sica que era la de la dinast¨ªa XII, de 500 a?os antes, fuente de inspiraci¨®n pl¨¢stica y literaria en tiempo de Djehuty¡±.
El egipt¨®logo se?ala que no es corriente que las misiones preparen para las visitas los monumentos que excavan e investigan. ¡°Es un gran trabajo a?adido adecuar las tumbas a fin de mostrarlas al p¨²blico. Hemos puesto mucho esfuerzo en la restauraci¨®n y museizaci¨®n. Pero es lo que esperaban de nosotros las autoridades egipcias: que aport¨¢ramos algo adem¨¢s de la labor cient¨ªfica¡±.
Aunque se entreguen las tumbas para su gesti¨®n tur¨ªstica al Servicio de Antig¨¹edades, los trabajos cient¨ªficos proseguir¨¢n. Gal¨¢n habla de los enigmas que persisten en la zona, como dos tumbas gigantes de la dinast¨ªa XII que tienen localizadas, tras acceder a ellas por los agujeros que hicieron antiguos ladrones, pues las entradas siguen a¨²n bloqueadas. ¡°Y parece que hay muchas tumbas m¨¢s¡±, apunta el egipt¨®logo, que subraya que su idea es ¡°sacar a la luz el antiguo paisaje sagrado de la necr¨®polis¡±. Es una ocasi¨®n ¨²nica, afirma, de averiguar c¨®mo se ve¨ªa un cementerio de esa ¨¦poca y de seguir haciendo grandes descubrimientos. ¡°Estamos en un buen sitio¡±, se anima Gal¨¢n, pensando en las rutilantes promesas de la investigaci¨®n antes de dejar a un lado los jerogl¨ªficos para volver a las cuentas.
De si el centenario de Tutankam¨®n est¨¢ sirviendo de alguna ayuda, responde que contribuye a ¡°avivar el fuego¡±, a aumentar el inter¨¦s de la gente por Antiguo Egipto, una cultura, destaca, con la que hay lazos invisibles que nos unen, ideas como la del Juicio Final, la necesidad de la moralidad para alcanzar la otra vida, o conceptos m¨¦dicos y matem¨¢ticos. ¡°Investigar el Antiguo Egipto¡±, resume, ¡°no es un lujo ex¨®tico, es estudiar nuestro propio pasado, y es necesario¡±.
Babelia
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