La miner¨ªa submarina amenaza m¨¢s de 5.000 especies reci¨¦n descubiertas en el Pac¨ªfico
Las reservas de n¨ªquel, cobalto y otros materiales raros que se encuentran en esta zona ponen en peligro la gran biodiversidad de estos fondos oce¨¢nicos
A miles de metros en la profundidad del oc¨¦ano Pac¨ªfico, en el entorno hostil para la vida humana que representa la zona abisal, bulle una biodiversidad animal insospechada. Esta fauna, en uno de los rincones m¨¢s desconocidos y oscuros de la Tierra, est¨¢ sin catalogar y apenas ha sido estudiada. Una nueva investigaci¨®n liderada por el Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido) a?ade m¨¢s de 5.000 especies distintas de criaturas que habitan el abismo del oc¨¦ano, tras m¨²ltiples estudios del fondo marino y un trabajo de revisi¨®n de art¨ªculos cient¨ªficos. Y todo esto solo en una regi¨®n submarina muy codiciada del Pac¨ªfico, la zona Clarion-Clipperton (CCZ, por sus siglas en ingl¨¦s), entre Haw¨¢i y M¨¦xico. Y su autora principal, Muriel Rabone, analista de datos en el equipo de trabajo del museo londinense, sostiene, tras admitir su sorpresa inicial ante tanta biodiversidad, que ¡°todav¨ªa quedan el 90% de los animales por conocer [en la zona CCZ)¡±.
¡°Un mont¨®n de gusanos, cangrejos, caracoles y almejitas, pero tambi¨¦n animales m¨¢s raros, como unos moluscos que se pensaban extintos desde hace tres d¨¦cadas y apenas se encontraron en mar profundo¡±, detalla Guadalupe Bribiesca-Contreras, investigadora del museo brit¨¢nico y tambi¨¦n coautora del estudio. En las conclusiones, los investigadores se?alan que la rica biodiversidad animal de la zona podr¨ªa suponer miles de especies no catalogadas m¨¢s por estudiar. Pero ¡°nombrar una sola nueva especie nos puede llevar varios a?os de trabajo taxon¨®mico¡±, se resigna Muriel.
Los autores del trabajo no ocultan que su inter¨¦s por la biodiversidad en la zona abisal del Pac¨ªfico se debe al impacto que podr¨ªan tener la miner¨ªa de materiales raros en el fondo mar¨ªtimo. Esta investigaci¨®n ve la luz en un momento en el que se est¨¢n llevando a cabo prospecciones mar¨ªtimas para averiguar la disponibilidad de extracci¨®n de tierras raras, los conocidos como n¨®dulos polimet¨¢licos, que son acumulaciones en roca de cobalto, cobre y n¨ªquel, entre otros elementos clave en la elaboraci¨®n de dispositivos electr¨®nicos.
Esta novedosa categorizaci¨®n de las criaturas de la zona abisal se publica hoy en la revista cient¨ªfica Current Biology, y aporta informaci¨®n sobre la vida en esta remota regi¨®n, un vasto espacio de seis millones de kil¨®metros cuadrados ¡ªdos veces la extensi¨®n de la India¡ª y un fondo marino de otros miles de kil¨®metros sin explorar. ¡°Desde un punto de vista evolutivo, quiz¨¢ es as¨ª c¨®mo empez¨® la vida, en uno de estos ecosistemas¡±, reflexiona Muriel sobre su inter¨¦s detr¨¢s de esta publicaci¨®n. Su grupo analiz¨® la informaci¨®n publicada con anterioridad para detectar vac¨ªos en el conocimiento y descartar registros duplicados de animales, y lograron nombrar 438 especies, siendo solo 6 las que era posible encontrar en otros fondos abisales del planeta.
En su an¨¢lisis, los cient¨ªficos apuntan que la miner¨ªa en mar profundo tiene un inter¨¦s geoestrat¨¦gico clave en la nueva econom¨ªa global, debido a que la transici¨®n ecol¨®gica para lograr la descarbonizaci¨®n requiere de estos materiales para la construcci¨®n de m¨®viles, pantallas de televisi¨®n, placas solares o coches el¨¦ctricos. La miner¨ªa en ¨¢reas profundas est¨¢ prohibida en aguas internacionales, pero las compa?¨ªas interesadas ya realizan trabajos exploratorios para conocer la riqueza mineral del entorno. ¡°Si ma?ana se extrae un n¨®dulo, y desaparece el h¨¢bitat de cualquiera de estos animales abisales, ?se podr¨ªa recuperar? Es necesario conocer el potencial impacto de la miner¨ªa de profundidad¡±, reflexiona Muriel.
Los animales abisales se adhieren a estos n¨®dulos, como es fijarse a una roca, para evitar el fondo oce¨¢nico, m¨¢s lodoso, resume Bribiesca-Contreras: ¡°No podr¨ªan sobrevivir sin la presencia de n¨®dulos en la zona, representan la fuente m¨¢s grande de sustrato duro en esa zona en particular¡±. Para la cient¨ªfica del museo londinense, descubrir c¨®mo est¨¢s criaturas se adaptan a condiciones extremas es como desentra?ar el ¨¢rbol de la vida: ¡°Los animales de las zonas abisales son las ramas largas [del ¨¢rbol de la vida], los linajes m¨¢s viejos, una cosa bien interesante¡±, comenta con entusiasmo.
¡°Todo sale muerto¡±
La bi¨®loga describe c¨®mo en la planicie abisal hay ¡°montes submarinos¡± de miles de kil¨®metros de profundidad, en donde ¡°las especies son diferentes en cada tramo de los afloramientos rocosos¡±. Esto quiere decir que los animales ¡°est¨¢n adaptados a sus nichos ecol¨®gicos¡±. ¡°No podemos sacarlos del fondo y meterlos en un acuario, eso es imposible; casi todo sale muerto [al extraer especies del fondo marino], principalmente porque no aguantan el cambio de temperatura, por lo que no podemos saber c¨®mo viven, se mueven o reproducen¡±, lamenta.
El ge¨®logo Antonio Calafat, que no ha participado en este estudio, afirma que ¡°hay pocos trabajos hechos y menos en la zona Clarion-Clipperton¡±. ¡°El problema que tiene la explotaci¨®n de dichas zonas tan profundas es que los n¨®dulos est¨¢n dispersos y se han de remover ¨¢reas de prospecci¨®n muy grandes, miles de toneladas enteras¡±, ejemplifica el cient¨ªfico, especializado en sedimentolog¨ªa marina. Un proceso que, adem¨¢s de ¡°afectar directamente a los animales que no se mueven¡±, el profesor detalla que ¡°produce la resuspensi¨®n de sedimentos¡±. Es decir, una mancha de residuos suspendidos en el agua puede afectar a muchas otras poblaciones de animales a miles de kil¨®metros de la explotaci¨®n minera, porque por su tama?o no se deposita en el sitio de extracci¨®n y las corrientes la pueden transportar a otros lugares.
Para el cient¨ªfico, la miner¨ªa profunda, ya sea de arrastre o de levantamiento del fondo, afecta a las especies incluso d¨¦cadas despu¨¦s del incidente y, seg¨²n alega, todav¨ªa no se ha llegado a producir con un procedimiento no invasivo. ¡°En estos ambientes, los animales abisales tienen crecimientos muy lentos y su capacidad de respuesta a una perturbaci¨®n es muy baja¡±, alerta Calafat.
Las dos cient¨ªficas del estudio subrayan la necesidad de que para poder proteger un ecosistema es necesario conocerlo. Rabone insiste en que su ¨ªndice recopilatorio de CCZ es solo el inicio de una nueva l¨ªnea de trabajo al mundo de los animales del abismo, de las que se sabe todav¨ªa muy poco. Bribiesca-Contreras insiste en su aproximaci¨®n evolutiva a las criaturas profundas: ¡°Hay much¨ªsimas preguntas que quisi¨¦ramos poder contestar, cosas tan sencillas como, ?cu¨¢nto viven estos animales, con su metabolismo lent¨ªsimo para conservar energ¨ªa? O ?c¨®mo se reproducen, qu¨¦ larvas tienen? Es bien dif¨ªcil saber¡±.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.