Ciencia para las amantes de las flores: Europa busca un plan que salve a las abejas
La agricultura intensiva, los pesticidas, las especies invasoras y el cambio clim¨¢tico provocan el declive de las abejas a lo largo del continente. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria impulsa una reacci¨®n conjunta a estas amenazas, basada en la evidencia cient¨ªfica
Cuando pensamos en abejas, tendemos a recordar la miel que nos ayuda a endulzar los yogures o infusiones, pero esa es solo la punta del iceberg de su contribuci¨®n a nuestro bienestar. Estas peque?as criaturas tambi¨¦n producen el polen empleado en la alimentaci¨®n humana y animal; la jalea real, usada como complemento alimenticio e ingrediente; la cera que utilizamos para la transformaci¨®n de alimentos y para hacer velas; y el prop¨®leo empleado en la tecnolog¨ªa alimentaria.
Y por si esto fuera poco, las abejas realizan un servicio ¨²nico y gratuito para todo el ecosistema: la polinizaci¨®n. Sin esta fundamental labor, la producci¨®n alimentaria de muchas especies, tanto vegetales como animales, estar¨ªa comprometida. Otros insectos como mariposas, algunas aves e incluso los murci¨¦lagos nectar¨ªvoros tambi¨¦n realizan esta tarea. Pero aunque no sean los ¨²nicos animales polinizadores, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) calcula que, de las 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo, 71 son polinizadas por abejas.
Por desgracia, estos laboriosos insectos est¨¢n en crisis. En los ¨²ltimos lustros, cient¨ªficos, apicultores y agricultores a lo largo de Europa occidental han denunciado la reducci¨®n inusual y el deterioro de su poblaci¨®n, tambi¨¦n en Espa?a. La agricultura intensiva ha alterado el h¨¢bitat natural de las abejas y limitado el alimento a su disposici¨®n, al verse reducidas no solo la variedad de flores, sino tambi¨¦n la cantidad. Tambi¨¦n tiene un impacto sobre las abejas el uso de ciertos pesticidas. Adem¨¢s, el ataque de agentes pat¨®genos y de especies invasoras hacen estragos, como el ¨¢caro varroa (Varroa destructor), la avispa asi¨¢tica (Vespa velutina) y el peque?o escarabajo de la colmena (Aetina tumida) en el caso de las abejas dom¨¦sticas. Y el cambio clim¨¢tico, con el preocupante aumento de las temperaturas, tambi¨¦n contribuye a su declive.
Con todo, gracias a los incesantes esfuerzos de los apicultores, que invierten ingente tiempo y recursos en mantener la salud de sus colonias, las abejas mel¨ªferas o dom¨¦sticas han sufrido menos. Las abejas silvestres no tienen esta suerte, su situaci¨®n es extrema. Aqu¨ª nos toca actuar a todos como sociedad.
En el plano institucional, la Uni¨®n Europea lleva a?os trabajando en revertir esta tendencia. En el marco del Pacto Verde Europeo, la Comisi¨®n Europea ha tomado medidas para garantizar un futuro sostenible que busca la protecci¨®n de ecosistemas y biodiversidad, incluida la preservaci¨®n de los polinizadores, cuyo valor va m¨¢s all¨¢ de lo ecol¨®gico. Solo en la agroindustria europea, el aporte de la polinizaci¨®n a la econom¨ªa se estima entre 10.000 y 15.000 millones de euros; el trabajo natural de las abejas supone ese ahorro para los agricultores, que se traduce en alimentos m¨¢s baratos y de una mejor calidad en nuestra mesa.
Para hacer frente a esta crisis, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en ingl¨¦s), por mandato del Parlamento Europeo, tambi¨¦n trabaja en varios frentes para producir la base cient¨ªfica que fundamente las pol¨ªticas adecuadas para salvaguardar la salud de los polinizadores, teniendo en cuenta la globalidad de factores de estr¨¦s que las afectan. En 2015, EFSA lanz¨® el ambicioso proyecto MUST-B con el objetivo de desarrollar un m¨¦todo hol¨ªstico para evaluar el riesgo de m¨²ltiples factores estresantes en las abejas mel¨ªferas.
El proyecto re¨²ne a expertos, investigadores, pa¨ªses miembros de la UE y a la Comisi¨®n Europea y otros organismos para ofrecer una respuesta coordinada y conjunta al desaf¨ªo. Adem¨¢s, bajo el paraguas de la estrategia de la granja a la mesa (F2F por sus siglas en ingl¨¦s) de la Comisi¨®n Europea, la EFSA ha revisado recientemente sus orientaciones para evaluar los riesgos derivados del uso de pesticidas en abejas dom¨¦sticas y silvestres y los efectos de estos agroqu¨ªmicos en sus poblaciones. Las orientaciones de EFSA, una vez adoptadas, permitir¨¢n a la Comisi¨®n Europea y a los diferentes pa¨ªses de la UE tomar decisiones sobre la base de los ¨²ltimos avances cient¨ªficos para garantizar que la producci¨®n agr¨ªcola no impacte sobre la salud de estos peque?os insectos.
C¨®mo construir refugios para las abejas
Adem¨¢s, cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena a la supervivencia de estas criaturas tan necesarias con acciones cotidianas sencillas. Por ejemplo, todos aquellos que vivimos en urbes medianas o grandes podemos convertir nuestras ciudades en ¨¢reas refugio para las abejas, vista la situaci¨®n del agro, y facilitarles su alimento: el polen y el n¨¦ctar. Solo hace falta una ventana, un balc¨®n o (quien pueda) un jard¨ªn con un cultivo diversificado de plantas florecientes a lo largo del a?o para crear un buf¨¦ libre que alimente a abejas y otros polinizadores. La clave es ofrecerles una dieta variada, pues diferentes flores tienen diferentes propiedades. Siempre es preferible elegir flores locales a especies ex¨®ticas, plantas a las que las abejas ya est¨¢n acostumbradas y saben aprovechar.
Cuando hablamos de abejas nos referimos a un complejo grupo de insectos, los ant¨®filos (del griego anthophilos, que ama las flores) que incluye m¨¢s de 20.000 especies que habitan todos los continentes del planeta, salvo la Ant¨¢rtida. De todas ellas, solo una especie, la Apis mellifera (abeja mel¨ªfera, tambi¨¦n llamada dom¨¦stica) es la que los europeos criamos para producir miel, de ah¨ª su nombre. En Europa convivimos con otros 2.000 tipos de abejas silvestres, de las que unas 400 son end¨¦micas de h¨¢bitats monta?osos restringidos como los Alpes o Sierra Nevada, de islas como las Baleares o de C¨®rcega y ambientes ¨¢ridos como el sureste espa?ol. Dada la ubicaci¨®n privilegiada de la pen¨ªnsula entre Europa y ?frica y la gran variedad de climas que presenta, en Espa?a contamos con m¨¢s de 1.100 especies de abejas silvestres. Por desgracia, una de cada diez abejas europeas est¨¢ en riesgo de extinci¨®n.
Curiosamente, la mayor¨ªa de estas abejas silvestres est¨¢n en las ant¨ªpodas de la imagen estereot¨ªpica que tenemos de un panal jerarquizado repleto de abejas obreras con una reina a la cabeza. Es m¨¢s, ni siquiera producen miel y algunas no tienen aguijones con los que picar. Desglosemos, pues, este variopinto grupo. Tres cuartos de las abejas silvestres son solitarias, esto es, no forman una colonia, sino que trabajan por su cuenta y construyen nidos individuales donde depositar sus huevos. Aproximadamente un 15% son par¨¢sitas que se aprovechan de nidos ajenos para colocar sus huevos y que otras abejas alimenten a sus cr¨ªas. Solo el 10% restante son abejas gregarias, que conviven en colonias; y de estas, solo un peque?o porcentaje forman populosas sociedades avanzadas permanentes, con castas bien diferenciadas: reina, obreras y z¨¢nganos.
Alessio Ippolito es ecotoxic¨®logo, doctor en Ciencias Ambientales por la Universidad de Mil¨¢n-Bicocca y funcionario cient¨ªfico del equipo de ecotoxicolog¨ªa de la EFSA.
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