Un nuevo ¡®idioma universal¡¯: el proyecto m¨¢s ambicioso y humanista de la historia de Europa
La Uni¨®n Europea tiene sobrados recursos para crear un revolucionario sistema de traducci¨®n instant¨¢nea que funcione con cualquier idioma. Solo le falta la voluntad pol¨ªtica: ?hay una aspiraci¨®n m¨¢s esperanzadora que esta?
Hace unos a?os se celebr¨® en Par¨ªs una de las innumerables reuniones generadas por el Brexit. En esta particip¨¢bamos un estadounidense, tres brit¨¢nicos, tres franceses y dos espa?oles. El asunto a tratar entonces es irrelevante ahora, para lo que se desea proponer en lo que sigue. En aquel momento, me sorprendi¨® sobremanera la propuesta previa de los representantes franceses: ellos iban a llevar int¨¦rpretes profesionales ingl¨¦s-franc¨¦s y nos propon¨ªan a los espa?oles que nos uni¨¦ramos a ellos en ese sentido. Yo conoc¨ªa a los tres franceses y sab¨ªa que dominaban el ingl¨¦s.
Habl¨¦ con mi compa?ero y, tras pasar de la sorpresa a la broma y de ah¨ª a la discusi¨®n seria de la propuesta, estuvimos de acuerdo con los franceses. La ventaja de utilizar la lengua materna en una negociaci¨®n con interlocutores que no son hablantes nativos es tan enorme que puede ser decisiva. Aquella reuni¨®n fue inicialmente un galimat¨ªas, por la falta de costumbre (finalmente fueron seis los int¨¦rpretes), pero poco a poco los continentales nos fuimos sintiendo m¨¢s seguros y los isle?os m¨¢s inquietos.
?Por qu¨¦ de alguna manera el ingl¨¦s sigue, y parece que seguir¨¢ si¨¦ndolo por mucho tiempo, la lingua franca europea y casi mundial? Por muchas razones, que todos intuimos que se desprenden del resultado de la Segunda Guerra Mundial. Pero la idea no es debatir esa cuesti¨®n, sino proponer una lingua franca mundial generada en Europa (que es la m¨¢s necesitada porque en ella, creo recordar, se hablan 67 idiomas). ?El esperanto? ?Quiz¨¢ el lat¨ªn? No, todas. Pero todas, exactamente en el mismo pie de igualdad y, adem¨¢s, englobando poco a poco los m¨¢s de siete mil idiomas del mundo. Veamos la viabilidad de tan descomunal prop¨®sito.
Situ¨¦monos en una sala de cine en Alemania o en Italia donde proyectan un western cl¨¢sico. A nadie le sorprende ver a Clint Eastwood rev¨®lver en mano y escucharle advirtiendo en alem¨¢n o italiano a su oponente. En Espa?a el doblaje cinematogr¨¢fico est¨¢ tan desarrollado que es frecuente que el mismo doblador le d¨¦ voz, casi de por vida, a un actor estadounidense concreto. ?Qu¨¦ fases t¨¦cnicas e incluso art¨ªsticas han de cubrirse para lograr semejante milagro? La primera, l¨®gicamente, es la traducci¨®n; la segunda es la optimizaci¨®n de la sincron¨ªa entre el movimiento de los labios del actor principal y el de doblaje; luego vienen los elementos de dramatizaci¨®n y, finalmente, cubriendo todos ellos, una cierta variedad de t¨¦cnicas m¨¢s o menos sofisticadas, pero todas dominadas desde hace muchas d¨¦cadas.
La pregunta es si se pueden fundir todas esas etapas y juegos para hacer que varias personas puedan comunicarse directamente, independientemente del idioma de cada una de ellas. Solo tendr¨ªamos que colocarnos unos auriculares, comprobar que el micr¨®fono no quede lejos de la boca, escoger los idiomas a doblar y accionar el dispositivo (posiblemente, un tel¨¦fono inteligente con otras muchas aplicaciones). Podr¨ªamos incluso mantener nuestro tono de voz natural e inflexiones propias.
Con el futuro desarrollo de la inteligencia artificial, quiz¨¢ de la computaci¨®n cu¨¢ntica, algunos elementos de la realidad virtual y un buen conjunto de innovaciones t¨¦cnicas, todas previsiblemente viables, esto se puede conseguir. De hecho, la primera etapa la est¨¢ cubriendo Meta (Facebook) con su sistema NLLB-200 (No Language Left Behind o Ning¨²n Idioma Quedar¨¢ Olvidado, empezando por la traducci¨®n de 200 de todo el mundo). Digamos que la m¨¢quina de vapor ya se ha desarrollado y ahora afrontamos no solo construir una locomotora, sino una gran red ferroviaria. La escala del sue?o ha de ser estatal y concretamente europea, apartando las manos privadas del liderazgo del plan. Esto no por razones ideol¨®gicas (o s¨ª), sino porque la cantidad de recursos a destinar al desarrollo de semejante proyecto, y el n¨²mero de investigadores cient¨ªficos y t¨¦cnicos de distintas instituciones y empresas puede ser impresionante.
?Por qu¨¦ de alguna manera el ingl¨¦s sigue, y parece que seguir¨¢ si¨¦ndolo por mucho tiempo, la lingua franca europea y casi mundial?
Pero hag¨¢monos la siguiente consideraci¨®n. El inquietante proyecto Manhattan, tan de moda estos d¨ªas por la pel¨ªcula sobre Oppenheimer, supuso una inversi¨®n equivalente a unos 25.000 millones de d¨®lares actuales, el n¨²mero de participantes fue de m¨¢s de 100.000 y se desarroll¨® en 13 sedes a lo largo y ancho de EE UU. Se culmin¨® en unos dos a?os y medio. El proyecto Apolo permiti¨® llegar a la Luna tan solo seis d¨¦cadas despu¨¦s de que se aprendiera a volar a motor (recorriendo apenas unos 100 metros a una altura de pocas decenas). El virus posiblemente m¨¢s endiablado de todos los descubiertos, el VIH, se dome?¨® contra todo pron¨®stico; hasta tal extremo de convertir en pocos a?os el novedoso y malvado sida en una enfermedad cr¨®nica. El genoma humano se descifr¨® en mucho menos tiempo del que se esperaba, que muchos supon¨ªan infinito. Otros grandes ¨¦xitos cient¨ªficos y tecnol¨®gicos, como el bos¨®n de Higgs, la Estaci¨®n Espacial Internacional y todos los telescopios orbitales, los sistemas de sat¨¦lites GPS y Galileo, y un espl¨¦ndido y asombroso etc¨¦tera, tuvieron tres denominadores comunes: un objetivo perfectamente definido, unos presupuestos escalofriantes y una organizaci¨®n eficiente de nutridos recursos humanos.
Europa tiene sobrados recursos como los anteriores y solo le falta la voluntad pol¨ªtica, la formulaci¨®n exacta del proyecto y el dise?o detallado del mismo. ?Hay una propuesta m¨¢s ambiciosa y esperanzadora que esta por parte de la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea, para incluir en posici¨®n estelar en el pr¨®ximo Programa Marco de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n que comenzar¨¢ en el 2027?
Con decisi¨®n y consultas a una amplia panoplia de expertos, posiblemente no haya ni que esperar a ese a?o para iniciar el m¨¢s humanista, cultural y ambicioso proyecto propiamente europeo: Europa lingua franca.
Manuel Lozano Leyva es catedr¨¢tico em¨¦rito de F¨ªsica At¨®mica y Nuclear de la Universidad de Sevilla. Su ¨²ltimo libro es La hechicera, el gato y el demonio, de Zen¨®n de Elea a Stephen Hawking: Los doce experimentos imaginados que cambiaron la historia (Debate, 2023)
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