Desconocimiento y miedo: el viacrucis de la menopausia
Pese a una mayor visibilizaci¨®n, falta informaci¨®n clara y accesible sobre este proceso fisiol¨®gico que afecta a las mujeres
Vivimos m¨¢s a?os y debido a ese aumento de la esperanza de vida, muchas mujeres alcanzar¨¢n la menopausia en los pr¨®ximos a?os. Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), cerca de cinco millones de mujeres, de entre 45 y 55 a?os, se encuentran en la franja de edad en la que cesa la menstruaci¨®n y disminuye la producci¨®n de hormonas como el estr¨®geno y la progesterona. Sobre los s¨ªntomas y los retos que conlleva esta etapa se habla cada vez m¨¢s y, sin embargo, para Clotilde V¨¢zquez, jefa del Departamento de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz y experta en menopausia, sigue faltando informaci¨®n. ¡°Hemos dado grandes pasos en la visibilizaci¨®n de este asunto, y esto es muy positivo, pero, al mismo tiempo, hay demasiada informaci¨®n contradictoria y confusa¡±, se?ala.
Cambios en el estado de ¨¢nimo, trastornos del sue?o, incontinencia urinaria, cambios cognitivos y disfunciones sexuales son algunos de los s¨ªntomas m¨¢s habituales. Algunas asociaciones de profesionales sanitarias han elaborado a lo largo de los ¨²ltimos a?os documentos y gu¨ªas dirigidas al p¨²blico general, como es el caso de ?Hola, Climaterio!, elaborada en 2014 por la Asociaci¨®n Navarra de Matronas (ANAMA), aportando informaci¨®n general. Sin embargo, la experiencia subjetiva de cada mujer y su contexto personal definir¨¢n su vivencia en el tr¨¢nsito a la menopausia. Y es aqu¨ª donde V¨¢zquez tambi¨¦n cree que si bien puede existir informaci¨®n que se podr¨ªa aplicar a todas las mujeres, cada mujer necesita respuestas personalizadas a su contexto.
¡°Hay algunos s¨ªntomas muy comunes, pero no el 100% de las mujeres los experimenta. Hay otros muy variables¡±, explica. Comparte esta reflexi¨®n Silvia P. Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez, ginec¨®loga y presidenta electa de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio de la Menopausia (AEEM), quien apunta que existen m¨¢s de 100 s¨ªntomas f¨ªsicos y psicoemocionales ¡ªque manifiestan las pacientes¡ª, as¨ª como signos descritos, que pueden aparecer o exacerbarse con la menopausia.
Un largo periplo
Seg¨²n Silvia P. Gonz¨¢lez, alrededor de un 15% de mujeres no van a padecer ning¨²n s¨ªntoma, ¡°porque en realidad se trata de un periodo completamente normal de la vida, como lo es la adolescencia y en tal caso, la ayuda profesional que requerir¨¢n ser¨¢ solo orientada a la prevenci¨®n¡±. Sin embargo, la ginec¨®loga recuerda que hasta un 25% de mujeres presenta s¨ªntomas intensos y que a partir de la menopausia se disparan el riesgo cardiovascular y el de fractura osteopor¨®tica.
¡°Consideramos que la menopausia es un proceso fisiol¨®gico y alrededor de esto, cuando hay un malestar, tenemos que informar, acompa?ar y dar opciones a las mujeres que lo est¨¢n atravesando para que decidan libremente qu¨¦ hacer¡±, cuenta al otro lado del tel¨¦fono Alberta Fabris, ginec¨®loga y coautora del libro Se?oras (ARPA). En sus p¨¢ginas, las autoras abordan la menopausia de una forma integral, desde distintas disciplinas ¡ªginecolog¨ªa, nutrici¨®n, fisioterapia y sexolog¨ªa¡ª, aportando informaci¨®n cient¨ªfica, clara y con perspectiva de g¨¦nero para que las mujeres puedan saber si los cambios que experimentaran son efectivamente cambios hormonales.
Han transcurrido siete a?os desde que el Ministerio de Sanidad publicara la Gu¨ªa de Pr¨¢ctica Cl¨ªnica sobre el abordaje de s¨ªntomas vasomotores y vaginales asociados a la menopausia y la postmenopausia. Aunque desde entonces no ha habido una actualizaci¨®n de la misma, siguen vigentes las recomendaciones para la atenci¨®n de estos cuadros: los tratamientos no farmacol¨®gicos y la propuesta de cambios en el estilo de vida son las opciones m¨¢s comunes cuando los s¨ªntomas de la menopausia son leves. Sin embargo, cuando estos s¨ªntomas afectan significativamente a la calidad de vida, el tratamiento farmacol¨®gico suele ser el m¨¢s eficaz y est¨¢ justificado emplearlo. Silvia P. Gonz¨¢lez explica que es la paciente quien, debidamente informada, debe tomar la decisi¨®n final sobre qu¨¦ usar, en ausencia de contraindicaci¨®n en su caso.
A pesar de ello, algunas mujeres se encuentran con la dificultad de acceder a este tipo de tratamientos debido a la falta de actualizaci¨®n y formaci¨®n, as¨ª como al recelo existente respecto al uso de hormonas en esta etapa. ¡°Todav¨ªa est¨¢ muy presente la idea de aguantar, de sobrellevar los s¨ªntomas y malestares que provoca la menopausia. ?T¨² le preguntar¨ªas a un diab¨¦tico si puede aguantar sin insulina, por ejemplo, no comiendo apenas? Hay que analizar cada caso bien, establecer un camino individualizado dependiendo de los s¨ªntomas de cada mujer¡±, explica V¨¢zquez.
Este temor tiene su origen, seg¨²n la experta, en el estudio WHI (Women¡¯s Health Initiative), publicado en 2002, que alertaba sobre los riesgos asociados al uso de hormonas. La publicaci¨®n de este estudio, que tuvo una gran repercusi¨®n, provoc¨® una disminuci¨®n en la prescripci¨®n de hormonas y sembr¨® un temor generalizado a su uso. ¡°Aunque el estudio ha sido reanalizado y rebatido en varias ocasiones, y se ha demostrado que en muchos casos los riesgos no son tan significativos como se pensaba inicialmente, la percepci¨®n negativa sobre las hormonas de reemplazo sigue presente¡±, lamenta la endocrin¨®loga. Y hace un apunte importante: ¡°Hablo de ¡®reemplazo hormonal¡¯ y no de ¡¯terapia hormonal¡¯ y ¡®hormonaci¨®n¡¯ porque creo que tiene un matiz diferente y usar bien el lenguaje es fundamental¡±. Con ¡°reemplazo hormonal¡±, V¨¢zquez defiende que se entiende mejor que se trata de sustituir algo que el cuerpo ha dejado de producir de forma natural (los estr¨®genos, principalmente), y puede sonar menos alarmante que ¡°terapia hormonal¡±, que podr¨ªa asociarse a un tratamiento intensivo en el contexto de personas transg¨¦nero.
La mercantilizaci¨®n del miedo
Existe una corriente, como la que plantea Ana Freixas en Yo vieja, que es cr¨ªtica con el estigma social de la menopausia, considerando esto como un ¡°montaje¡± para vender productos que prometen ¡°retrasar¡± el envejecimiento natural. Clotilde V¨¢zquez dice no compartir al completo esa visi¨®n, porque no cree que todo sea un montaje, pero s¨ª coincide en que, en torno a la mujer, independientemente del tema, se produce una clara mercantilizaci¨®n. ¡°Se genera mucho miedo en torno a este proceso y siempre hay quien saca r¨¦ditos de eso. No me canso de decirle a las mujeres que no tengan miedo, que busquen informaci¨®n y acudan al profesional adecuado para conocer la situaci¨®n y tratar de abordarla de la mejor forma posible¡±, explica.
Para Fabris, el miedo tambi¨¦n es un sentimiento com¨²n en su consulta: ¡°Palabras como perimenopausia o premenopausia generan mucho miedo y una sensaci¨®n de incertidumbre. Ante esto le suelo decir a las pacientes que premenop¨¢usicas somos todas las mujeres que no tenemos la menopausia¡±.
En ese miedo Silvia P. Gonz¨¢lez encuentra tambi¨¦n mala ciencia: ¡°A menudo nos enfrentamos a interpretaciones sesgadas o manipuladas de la ciencia, as¨ª como a intentos de presentar afirmaciones o tratamientos como cient¨ªficos para dotarlos de una solidez que en realidad no tienen¡±. En la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio de la Menopausia reciben cada semana peticiones para avalar proyectos y productos ¡ªeste aval representa una garant¨ªa de calidad, eficacia y seguridad¡ª, que no pasan los filtros porque no han demostrado tener evidencia cient¨ªfica. ?C¨®mo discernir entre recomendaciones basadas en ciencia y aquellas que no tienen respaldo cient¨ªfico? ¡°Realmente, solo hay que evaluar la fuente de la que proceden¡±, responde Gonz¨¢lez. Entre las fuentes recomendadas, las publicaciones para pacientes de sociedades m¨¦dicas y los profesionales sanitarios expertos en menopausia, con certificaci¨®n como un M¨¢ster o un Experto Universitario, as¨ª como experiencia cl¨ªnica en el tratamiento de pacientes en este periodo vital.
?Qu¨¦ necesitan las mujeres en la transici¨®n a la menopausia? ¡°En muchas ocasiones lo que necesitan es m¨¢s serenidad, m¨¢s apoyo, m¨¢s cuidados de la red familiar y de amigas y amigos, m¨¢s apoyo del sistema social¡±, responde Alberta Fabris. Lo que se encuentran, sin embargo, ¡°es un sistema que no les deja parar: se encuentran trabajando, cuidando, sin oportunidad de bajar el ritmo¡±. En muchos casos es una cuesti¨®n de estilo de vida y de cuidados, que pueden comenzar a cambiar antes de llegar a este momento. ¡°Si las personas que notan estos cambios pueden hacer cambios en su estilo de vida, en su alimentaci¨®n, si pueden evitar el sedentarismo, es probable que tengan una mejor salud y que esto contribuya a llegar a la etapa de menopausia con menos s¨ªntomas, riesgo de osteoporosis o problemas cardiovasculares¡±, dice Fabris.
Clotilde V¨¢zquez cree que es importante acudir a un profesional experto en el tema y adoptar cambios en el estilo de vida, pero no solo por la menopausia, sino por la salud integral. ¡°Lo fundamental es ser feliz, vivir lo mejor posible, y, cuando llegue, afrontarlo con normalidad, como cualquier otro d¨¦ficit hormonal¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.