Perseidas 2023: lo que la lluvia de estrellas nos cuenta de nuestros or¨ªgenes y de nuestro futuro
M¨¢s all¨¢ de un bello espect¨¢culo en el cielo de agosto, investigar las estrellas fugaces revela muchos detalles sobre la evoluci¨®n del Sistema Solar
Lo confieso, he mirado poco el cielo. En realidad no es algo tan raro, pues hay muchos astrof¨ªsicos profesionales que no somos muy de mirar por un ocular o una c¨¢mara de telescopio de aficionado: directamente nos lanzamos a escribir comandos en una consola de ordenador y ver im¨¢genes en ds9 (uno de los programas profesionales m¨¢s usados para visualizar im¨¢genes astrof¨ªsicas). Tambi¨¦n hay astrof¨ªsicos que empezaron en esto mirando al cielo estrellado una noche de agosto y disfrutando de alguno de los espect¨¢culos astron¨®micos que se repiten cada poco tiempo; en parte, gracias a esa repetici¨®n, esos fen¨®menos nos ense?an bastante de c¨®mo es el universo y de d¨®nde venimos. En pocos d¨ªas podremos ser testigos de dos de estos espect¨¢culos, que invitan a disfrutar de las vacaciones mirando a los cielos.
Uno de los grandes eventos astron¨®mico de este verano es la oposici¨®n de Saturno, que ocurrir¨¢ el 27 de agosto. Ese fen¨®meno se produce cuando queda alineados casi en una recta Saturno, la Tierra y el Sol; y cuando, adem¨¢s, nuestro planeta queda entre los dos astros en esa recta, con el Sol mirando hacia un lado y Saturno hacia el lado opuesto. Es uno de los mejores momentos para observar al m¨¢s bonito de los planetas, porque su distancia a la Tierra alcanza un m¨ªnimo; aunque esta distancia m¨ªnima no siempre es la misma, depende del a?o. Para poder observar bien los anillos de Saturno se necesita un telescopio.
Pero sin esperar hasta final de mes, antes llegar¨¢ un evento astron¨®mico que se observa mejor sin prism¨¢ticos ni telescopio: la lluvia de estrellas fugaces conocida como las Perseidas. Desde hace ya unos d¨ªas, la Tierra ha empezado a transitar, en su periplo anual, por la estela de material que deja en su propio viaje un cometa llamado 109P/Swift-Tuttle. Lo m¨¢s denso de esa nube de escombros que deja el cometa se producir¨¢ sobre el 12 de agosto, pero estaremos atraves¨¢ndola hasta el 24 de agosto.
Primero, informaci¨®n de servicio: la Luna estar¨¢ en cuarto menguante en esa fecha, la luna nueva es el 16 de agosto, as¨ª que 2023 ser¨¢ muy propicio para ver la gran lluvia de estrellas veraniega. Hay que mirar hacia la constelaci¨®n de Perseo, que saldr¨¢ antes que la Luna a eso de la medianoche, bastante al norte (nordeste) en latitudes peninsulares e insulares de Espa?a; y que ser¨¢ visible toda la noche, quedando por encima de la galaxia de Andr¨®meda, que s¨ª merece mucho la pena observar con unos prism¨¢ticos.
Ahora, informaci¨®n astrof¨ªsica: lo que vemos cada a?o son part¨ªculas de una nube que se deja atr¨¢s el cometa 109P. La P en los nombres de los cometas significa que son peri¨®dicos, es decir, que tienen una ¨®rbita cerrada: viajan de las zonas externas del Sistema Solar a las internas en per¨ªodos de menos de 200 a?os. 109P fue descubierto en julio de 1862 por Lewis Swift y Horace Parnell Turtle, de ah¨ª su nombre m¨¢s prosaico. Solo ha pasado dos veces cerca de nosotros desde su identificaci¨®n como cometa; la segunda y ¨²ltima hasta ahora, en 1992. La tercera ser¨¢ en 2125 y quiz¨¢s lo pueda disfrutar alguien que ya ha nacido. Tiene su punto de acercamiento m¨¢ximo al Sol muy cerca de nuestra ¨®rbita, para luego alejarse m¨¢s all¨¢ de Plut¨®n (que est¨¢ 50 veces m¨¢s lejos del Sol que la Tierra). Parece que los chinos ya observaron este objeto celeste hace 23 siglos, y hay un documento (de un jesuita en China, datado en 1737) que habla de un cometa que podr¨ªa ser este mismo.
El cometa 109P/Swift-Tuttle es singular en varios aspectos. Con casi el doble de tama?o que el famoso Halley, tiene una ¨®rbita muy inclinada, es decir, muy lejos del plano en el que se mueven todos los planetas (con desviaciones bastante peque?as). Ese plano es lo que se conoce como la ecl¨ªptica. Si consideramos el plano de la ecl¨ªptica y la l¨ªnea que une un astro con el Sol en su punto de m¨¢xima distancia al plano, podemos definir la inclinaci¨®n orbital. Una inclinaci¨®n de 0 grados implica que el astro se mueve en el plano de la ecl¨ªptica (eso es lo que hace la Tierra, porque su ¨®rbita es la que precisamente define la ecl¨ªptica). Una inclinaci¨®n de 90 grados implica que la ¨®rbita es perpendicular a la ecl¨ªptica (se dice que pasa por los polos ecl¨ªpticos). 109P/Swift-Tuttle tiene una inclinaci¨®n de casi 114 grados; este ¨¢ngulo mayor de 90 grados, significa que su ¨®rbita es retr¨®grada: da vueltas alrededor del Sol en sentido contrario al de los planetas. El cometa 109P/Swift-Tuttle solo produce una lluvia de estrellas cada a?o, mientras que hay otros (como el Halley) que producen dos lluvias anuales, ya que su ¨®rbita intercepta la de la Tierra en dos puntos.
Es curioso que, a pesar de su per¨ªodo bastante largo (acoplado con el de J¨²piter, el rey de los cometas), de su gran inclinaci¨®n y de su ¨®rbita retr¨®grada, este cometa pase muy cerca de la Tierra. Se estima que en 2126 atravesar¨¢ las inmediaciones de la ¨®rbita terrestre a finales de julio, solo 15 d¨ªas antes de que la Tierra pase por aproximadamente la misma zona, as¨ª que esperamos que los c¨¢lculos del per¨ªodo sean muy precisos o que entonces haya un h¨¦roe como el que interpretaba Bruce Willis en la pel¨ªcula Armageddon (1998). Pero, efectivamente, los c¨¢lculos invitan a la tranquilidad: indican que no hay peligro de que ambas ¨®rbitas coincidan en los siguientes milenios.
?De d¨®nde viene el cometa 109P/Swift-Tuttle? ?Siempre ha estado ah¨ª desde el origen del Sistema Solar? ?Cu¨¢l es su destino (y el nuestro)? No tenemos respuestas concretas, pero los cometas que hemos descubierto nos ense?an muchas cosas sobre nuestros or¨ªgenes.
Debe haber una gran cantidad de objetos de hielo (que es lo que son los cometas) m¨¢s all¨¢ de al menos 50 veces la ¨®rbita de Plut¨®n: entre 2.000 y 100.000 veces la distancia entre el Sol y la Tierra, en lo que se conoce como la nube de Oort, que no se ha observado directamente. En nuestros or¨ªgenes, esos objetos fueron barridos de las zonas interiores del Sistema Solar por J¨²piter, quiz¨¢s en la misma ¨¦poca en la que la Tierra pudo recibir el agua de nuestros oc¨¦anos. Algunos cometas pueden tener ¨®rbitas muy alargadas (exc¨¦ntricas, se dice) que los acerquen desde ese espacio profundo a la ¨®rbita terrestre en per¨ªodos de milenios.
Otros pueden mantenerse all¨ª, en la nube de Oort, con ¨®rbitas estables y nunca los veremos acercarse. Y otros pueden sufrir perturbaciones de objetos masivos cercanos (como el hipot¨¦tico Planeta X) y ser redirigidos hacia el Sistema Solar interior, con ¨®rbitas que se denominan abiertas: pasar¨¢n de largo y nunca volver¨¢n. Algunos de estos podr¨¢n interactuar con m¨¢s astros (sobre todo, J¨²piter) y acabar teniendo una ¨®rbita cerrada, con per¨ªodos m¨¢s cortos. Este ¨²ltimo tipo de cometas, peri¨®dicos, no deben durar mucho (en escalas astron¨®micas), porque los cometas van perdiendo masa, sobre todo cuando pasan por el punto m¨¢s cercano al Sol. Por ejemplo, el Halley se piensa que desaparecer¨¢, en unos pocos milenios. El destino de esos cometas, los de tipo P, es evaporarse as¨ª o impactar contra otro astro, como fue el caso del cometa Shoemaker-Levy, que choc¨® contra J¨²piter en 1994. Ah¨ª puede estar nuestro destino.
Quiz¨¢s nos crucemos en alg¨²n momento con un cometa tipo C (no peri¨®dico, sino de ¨®rbita abierta, con lo que puede alcanzar velocidades mayores), como sucede en la pel¨ªcula No mires arriba (2021). Que sirva la menci¨®n a esa ficci¨®n apocal¨ªptica como una invitaci¨®n a disfrutar de los cielos, las estrellas fugaces y los otros mundos de verano, y como un recuerdo de que no van a estar ah¨ª eternamente.
Vac¨ªo C¨®smico es una secci¨®n en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista cient¨ªfico, sino tambi¨¦n filos¨®fico, social y econ¨®mico. El nombre ¡°vac¨ªo c¨®smico¡± hace referencia al hecho de que el universo es y est¨¢, en su mayor parte, vac¨ªo, con menos de un ¨¢tomo por metro c¨²bico, a pesar de que en nuestro entorno, parad¨®jicamente, hay quintillones de ¨¢tomos por metro c¨²bico, lo que invita a una reflexi¨®n sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo. La secci¨®n la integran Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez, investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa, y Eva Villaver, profesora de investigaci¨®n en el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias.
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