Prisi¨®n para el propietario y el cuidador de una rehala de perros de caza mantenidos en condiciones ¡°dantescas¡±

Un juzgado de lo Penal de Granada ha condenado a 16 meses de prisi¨®n al propietario de una rehala de perros ¡ªjaur¨ªa de canes de caza mayor¡ª que viv¨ªan en condiciones ¡°dantescas¡±, seg¨²n los agentes de la Guardia Civil que revisaron las jaulas donde viv¨ªan los animales. El juez ha condenado tambi¨¦n a ocho meses de c¨¢rcel a un amigo del due?o que hac¨ªa las veces de cuidador de los canes. La rehala la conformaban originalmente 21 perros de caza ¡ªpodencos, mastines y otras razas¡ª que estaban en unas instalaciones en un paraje conocido como El Coto en G¨¹ejar Sierra (Granada). Cuando fueron a rescatar a los perros de estas dos personas solo quedaban ocho, cuenta Javier Luna, de la Asociaci¨®n Galgos del Sur, que se ha personado como acusaci¨®n particular en el caso y que se llev¨® los animales a su refugio. El Congreso debate estas semanas una norma de protecci¨®n animal y un endurecimiento de las penas por maltrato, pero el PSOE tiene presentada una enmienda para excluir a los perros de caza de la norma.

La sentencia tiene fecha de octubre de este a?o pero los hechos se remontan al mismo mes de 2020. Entonces, la Guardia Civil intervino en una cacer¨ªa ilegal donde identific¨® a los dos ahora condenados, que estaban con sus perros y otros nueve cazadores. Los agentes percibieron que ¡°los animales estaban en estado dantesco, metidos en menos de 1,5 metros cuadrados, con heces y diarreas¡±, seg¨²n la declaraci¨®n de uno de ellos. El agente incluso dudaba de que ¡°en invierno le diera un rayo de sol¡±.

Semanas despu¨¦s de aquella cacer¨ªa, los guardias civiles acudieron al lugar donde estaban los perros acompa?ados por una veterinaria. All¨ª, seg¨²n relataron al juez, se dieron de bruces con una realidad a¨²n peor de lo que imaginaban cuando vieron a los canes en la cacer¨ªa: en las perreras encontraron que ¡°los animales estaban entre sus excrementos¡±, que ¡°no ten¨ªan apenas luz¡±, y que, evidentemente, todo ello era ¡°consecuencia de una dejadez de muchos d¨ªas¡± y no de algo coyuntural. La revisi¨®n profesional de la veterinaria trajo consigo la necesidad de sacrificar a cinco de los 21 perros por los tumores y otras enfermedades que padec¨ªan. Se trataba, seg¨²n explic¨® la profesional, de evitar sufrimiento a los animales.

Meses despu¨¦s, en marzo, los agentes volvieron a realizar otra inspecci¨®n con un resultado tambi¨¦n poco esperanzador. Entonces los animales aparec¨ªan ya fuera de todo control y cuidado. Seg¨²n el texto del juez, ¡°estaban abandonados en la sierra, en una casa vieja y en un corral, donde estaban atados y ladrando continuamente¡±. Dadas las circunstancias de dejadez, los agentes se dirigieron al juzgado de instrucci¨®n solicitando medidas cautelares urgentes. Se trataba de trasladar a los perros a un lugar donde pudieran ser atendidos.

En esta visita, los agentes iban acompa?ados de miembros de la Asociaci¨®n Galgos del Sur, que se iban a hacer cargo de ellos, ¡°algo que debi¨® ocurrir en la primera ocasi¨®n, cuando los encontraron en la cacer¨ªa¡±, lamenta Javier Luna. Cuando los agentes y los miembros de la asociaci¨®n llegaron al decomiso, ¡°all¨ª ya solo quedaban ocho perros¡±, recuerda Luna, quien narra que casi todos ten¨ªan alguna enfermedad como otitis, ¡°que se ve que la ten¨ªan desde hac¨ªa tiempo¡±, leishmaniosis y otras. Eso les provocaba, adem¨¢s, serios problemas de sociabilidad. Adem¨¢s de la merma de perros, el propietario les cambi¨® el nombre a tres de ellos 20 minutos antes de la hora prevista para la llegada de los agentes a retirar a los animales. Se entiende, aunque el texto judicial no lo aclara, que el objetivo de esto era mantener al menos a esos tres animales. Los guardias se dieron cuenta, dice Luna, y no dieron por bueno el cambio de nombre.

Maltrato y crueldad animal

El juez, antes de dictar su sentencia, destaca con negrita en su escrito el estado de los perros a partir de lo que ha escuchado de los diversos testigos: ¡°dejadez de los canes¡± y ¡°maltrato y crueldad animal consecuencia directa de la actitud de los acusados¡±. Tambi¨¦n considera que ¡°no se cumplen las necesarias condiciones m¨ªnimas de alimentaci¨®n, salubridad e higiene para el normal desarrollo evolutivo de los canes¡±. En la actualidad, los ocho animales est¨¢n en Villafranca de C¨®rdoba, sede de la Asociaci¨®n Galgos del Sur, perfectamente cuidados y rehabilitados. Algunos de ellos ya han sido dados en adopci¨®n.

Finalmente, el tribunal considera que la actuaci¨®n del propietario y del supuesto cuidador puede considerarse un delito de maltrato animal continuado y los condena a los 16 y 8 meses de prisi¨®n en una condena que a¨²n no es firme porque puede ser apelada. Adem¨¢s, ninguno de los dos podr¨¢ tener animales ni dedicarse profesionalmente a nada relacionado con ellos en los pr¨®ximos a?os, tres y medio el propietario y dos el presunto cuidador.

Hace pr¨¢cticamente un mes, el seis de octubre, se votaron en el Congreso las distintas enmiendas a la totalidad presentadas a la Ley de Protecci¨®n, Derechos y Bienestar de los Animales. Todas ellas, presentadas por PP, PNV y Vox, fueron desestimadas. Ahora, en la tramitaci¨®n ordinaria de la norma queda por dirimir precisamente una enmienda parcial presentada por el PSOE para gran enfado de sus socios parlamentarios que ¡ªen un gui?o a los cazadores¡ª plantea excluir de la norma a los perros de caza ¡ªcomo los objeto de esta sentencia¡ª y de pastoreo.

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