Operaci¨®n ¡®OS35¡¯: c¨®mo rescatar un gigante de 40.288 toneladas varado a la sombra de Gibraltar
El Gobierno del Pe?¨®n da los ¨²ltimos pasos para definir el proceso de retirada del mercante hundido, que tendr¨¢ que ser desmembrado y retirado por partes
La imagen en tiempo real de lo que queda a flote del OS35 lleva clavada en las pantallas de la oficina de la Autoridad Portuaria de Gibraltar desde que se convirti¨® en el mayor desastre mar¨ªtimo de la zona en m¨¢s de una d¨¦cada. El capit¨¢n del puerto, John Ghio, no est¨¢ para displicencias. Apenas lo mira de reojo en su monitor m¨¢s cercano, mientras detalla ¡ªhasta donde puede¡ª sobre un plano del mercante c¨®mo ser¨¢ el laborioso plan para rescatar a un gigante de 6.656 toneladas, cargado con otras 33.632 toneladas de acero. No quiere demoras, ni errores, ni vertidos sin control. La orden al seguro del buque es clara: el granelero semihundido en la cara de levante del Pe?¨®n desde el 29 de agosto debe desaparecer de all¨ª antes del 30 de mayo. Y advierte: ¡°Si no estamos satisfechos con los trabajos de rescate, en cualquier momento podr¨ªamos asumir estas tareas¡±.
Ghio y Gibraltar saben lo que se juegan. En el medido equilibrio de relaciones diplom¨¢ticas del Estrecho cualquier suceso es susceptible de convertirse en una ¨¢rida bronca que, por ahora, se ha salvado con amplias dosis de colaboraci¨®n y buenas palabras entre Espa?a y las autoridades gibraltare?as. Dos meses y medio despu¨¦s del desastre y tras m¨¢s de 331.000 litros de fuel, combustibles y aceites retirados, en la Roca est¨¢n centrados ahora en estudiar al detalle el borrador del plan de rescate del seguro del buque, QBE Europe SA/NV, contratado por el propietario Old Stone Management Ltd., una sociedad gestionada desde el puerto del Pireo, en Grecia. El documento ¡ªde cientos de p¨¢ginas y presentado el pasado 9 de noviembre¡ª ha sido redactado por la empresa TMC Marine, ser¨¢ ejecutado por v¨ªa de licitaci¨®n por Koole Contractors y es el seleccionado, a su vez, por la aseguradora de entre las siete compa?¨ªas a las que contact¨®. ¡°Quer¨ªamos que fuesen especialistas para que sea el proyecto m¨¢s eficiente y con m¨¢s protecci¨®n medioambiental posible¡±, apunta Ghio, que ha seguido de cerca cada paso dado por la responsable del mercante, junto a Eric Houtteman, jefe t¨¦cnico de operaciones contratado por el Pe?¨®n para este caso.
Aunque de cerca el OS35 parezca estar semihundido de una pieza a 700 metros de la costa de Gibraltar, lo cierto es que los da?os sufridos en el suceso hacen inviable que el mercante salga entero de las inmediaciones de Catalan Bay. ¡°Es imposible reflotarlo como una unidad. Si no se hubiese roto podr¨ªamos haberlo sacado ya en cuatro d¨ªas¡±, detalla el tambi¨¦n presidente de la Autoridad Portuaria. Pero el granelero se comb¨® por la mitad apenas dos d¨ªas despu¨¦s del accidente. El casco, ya maltrecho por la v¨ªa de agua de 10 metros provocada por el choque contra un metanero, fue incapaz de soportar las tensiones entre la proa hundida y la popa a flote, que las autoridades tuvieron que acabar hundiendo controladamente para equilibrar las fuerzas. Ahora, en el rescate ese destrozo marcar¨¢ aproximadamente la zona en la que el barco se cortar¨¢ previsiblemente en dos o tres partes para extraerlo del lugar.
Aunque el primer paso que tendr¨¢n que realizar los rescatistas es retirar las 33.632 toneladas en barras de acero que el mercante de 178 metros de eslora por 28 de manga llevaba en el momento del hundimiento. Existen dos destinos posibles para la carga: su reciclaje o su venta, en funci¨®n de c¨®mo se encuentre el material tras estos meses bajo el mar. Ghio conf¨ªa en que, una vez liberado de ese peso, la popa y el centro podr¨¢n recuperar la flotabilidad perdida. Distinta situaci¨®n presenta la proa, tan da?ada que previsiblemente ser¨¢ necesario recurrir ¡°a ayudas de flotabilidad¡± o a cadenas para aupar ese trozo a otro buque capaz de transportarlo.
Los condicionantes son tan diversos como complejos, de ah¨ª que el proyecto se haya planteado abierto a distintas opciones, para evitar sorpresas y toma de decisiones de ¨²ltima hora. El equipo de rescatistas tendr¨¢ que lidiar con los frecuentes temporales del Estrecho en invierno y no podr¨¢n seccionar el mercante cerca de las bodegas 2 y 5, bajo los que se encuentran los tanques en los que se almacenaba el fueloil. Para todas estas tareas, el seguro del OS35 plantea recurrir a ¡°maquinaria muy especializada¡± que est¨¢ ubicada en distintos puertos del mundo, aunque con el compromiso de ¡°acabar antes del 30 de mayo¡±, apunta Ghio, tambi¨¦n presidente de la Autoridad Portuaria. Una vez retirado del lugar, las dos partes acabar¨¢n directamente desguazadas en una empresa de desguaces homologada por la Uni¨®n Europea ¡ªsi el transporte es viable¡ª o se desmontar¨¢n previamente en los astilleros de Gibraltar.
M¨¢s all¨¢ de la fecha de fin ¡ªya marcada en un time line de obligado cumplimiento que Gibraltar impuso al seguro¡ª, la prioridad para Ghio es ¡°minimizar el riesgo de vertidos¡±, como los que ya afectaron a playas gibraltare?as y linenses en los d¨ªas posteriores al suceso. Y ese es el reto m¨¢s dif¨ªcil, teniendo en cuenta que, ¡°se estima que, como m¨ªnimo, un 1% de residuos de fueloil seguir¨¢ en las paredes y barras interiores de los tanques¡±, seg¨²n explica el capit¨¢n. ¡°A¨²n hoy seguimos extrayendo y succionando estos restos antes de que salgan¡±, a?ade Ghio. De hecho, aunque hoy la estampa del OS35 diste mucho de la de esos primeros d¨ªas en los que aparec¨ªa rodeado de barcos de la Autoridad Portuaria de Gibraltar y Salvamento Mar¨ªtimo espa?ol, los trabajos en la zona contin¨²an. En estas semanas, los especialistas de Resolve Marine Services ¡ªla empresa designada por el seguro del granelero para estos primeros trabajos¡ª se han sumergido al interior del buque para realizar estas labores de extracci¨®n, pese a que la mercanc¨ªa de hierro les impide acceder a los tanques, ubicados bajo las bodegas de carga. Adem¨¢s, han limpiado el interior de las estancias que se mantienen a flote de todo tipo de mobiliario y enseres que pudiesen convertirse en basura ante cualquier percance.
El puerto de Gibraltar es transitado por entre 9.000 y 10.000 buques al a?o que, como el OS35 acuden a repostar en el mar ¡ªuna maniobra conocida como bunkering, legal pero condenada por los ecologistas¡ª, cambiar de tripulaci¨®n o avituallarse. Cuatro c¨¢maras, tres radares y diversos medios t¨¦cnicos reportan d¨ªa y noche este fren¨¦tico movimiento a la torre de control del puerto de Gibraltar. Fueron las mismas que detectaron que algo no iba bien la noche del pasado 29 de septiembre, en torno a las 21.25, cuando el capit¨¢n del granelero ¡ªdetenido e investigado por ello¡ª desoy¨® las ¨®rdenes de la Capitan¨ªa gibraltare?a. El hombre, experimentado en la mar y de nacionalidad siria, crey¨® tener espacio suficiente para sortear a un metanero fondeado junto al puerto, pero un desplazamiento lateral le hizo golpear contra el bulbo de proa de ¨¦ste ¨²ltimo. En la torre de control se percataron del impacto y advirtieron al capit¨¢n de que deb¨ªa detenerse. El investigado decidi¨® continuar su marcha, hasta que la v¨ªa de agua complic¨® tanto la integridad de ¨¦l y su veintena de marineros que accedi¨® a las ¨®rdenes de Capitan¨ªa de acercarse lo m¨¢ximo posible a la costa para que el barco quedase varado de forma controlada en una barra de arena en la cara de levante del Pe?¨®n.
La r¨¢pida reacci¨®n de la Capitan¨ªa del puerto de Gibraltar evit¨® que la tragedia haya sido a¨²n m¨¢s compleja. El caso del petrolero Prestige, hundido frente a las costas de Galicia hace ya 20 a?os, ya demostr¨® la peligrosidad de alejar un barco de la costa. En agosto de 2007, el mercante New Flame choc¨® contra otro barco en el Estrecho y le abri¨® una v¨ªa de agua al primero. La distancia de la costa y los temporales tambi¨¦n complicaron el rescate. El mercante se parti¨® en dos meses despu¨¦s y las dos partes no se terminaron de recuperar hasta agosto de 2008. En octubre de ese mismo a?o, el Fedra acab¨® encallando en Gibraltar, despu¨¦s de verse arrastrado por un fuerte temporal desde la zona en la que estaba fondeado (a unos 90 metros de profundidad) con problemas de motor. El OS35 est¨¢ a apenas 17 metros de profundidad y protegido parcialmente de la mala mar gracias a su ubicaci¨®n en una bah¨ªa natural.
¡°Hay mucha diferencia de c¨®mo se ha llevado este caso a lo que ocurri¨® con casos anteriores, como el Fedra¡±, explica Ghio, que accedi¨® al cargo de capit¨¢n del puerto a principios de este a?o. El presidente asegura que, en estos a?os, los Estados costeros han mejorado su protecci¨®n ante los desastres gracias a convenios internacionales como el de Nairobi, que fij¨® unas pautas f¨¦rreas para los casos de hundimientos, como la obligatoriedad de informar sobre los siniestros o que la remoci¨®n de los restos es obligaci¨®n del propietario. Pero, como todo en el Estrecho, el entendimiento entre Gibraltar y Espa?a tambi¨¦n ha puesto su parte en el caso del OS35. El Pe?¨®n ya han contrastado al detalle el plan con la Capitan¨ªa de Algeciras. ¡°Es rid¨ªculo tratar de esconder nada. Los vertidos no respetan fronteras¡±, remacha satisfecho Ghio.
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