?C¨®mo afecta la guerra a la naturaleza? Siria ha perdido el 20% de sus bosques en 10 a?os

Las guerras son, en primer lugar, un drama humano. Miles de personas padecen en sus carnes la dureza de cada conflicto. Muertos, quemados, amputados. Despu¨¦s, cuando se ampl¨ªa el foco, se pueden mirar m¨¢s cosas. ?Qu¨¦ pasa con los ¨¢rboles, con los animales, con el ecosistema? Un estudio ha analizado la situaci¨®n en Siria, que padece una cruenta guerra civil desde 2011, y ha llegado a la conclusi¨®n de que el pa¨ªs ha perdido alrededor del 20% de sus bosques en una d¨¦cada (de 2010 a 2019). Por un lado, las explosiones de artiller¨ªa generan incendios forestales dif¨ªciles de apagar sin medios y, por otro, los refugiados internos y la poblaci¨®n depauperada usan los ¨¢rboles como fuente de combustible, lo que a la larga puede impulsar la desertificaci¨®n del pa¨ªs mediterr¨¢neo.

¡°El efecto de las guerras no est¨¢ limitado al sufrimiento de la gente, sino tambi¨¦n se extiende a la naturaleza y a todos los seres vivos¡±, explica por tel¨¦fono Angham Daiyoub, una siria de 30 a?os que en 2018 viaj¨® a Catalu?a para iniciar un m¨¢ster de gesti¨®n forestal en la Universidad de Lleida. El padecimiento de la poblaci¨®n lo conoce de primera mano, pues vivi¨® varios a?os del conflicto y su familia sigue residiendo en Siria. Ya en Espa?a, se propuso estudiar el efecto de armas y bombas en el medio ambiente de su pa¨ªs.

Fruto de su investigaci¨®n, ha escrito War and Deforestation: Using Remote Sensing and Machine Learning to Identify the War-Induced Deforestation in Syria 2010¨C2019 (Guerra y deforestaci¨®n: Uso de la teledetecci¨®n y el aprendizaje autom¨¢tico para identificar la deforestaci¨®n inducida por la guerra en Siria 2010-2019), un estudio publicado en la revista cient¨ªfica Land, centrada en la gesti¨®n de la tierra y el paisaje.

El trabajo parte del estudio de im¨¢genes por sat¨¦lite de tipo Landsat con 30 metros de definici¨®n, que permitieron diferenciar entre zonas boscosas y no boscosas. ¡°Escogimos im¨¢genes de 2010, antes de que empezara la guerra, de 2015 y de 2019¡å, se?ala la ahora investigadora del Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (Creaf) en Barcelona. La deforestaci¨®n se detect¨® mediante t¨¦cnicas de aprendizaje autom¨¢tico con modelos de a?os anteriores y con la cartograf¨ªa anual de estas ¨¢reas. ¡°Los m¨¦todos de campo son dif¨ªciles de aplicar por la guerra, por lo que la teledetecci¨®n con im¨¢genes por sat¨¦lite es un instrumento adecuado para analizar el impacto del conflicto sobre el paisaje¡±, se?alan desde el Creaf.

El resultado de la investigaci¨®n ¡ªen la que tambi¨¦n han trabajado cient¨ªficos de la Universidad de Lleida y de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona¡ª muestra que de 2011, cuando comenz¨® la guerra, a 2019 el conflicto b¨¦lico ha arrasado el 19,3% de la cubierta forestal del pa¨ªs, lo que supone 63.700 hect¨¢reas de su territorio. Esta superficie equivale, m¨¢s o menos, a la de la ciudad de Madrid o a toda el ¨¢rea metropolitana de Barcelona.

La p¨¦rdida de masa forestal ha sido sostenida en el tiempo, aunque se ha concentrado, sobre todo, en la cordillera costa-monta?a de la zona noreste y en los alrededores de la capital, Damasco, situada en el sur del territorio. La tasa m¨¢s alta de desforestaci¨®n se observ¨® entre 2010 y 2015, cuando la cubierta forestal total cay¨® un 11,5% (o 38.000 hect¨¢reas). Durante el periodo 2015-2018 tambi¨¦n se observ¨® una disminuci¨®n, m¨¢s gradual, pero constante, lo que represent¨® una reducci¨®n acumulada de la superficie forestal del 7,8%.

?A qu¨¦ se debe? ¡°A varios motivos relacionados con la guerra¡±, responde Daiyoub: ¡°En primer lugar, los bombardeos y misiles generan incendios en los bosques que son dif¨ªciles de apagar, porque no hay medios para hacerlo. En segundo, el 90% de la poblaci¨®n vive por debajo del umbral de pobreza, y hay muchos refugiados internos con muy pocos recursos, sin acceso a gas o electricidad, por lo que cortan los ¨¢rboles para cocinar, calentarse, vender la madera¡­¡±, contin¨²a. Esto supone gestionar los bosques de una forma insostenible, con lo que no pueden recuperarse y pasan a ser zonas degradadas.

Erosi¨®n y tormentas

De hecho, el trabajo tambi¨¦n se?ala que la proximidad de las zonas boscosas a las carreteras, a los campos de refugiados y a los asentamientos urbanos ha sido uno de los impulsores clave de la deforestaci¨®n. ¡°Los bosques son fundamentales para el ecosistema, para la gente, para combatir la poluci¨®n del agua y del aire. Si se talan, se pierde todo eso. Pero adem¨¢s, muchas ¨¢reas boscosas en Siria est¨¢n en las monta?as, y quedarse sin ¨¢rboles puede causar erosi¨®n cuando hay tormentas, cambiar el microclima de la zona e impulsar la desertificaci¨®n y la aridez¡±, se?ala la investigadora. ¡°La parte donde hay m¨¢s bosques es la mediterr¨¢nea, donde hay todo tipo de plantas y animales, que tambi¨¦n se ven afectados por esta situaci¨®n¡±, prosigue.

Desde el Creaf se?alan que en la d¨¦cada anterior a la guerra, Siria registraba tasas anuales positivas de crecimiento forestal, seg¨²n el Syrian Monitoring of Agricultural Resources. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) informa de un aumento de 119.000 hect¨¢reas de cubierta forestal del pa¨ªs en la d¨¦cada previa a la guerra, atribuido sobre todo a campa?as de recuperaci¨®n forestal impulsadas por el Gobierno.

Daiyoub apunta que las conclusiones de este trabajo son extrapolables a otros conflictos. ¡°Se estima que en la guerra de Vietnam se perdieron dos millones de hect¨¢reas de bosques, alrededor del 20% de la masa forestal del sur del pa¨ªs. Y en Ucrania tambi¨¦n est¨¢ afectando a las zonas protegidas, desplazando animales, quemando bosques y degradando el suelo¡±, dice. La investigadora recuerda que la Convenci¨®n de Ginebra habla de proteger la naturaleza durante los conflictos y pide sanciones para los grupos armados o pa¨ªses que incumplan las leyes ambientales durante las guerras.

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