Descubren rayas ¡®parlanchinas¡¯ en el Mediterr¨¢neo: as¨ª suenan cuando se sienten en peligro
Los cient¨ªficos han grabado a dos ejemplares de dos especies en Alicante, una de ellas end¨¦mica, emitiendo chasquidos con sus bocas
La raya abre y cierra la boca mientras mueve sus aletas pectorales, emitiendo una especie de chasquido o clic mientras nada por Marina Alta, Alicante, una zona declarada ?rea de Importancia para Tiburones y Rayas (ISRA, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s). Es uno de los dos ejemplares de raya ¨Duna ¨¢spera (Radula radula) y otra tembladera (Torpedo marmorata)¨D que los investigadores de la Asociaci¨®n por el Estudio y la Conservaci¨®n de los Elasmobranquios y sus Ecosistemas (Catsharks) han grabado produciendo ese sonido. Hasta ahora, de los 665 tipos de rayas que existen en el mundo, solo estaba documentado un comportamiento semejante en tres ejemplares de otras especies en Australia e Indonesia. ¡°Estos dos registros son los primeros que se han identificado en el mar Mediterr¨¢neo, donde existen unas 35 especies de rayas¡±, indica Claudio Barr¨ªa, experto en tiburones y rayas y uno de los autores del estudio que se publica en la revista cient¨ªfica Marine Biology.
Los investigadores han comprobado que las rayas parlanchinas solo produc¨ªan el sonido cuando un submarinista se hallaba cerca de ellas y, a medida que se alejaba, la frecuencia disminu¨ªa hasta que paraba. ¡°Esto nos lleva a pensar que pueden estar asociados a una estrategia defensiva frente a potenciales amenazas como depredadores o la presencia humana¡±, a?ade Barr¨ªa. Son necesarias m¨¢s investigaciones para poder asegurar que ¡°se comunican entre ellas, pero es probable que sea as¨ª, porque cuando alguien emite un sonido deber existir un receptor, adem¨¢s de que podr¨ªan estar advirtiendo a sus cong¨¦neres del peligro¡±, a?ade. Tambi¨¦n podr¨ªa tratarse de un indicador de estr¨¦s que puede causar alteraciones en el comportamiento, indica el art¨ªculo publicado.
El descubrimiento lleg¨® por casualidad ¡°como ocurre muchas veces en la ciencia, se va en busca de algo y te topas con sorpresas¡±. En esta ocasi¨®n, la misi¨®n de Barr¨ªa y ?lvaro Almagro, tambi¨¦n autor del estudio, era contar ejemplares de raya mantelina (Gymnura altavela), catalogada en peligro de extinci¨®n por la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN). El trabajo se llev¨® a cabo entre noviembre y diciembre de 2023 y estudiaron cuatro especies de rayas. En total detectaron a 25 individuos, y de ellos solo se registr¨® la producci¨®n de sonido en dos: una raya ¨¢spera y una raya el¨¦ctrica o tembladera. ¡°Es un hallazgo importante porque la elaboraci¨®n de sonidos comunicativos podr¨ªa ser una caracter¨ªstica com¨²n en las rayas e incluso servir¨ªa para modificar la percepci¨®n negativa que se tiene de la especie, al hacerla m¨¢s cercana a nosotros es m¨¢s sencillo comunicar a la sociedad la necesidad de protecci¨®n¡±, opina Barr¨ªa.
La investigaci¨®n tiene tambi¨¦n implicaciones en las acciones de conservaci¨®n y manejo de sus h¨¢bitats. ¡°En el mar Mediterr¨¢neo la mitad de las rayas est¨¢n en peligro, y es probable que el ruido antropog¨¦nico interfiera en la comunicaci¨®n entre las especies que producen sonido, por lo que es crucial integrarlas como sensibles en los estudios de impacto ambiental¡±, plantea el art¨ªculo.
En el mundo animal existen dos tipos de producci¨®n de sonido: activa y pasiva. La primera aparece cuando existe una intencionalidad, como ocurre con los cantos de las aves. La pasiva se genera a partir de interacciones con el entorno, como el ruido del movimiento a trav¨¦s del agua o el roce contra objetos, sin intenci¨®n comunicativa directa, recuerda el art¨ªculo cient¨ªfico. Se conocen aproximadamente 990 especies de peces que cuentan con esa habilidad, pero es probable que la cantidad sea mayor y todav¨ªa no se sepa. De las 27 que pertenecen a la clase Elasmobranchii [tiburones y rayas], hay 13 producen sonido de manera involuntaria cuando se alimentan, por ejemplo, cuando rompen conchas, se?ala el art¨ªculo. Pero en este caso no es involuntario.
Otra cuesti¨®n es que exista alg¨²n tipo de comunicaci¨®n. ¡°Esta capacidad ha sido estudiada sobre todo en cet¨¢ceos, que son los mam¨ªferos marinos que m¨¢s sonidos emiten, pero en peces, sobre todo en tiburones y rayas, es muy desconocida¡±, indica Barr¨ªa. Por ejemplo, los alrededor de 2.000 cachalotes que sobreviven en el Mediterr¨¢neo occidental cazan con sus clics. Reciben un retorno en su cabeza y logran elaborar un mapa de los fondos como los sistemas sonar. Los chasquidos les sirven para alimentarse, para ver lo que les rodea, pero se trata tambi¨¦n de un sistema de comunicaci¨®n y socializaci¨®n.
El delf¨ªn mular es uno de los mam¨ªferos acu¨¢ticos m¨¢s inteligentes. Utilizan el sonido como principal v¨ªa de comunicaci¨®n a trav¨¦s de silbidos y chasquidos y son sociales. Los cient¨ªficos han detectado tambi¨¦n que tienen un gesto similar a una sonrisa humana cuando juegan con otros compa?eros.
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