La presentaci¨®n del ¡®Atlas mundial de la sequ¨ªa¡¯ abre la COP16 sobre agua y tierras en Riad

¡°El desaf¨ªo m¨¢s importante es que se entienda que la sequ¨ªa no es solo la ausencia de lluvia o humedad del suelo, sino que tambi¨¦n est¨¢ relacionada con la intervenci¨®n humana y la gesti¨®n que se hace del agua y la tierra. Es una cuesti¨®n que se cobra vidas, tiene un alt¨ªsimo coste econ¨®mico si no se act¨²a a tiempo o se hace de forma ineficiente y es un fen¨®meno global. No entiende de fronteras, estamos todos juntos en esto¡±, declara vehemente Daniel Tsegai, coautor del Atlas mundial de la sequ¨ªa que se presenta este lunes en Riad tras la inauguraci¨®n de la 16? Conferencia de las Partes (COP) de la Convenci¨®n de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificaci¨®n (UNCCD, por sus siglas en ingl¨¦s).

El trabajo, que incluye una bater¨ªa de soluciones, concluye con datos que instan a gobernantes, empresarios y sociedad civil a actuar de forma urgente: ¡°la sequ¨ªa afectar¨¢ a tres de cada cuatro personas en 2050¡å. Y la UNCCD a?ade: ¡°son [las sequ¨ªas] cada vez m¨¢s frecuentes y graves y han aumentado un 29% desde el a?o 2000 por el cambio clim¨¢tico y una gesti¨®n insostenible de la tierra¡±.

El atlas, elaborado por medio centenar de expertos internacionales para la UNCCD y el Joint Research Centre de la Comisi¨®n Europea, resume en cinco puntos los impactos de la sequ¨ªa m¨¢s all¨¢ de la inseguridad alimentaria, los conflictos, las migraciones, la degradaci¨®n de la tierra o los precios de los alimentos. El primer punto es el agotamiento del abastecimiento de agua y c¨®mo influye en las luchas por su control, las diarreas o la higiene, especialmente en las mujeres. Prosigue con la agricultura, que precisa de un 70% del agua dulce del mundo y refleja c¨®mo, por ejemplo, los patrones err¨¢ticos de lluvia inciden en la supervivencia de los peque?os agricultores. El tercer punto es la potencia hidroel¨¦ctrica, que proporciona la mayor cantidad de energ¨ªa renovable del mundo. Su interrupci¨®n puede conllevar falta de inversiones, cortes de luz o aumentos del uso de combustibles f¨®siles. El cuarto se detiene en la navegaci¨®n fluvial y c¨®mo la bajada de los niveles de agua puede interferir en el transporte por los m¨¢s de 600.000 kil¨®metros navegables del mundo con suspensiones en las cadenas de suministros o en accesos a instalaciones m¨¦dicas, educativas o laborales. Y el ¨²ltimo es la afectaci¨®n de los ecosistemas y la consecuente p¨¦rdida de biodiversidad, la proliferaci¨®n de insectos o la degradaci¨®n del suelo, donde se almacena el 80% del carbono global.

El texto tambi¨¦n remarca que las sequ¨ªas pueden combinarse con otros peligros como las olas de calor y los incendios forestales, o pueden ir seguidas de inundaciones o deslizamientos de tierra. ¡°Hay que entender que las sequ¨ªas son peligros naturales, pero no son desastres naturales. Hay que invertir en planes e infraestructuras para la tierra y la gesti¨®n del agua tanto de forma proactiva, para reducir los riesgos; como de forma prospectiva, para evitarlos¡±, a?ade el eritreo Tsegai, ahora uno de los mayores expertos del mundo en este ¨¢mbito despu¨¦s de haber sufrido de ni?o largos periodos secos en su pa¨ªs y ver c¨®mo su familia sufr¨ªa por el aumento de los precios de los alimentos ante la escasez. El investigador quiere aprovechar el momentum que vive su lucha en esta cumbre, que durar¨¢ hasta el d¨ªa 13 y es la mayor conferencia de la ONU sobre sobre sequ¨ªa y desertificaci¨®n en la historia con m¨¢s de 20.000 participantes y la primera en la regi¨®n de Oriente Pr¨®ximo y en el norte de ?frica. Es tambi¨¦n la ¨²ltima COP del a?o tras la COP16 sobre biodiversidad auspiciada por Colombia y la COP29 sobre el clima, reci¨¦n concluida en Azerbaiy¨¢n. Estos d¨ªas se acercar¨¢n a Riad altos dirigentes de un centenar de pa¨ªses, empresarios, y l¨ªderes juveniles, ind¨ªgenas y de la sociedad civil. Y en el programa se prev¨¦n tratar cuestiones como sistemas agroalimentarios, ciencia, tecnolog¨ªa, innovaci¨®n, econom¨ªa de la resiliencia y mecanismos de financiaci¨®n.

En el mapa de las sequ¨ªas m¨¢s graves de 2022 a 2024 resaltan en rojo ¨¢reas que van desde el sur y el levante de Espa?a y pr¨¢cticamente toda Europa, hasta amplias regiones de ?frica y Asia; el oeste de Estados Unidos; Am¨¦rica central; y la cuenca del Amazonas, donde 420.000 ni?os han interrumpido este a?o el acceso a la escuela por las sequ¨ªas. Para Tsegai, la previsi¨®n es clave para ahorrar ingentes cantidades de dinero frente a la improvisaci¨®n. ¡°Sale muy cara la falta de acci¨®n o la ineficiencia¡±, recalca. Junto al equipo de expertos ha planteado 12 soluciones en tres categor¨ªas. En el ¨¢mbito de la gobernanza proponen sistemas de alerta temprana y microseguros para peque?os agricultores; en el de la gesti¨®n y el uso de la tierra instan a la restauraci¨®n y a la integraci¨®n de ¨¢rboles en los cultivos (agroforester¨ªa), y respecto al abastecimiento de agua sugieren la reutilizaci¨®n de aguas residuales y la recarga de aguas subterr¨¢neas.

¡°Se requieren pol¨ªticas a todos los niveles, nacionales y regionales. Y necesitamos los mapas de vulnerabilidad de cada pa¨ªs. Que cada uno de ellos sepa cu¨¢les son sus opciones, qu¨¦ se puede hacer y cu¨¢ndo para responder de la forma m¨¢s ¨®ptima posible¡±, se?ala Tsegai, que indica que 73 pa¨ªses ya tienen avanzada esta tarea en colaboraci¨®n con la UNCCD.

Del atlas se desprende que tener planes tanto de gesti¨®n como de adaptaci¨®n es esencial para evitar males mayores. La investigaci¨®n incluye 21 casos de estudio en distintas latitudes en los que consultar las experiencias sobre el terreno de algunas pr¨¢cticas ya comprobadas. Uno de ellos es en Barcelona, donde la sequ¨ªa ha roto en tres a?os todos los r¨¦cords del ¨²ltimo siglo y justo en 2020 se aprob¨® un plan para su gesti¨®n. ¡°La anticipaci¨®n nos evit¨® llegar a situaciones cr¨ªticas como cortes de agua en la ciudad¡±, explica Jordi Molist, director de abastecimiento de la Agencia Catalana del Agua y redactor del trabajo que le solicit¨® la UNCCD. ¡°En nuestro caso activamos la desalaci¨®n y la reutilizaci¨®n de agua potable indirecta¡±, detalla Molist. Esta agua sale de depuradoras, se trata, y se vierte a r¨ªos o acu¨ªferos para luego captarla y potabilizarla. Molist explica que, a pesar de ser un sistema dise?ado para situaciones de extrema gravedad, se mantendr¨¢ su uso e incluso promover¨¢n nuevos proyectos en otras cuencas. ¡°La gran lecci¨®n es que hay que tener planes y actuar r¨¢pido, porque si esperas, ya es tarde¡±, concluye.