Uno de los principales destinos de los residuos de la dana amenaza con contaminar las aguas subterr¨¢neas

Los camiones entran y salen sin descanso de la antigua f¨¢brica de ladrillos de Picassent (Valencia). Unos depositan residuos: una amalgama marr¨®n de ca?as, fango, pl¨¢sticos y escombros que, organizada por las excavadoras, va formando monta?as de varios metros de altura. Otros transportan lodo: lo vac¨ªan en la parte m¨¢s baja de la cantera, y una m¨¢quina pasa por encima aplan¨¢ndolo. Y m¨¢s all¨¢, en la parte asfaltada de la explotaci¨®n, se apilan coches destrozados. Por un hueco de la valla, Tere, de 72 a?os, y Juan, de 65, que tienen una casa a poco m¨¢s de 100 metros, observan el trasiego. ¡°Yo creo que tenemos que ayudar a los pueblos que han sufrido la dana. No me importa si huele mal o lo que sea. Lo que me preocupa es que esto pueda tener otras consecuencias negativas¡±, dice la mujer. ¡°El mal est¨¢ hecho¡±, a?ade Juan, ¡°lo importante ahora es que hagan las cosas bien¡±.

La urgencia por sacar de los pueblos de L¡¯Horta Sud, afectados por la dana, el barro, los veh¨ªculos y la enorme cantidad de desechos en los que la inundaci¨®n convirti¨® lo que hab¨ªa dentro de casas, tiendas y pol¨ªgonos industriales ¨Dla Consejer¨ªa de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio calcula que se han retirado m¨¢s de 250.000 toneladas¨D, de forma que sus habitantes puedan recuperar cierta normalidad, est¨¢ llevando a las administraciones a flexibilizar las exigencias ambientales. Y a adoptar soluciones que, en ciertos casos, pueden convertirse en nuevos problemas.

La elecci¨®n de la antigua cantera de Picassent como vertedero provisional parece destinada a ser uno de ellos. Y es que el recinto, escogido por la Generalitat para centralizar temporalmente grandes cantidades de residuos, contiene una laguna que se form¨® probablemente por el afloramiento de las aguas subterr¨¢neas ¨Dlo que implica un riesgo de contaminaci¨®n¨D, seg¨²n los expertos consultados, as¨ª como entidades que lo analizaron en su d¨ªa, como la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car.

Lo m¨¢s plausible es que el agua emergi¨® porque la explotaci¨®n minera alcanz¨® la capa fre¨¢tica, que no es aqu¨ª muy profunda. ¡°Seg¨²n mi modelo, est¨¢ a 19 metros. No hay que excavar mucho para que salga agua¡±, afirma Gonzalo M¨ªguez Macho, uno de los mayores expertos espa?oles en aguas subterr¨¢neas, catedr¨¢tico de la Universidad de Santiago, que ha analizado el caso a trav¨¦s de im¨¢genes por sat¨¦lite. La consejer¨ªa defiende, por su parte, la ubicaci¨®n.

En direcci¨®n a la Albufera

A menos de tres kil¨®metros al este se encuentra el Parque Natural de la Albufera, un espacio declarado de especial protecci¨®n por la UE y que ha sido especialmente golpeado por la dana. M¨ªguez Macho, f¨ªsico y coautor de un atlas mundial de las aguas subterr¨¢neas publicado en Science, advierte que lo que se infiltre desde la cantera se dirigir¨¢ hac¨ªa all¨ª debido a la ligera pendiente. ¡°Creo que se deber¨ªan examinar los riesgos. No s¨¦ qu¨¦ tipo de contaminaci¨®n llevan esos lodos, pero dependiendo de lo que contengan el problema puede ser mayor o menor¡±, se?ala. El Ayuntamiento de Picassent ha reclamado por escrito a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente informaci¨®n sobre las condiciones del terreno, as¨ª como de las medidas adoptadas ¡°para evitar la contaminaci¨®n del suelo y de las aguas superficiales y subterr¨¢neas¡±.

El surgimiento de la laguna como consecuencia del corte del nivel fre¨¢tico fue publicado a finales de 2017, primero por el diario Levante-EMV y despu¨¦s por EL PA?S. El Ayuntamiento traslad¨® la cuesti¨®n a la consejer¨ªa, pero no obtuvo respuesta. Y es posible que dicha informaci¨®n no fuera incorporada a ning¨²n registro oficial. El jueves, cuando este peri¨®dico pregunt¨® a Medio Ambiente por el riesgo que implicaba que exista all¨ª la laguna, respondi¨® primero que no la hay, sino que se tratar¨ªa de ¡°agua de lluvia¡±, acumulada all¨ª porque se trata de un espacio ¡°impermeable¡±. Y que dicha condici¨®n, derivada del ¡°sustrato geol¨®gico arcilloso-margoso de la cantera¡±, fue lo que determin¨® que fuera elegida para alojar los residuos. El departamento dijo que el emplazamiento cuenta con el aval de un ¡°informe externo elaborado por una empresa acreditada¡±, y tiene el ¡°visto bueno del CSIC¡±. Este diario solicit¨®, sin ¨¦xito, consultar el informe externo. Y preguntado por el aval, el CSIC ha puntualizado que traslad¨® a la Generalitat ¡°unas recomendaciones de emplazamientos temporales condicionando su uso al cumplimiento de unos requisitos que garantizaran la seguridad medioambiental¡±.

Crisis del ladrillo

M¨ªguez Macho considera, por su parte, ¡°evidente¡± que el agua proviene del subsuelo. Es lo mismo que cree el Ayuntamiento, la explicaci¨®n por la que se inclin¨® en 2017 la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car ¨Dque se declar¨®, sin embargo, no competente para determinar si la nueva laguna deb¨ªa ser protegida¨D, as¨ª como otro experto consultado por este peri¨®dico que pide que no se publique su nombre debido al cargo que ocupa. La revisi¨®n de las im¨¢genes por sat¨¦lite de la cantera muestra una presencia constante de agua, al menos desde 2008 ¨Den 2006 todav¨ªa se observa cierta actividad y de 2007 no hay im¨¢genes¨D, lo que coincide con el inicio de la crisis financiera, que fren¨® en seco la demanda de ladrillos. M¨ªguez apunta que mientras la explotaci¨®n funcion¨® debi¨® usarse un sistema de bombeo para extraer el agua. Y, una vez abandonada la actividad, la laguna se llen¨®.

Sus dimensiones, que pueden calcularse a trav¨¦s de las im¨¢genes, var¨ªan de un a?o a otro, llegando a rondar los 18.000 metros cuadrados en 2020. El agua cubr¨ªa entonces la mayor parte del ¨¢rea donde ahora se est¨¢ vertiendo lodo y depositando basura ¨Daunque no la zona asfaltada donde han empezado a colocarse los coches¨D. M¨ªguez afirma que es normal que las dimensiones fluct¨²en. ¡°Depende de la profundidad que tenga la capa fre¨¢tica, que no es constante. Hay momentos en que alcanza el m¨¢ximo y luego va bajando, porque el agua va siendo consumida por las plantas y cultivos de alrededor, y por la evaporaci¨®n, hasta que vuelve a recargarse por las lluvias que van infiltrando y por el agua que le llega de m¨¢s arriba¡±.