¡°Si existe el m¨¢s all¨¢, estoy jodido¡±
El festival de Venecia presenta ¡®Non essere cattivo¡¯, la tercera y ¨²ltima pel¨ªcula del director italiano de culto Claudio Caligari, fallecido de un c¨¢ncer tras el rodaje
Estaban sentados en silencio. Dos sillones en el Ministerio de Bienes Culturales y la esperanza de sacar por fin adelante la pel¨ªcula. Al fin y al cabo a Claudio Caligari, el director, no le quedaba mucho tiempo. Un c¨¢ncer terminal le obligaba a apresurarse: si quer¨ªa terminar su tercer filme, tras dos obras de culto y muchos a?os de silencios y faltas de financiaci¨®n, el futuro era ahora. Y Valerio Mastandrea, el productor, deseaba m¨¢s que cualquier otra cosa que Non essere cattivo (No seas malo) recibiera el dinero para rodarse. As¨ª que ah¨ª estaban, Caligari con su malet¨ªn y Mastrandrea ocupado con el m¨®vil. Callados y a la espera. Hasta que el director rompi¨® el silencio: ¡°Si existe el m¨¢s all¨¢, estoy jodido¡±.
Mastandrea considera que esta frase basta para explicar quien fue Claudio Caligari. ¡°Era cine de los pies a la cabeza. Todos sus pensamientos y palabras nunca prescind¨ªan de un encuadre que estaba creando en su mente¡±, a?ade. El resultado de esas ocurrencias se vio ayer en Venecia, trasladado a la pantalla: Non essere cattivo se present¨® fuera de concurso y con doble aplauso. Al final de la proyecci¨®n, por el filme, que muchos echaron de menos en la pugna por el Le¨®n de Oro. Y antes, cuando apareci¨® el nombre del director, que falleci¨® el pasado 26 de mayo a los 67 a?os, a tiempo para terminar la pel¨ªcula pero no para acompa?arla al Lido.
Para entender mejor a Caligari tambi¨¦n sirve echar un ojo a su curr¨ªculo. Personaje at¨ªpico, ajeno a la industria y poco proclive a los compromisos, adorador de Pasolini y Scorsese, el cineasta lanz¨® su ¨®pera prima, Amor t¨®xico, en Venecia en 1983. El filme, historia de drogas y de la cara m¨¢s sombr¨ªa de Roma, se convirti¨® en una obra venerada por parte de la cr¨ªtica y le gan¨® un grupo de fans incondicionados. Y un destino parecido sufri¨® El olor de la noche, que se estren¨® 15 a?os despu¨¦s, de nuevo en La Mostra. Han pasado otros 17 a?os, muchos fracasos y desilusiones, y el tumor finalmente derrot¨® a Caligari, pero no antes de que terminara Non essere cattivo, justo a tiempo para volver otra vez a Venecia. De hecho, quiz¨¢s tambi¨¦n gracias al filme, Caligari obligo al c¨¢ncer a llegar hasta la pr¨®rroga: ¡°Claudio perdi¨® en los penaltis. Y esa nunca es una derrota real¡±.
La pel¨ªcula vuelve a los temas que siempre han atra¨ªdo a Caligari. J¨®venes perdidos, coca¨ªna, pastillas, periferias, emarginados y valores quebrados, en la Ostia, el puerto de Roma, de 1995. All¨ª el director filma la vida de Cesare y Vittorio, volcados en tirar a la basura sus existencias y ahogarse cada vez m¨¢s en una espiral de la que no hay fuga posible. ¡°La droga es el arma de destrucci¨®n masiva que nunca pasa de moda. Pero tambi¨¦n hay otras, m¨¢s sutiles, m¨¢s de nuestra ¨¦poca. Claudio quer¨ªa representar a quien encuentra el diablo sin juzgarlo nunca, y con eso ha regalado al cine su misi¨®n aut¨¦ntica: contar y punto, dejando a quien escucha la libertad de entender o no¡±, relata Mastandrea.
Quiz¨¢s por querer narrar estas historias, por enfocar su c¨¢mara siempre hacia la oscuridad, Caligari nunca consigui¨® sacar adelante los otros varios proyectos que concibi¨®. ¡°Para ¨¦l pensar, escribir y hacer una pel¨ªcula significaba no dar nunca un paso atr¨¢s. Y esta actitud se ha encontrado a menudo con una puerta cerrada¡±, asegura Mastandrea. El productor atribuye tambi¨¦n los problemas a la tendencia del cine a premiar solo ¡°las historias que funcionan¡± y de hecho parece casi sorprendido de que Non essere cattivo sea realidad: ¡°Ha habido una serie de coyunturas incre¨ªbles. Es un filme que m¨¢s que cualquier otro te dice lo que significa este trabajo, como no puedes pensar en hacerlo t¨² solo, como la pasi¨®n te puede alargar la vida¡±.
Para no dejar nada por intentar, Mastandrea hasta dirigi¨® una carta al mism¨ªsimo Scorsese, pidi¨¦ndole apoyo. ¡°Escrib¨ª lo que pensaba, instintivamente. Que hab¨ªa un director en Italia que amaba el cine como ¨¦l y que necesit¨¢bamos una mano para encontrar el dinero. Dije que era como contar un chiste en una cena en la que todo el mundo est¨¢ a su pu?etera bola¡±, recuerda el productor. El cineasta estadounidense nunca contest¨®, pero desde entonces algo se movi¨®.
El rodaje se puso en marcha, y Caligari se mantuvo al frente hasta sus ¨²ltimos d¨ªas. De ah¨ª que Non essere cattivo sea tambi¨¦n su testamento y su declaraci¨®n de amor definitiva al medio. ¡°Su vida han sido solo pel¨ªculas. Vistas, estudiadas, amadas, escritas, nunca hechas. Aunque, para como lo ha rodado, nunca pens¨® que ser¨ªa el ¨²ltimo¡±, afirma Mastandrea.
Sin embargo lo ha sido. Y pudo llegar incluso a no existir nunca. Tanto que una vez, en otra espera esta vez ante un sem¨¢foro rojo, camino de una visita a un onc¨®logo, director y productor tuvieron otro di¨¢logo de cine.
-Muero como un gilipollas. Y solo he hecho dos filmes.
-Hay gente que de pel¨ªculas habr¨¢ hecho m¨¢s de 30 y es mucho m¨¢s gilipollas que t¨².
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