Carmen vuelve a la F¨¢brica de Tabacos
La Universidad de Sevilla crear¨¢ un museo con el mito de la rebelde cigarrera como uno de sus pilares
Carmen vuelve a la f¨¢brica donde naci¨® como mito para apoyar una de las iniciativas culturales m¨¢s importantes de la capital andaluza en este siglo. La cigarrera libre, desafiante, hedonista y rebelde ser¨¢ uno de los pilares del museo que la Universidad de Sevilla prev¨¦ abrir en dos a?os tras recuperar un espacio privilegiado en la Real F¨¢brica de Tabacos de 1728, que alberga parte de la instituci¨®n educativa, con 500 a?os de existencia. Carmen ser¨¢ el cruce de siglos entre la historia del centro acad¨¦mico y su futuro, que configurar¨¢n el nuevo gran centro cultural de la ciudad.
El museo de la Universidad lo tiene casi todo antes de nacer: el continente ¡ªla monumental sede de una de las industrias tabaqueras m¨¢s antiguas de Europa¡ª, el contenido ¡ªuna colecci¨®n ¨²nica de miles de bienes art¨ªsticos y cient¨ªficos recopilados durante 500 a?os¡ª y el p¨²blico, m¨¢s de 1.000 visitantes que se suman a diario a los alumnos y docentes que ocupan las aulas y los espacios.
Miguel ?ngel Castro, rector de la Universidad de Sevilla, calcula que en 2018 terminar¨¢ la adecuaci¨®n del espacio y que en 2019 estar¨¢ abierto el museo. ¡°Se abrir¨¢ en mi mandato¡±, promete Castro a tres meses de llegar a la mitad de su periodo como responsable de la universidad. Lo m¨¢s dif¨ªcil lo ha conseguido ya: disponer de unas naves de gran valor en el centro de la ciudad y en el coraz¨®n de la sede monumental que ocupaba hasta ahora la Hermandad de los Estudiantes, una cofrad¨ªa de Semana Santa vinculada a la instituci¨®n. El coste de esta obra podr¨ªa rondar los 600.000 euros de fondos propios.
Castro cree que este espacio ser¨¢ el punto de partida de un itinerario docente, investigador y art¨ªstico por los bienes de la universidad, dispersos en varios centros, con exposiciones especiales habituales que, adem¨¢s, servir¨¢n como v¨ªa extraordinaria de financiaci¨®n de programas de investigaci¨®n o de conservaci¨®n.
Luis M¨¦ndez y Luis Mart¨ªnez Montiel, como responsables del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus), se han lanzado ya sobre el proyecto de uno de los mejores espacios expositivos andaluces. Est¨¢n en la fase de catalogaci¨®n de los bienes y les salen hasta ocho ¡°submuseos¡± con material de farmacia, biolog¨ªa, geolog¨ªa, medicina, pintura, escultura, documental y otras disciplinas.
Obras de Francisco Pacheco, Juan de Mesa, Mart¨ªnez Monta?¨¦s compartir¨¢n espacios con pintores contempor¨¢neos como Luis Gordillo y primeras ediciones de imprenta convivir¨¢n con modelos anat¨®micos ¨²nicos, colecciones singulares de bienes industriales de la era fabril de la sede universitaria o el herbario surgido de los viajes cient¨ªficos de la ilustrada expedici¨®n de Malaspina.
¡°El museo va a ser la punta de lanza del campus de Humanidades. Hacer cultura es el tercer pilar de la universidad, junto a la docencia y la investigaci¨®n¡±, resume entusiasmado M¨¦ndez, quien defiende que Sevilla cuenta con uno de las colecciones de bienes m¨¢s importantes de Europa y el centro andaluz podr¨¢ competir con los creados por Oxford, Cambridge o Yale.
Mart¨ªnez Montiel y M¨¦ndez ya tienen en la cabeza los bocetos del relato del nuevo museo: contar¨¢ la historia de la universidad y con ella, la de la ciudad; tambi¨¦n servir¨¢ para recorrer el patrimonio industrial; y, por ¨²ltimo, har¨¢ de puente con el futuro de las generaciones que ahora ocupan las aulas.
El hilo conductor de esta m¨¢quina del tiempo ser¨¢ una de las figuras m¨¢s m¨ªticas de la ciudad, que ha hecho universal la f¨¢brica de tabaco sevillana y sobre la que Mart¨ªnez Montiel ya ha trabajado. Ser¨¢ la Carmen que Prosper M¨¦rim¨¦e inmortaliz¨® en las p¨¢ginas de Revue des deux mondes en 1845 y que George Bizet catapult¨® 30 a?os m¨¢s tarde con su ¨®pera.
¡°Carmen simboliza a las 5.000 mujeres que se llegaron a congregar en la f¨¢brica en la ¨¦poca de mayor producci¨®n manual. Eran independientes. Eleg¨ªan cu¨¢ndo y cu¨¢nto quer¨ªan trabajar porque cobraban por unidad elaborada y eran m¨¢s h¨¢biles que sus compa?eros. Es fundamental en la historia de la sede de la universidad y de Sevilla; es el enlace perfecto¡±, asegura Mart¨ªnez Montiel.
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