?lmer Mendoza: ¡°El detective de mis novelas es un ejemplo para la polic¨ªa mexicana¡±

?lmer Mendoza (Culiac¨¢n, 1949) habla sin despegar la sonrisa de los labios, con un tono apacible y aparentemente inocente, aunque lo que est¨¦ contando es c¨®mo acribillaron a unos polic¨ªas que conoc¨ªa. Estos eran, seg¨²n cuenta en una entrevista a este diario, muy parecidos al protagonista de cuatro de sus novelas, El Zurdo Mendieta, un agente aferrado en hacer cumplir la ley. El escritor mexicano, reconocido como el padre de la narcoliteratura, recupera a este personaje en su nueva novela Asesinato en el Parque Sinaloa, que presenta este lunes en la Feria del Libro de Guadalajara. Y explica orgulloso c¨®mo este detective se ha convertido en un ejemplo a seguir para la polic¨ªa mexicana.

La trama discurre en Los Mochis, Sinaloa. Un abogado aparece asesinado en uno de los parques de esta ciudad cercana a la costa del Pac¨ªfico mexicano. Y cerca de ese lugar, una explosiva mujer, su prometida, rematada de un balazo en un ojo. Ella es la principal sospechosa. Caso cerrado. Porque investigar m¨¢s de la cuenta puede llevar hasta el verdadero culpable y nadie quiere tener un problema con ¨¦l. Una trama que podr¨ªa ocurrir perfectamente en la vida real mexicana, seg¨²n cuenta su autor: "Hemos vivido un largo proceso donde es posible cargarle los muertitos a quien sea".

En la obra aparece desde el principio un personaje sin nombre todav¨ªa, a quien Mendoza apoda Si Ya Saben C¨®mo Soy Para Qu¨¦ Me Atrapan. Tambi¨¦n una mujer famosa que lo vuelve loco. Que quiere publicar una radionovela sobre su vida. Y el lector enseguida se da cuenta del paralelismo con uno de los eventos m¨¢s telenovelescos de la historia de los capos del narcotr¨¢fico mexicano. En las p¨¢ginas de Mendoza hay mucho m¨¢s que ficci¨®n.

P. ?Qu¨¦ fue antes, su novela o la espectacular historia alrededor de la ¨²ltima fuga de El Chapo?

R. Yo estaba escribiendo la novela cuando me enter¨¦ de aquello. Cuando lo detienen y se destapa todo, me detuve y dije: "?No puede ser!". Hab¨ªa coincidencias m¨¢s o menos fundamentales. Y fui al lugar donde estuvo escondido con unos amigos. Cada uno de ellos me daba su apreciaci¨®n, y fui haciendo una lista con eso para estudiarlas, porque pens¨¦ que las podr¨ªa utilizar. Y fue lo que hice. Pero realmente el dise?o que ten¨ªa de la historia no vari¨®. Digamos, los puntos que ten¨ªan que ver con la presencia de unos narcos, mujeres, no tuvo grandes variaciones.

P. ?Qu¨¦ atractivo tienen estos romances entre narcos para la novela negra?

R. Mucho, porque en primer lugar un narco se asume como una persona poderosa, el poder que da el dinero, la fama, porque ellos tambi¨¦n disfrutan su fama, y eso les abre el mundo femenino. No quiere decir que todas se interesen por ¨¦l para pasar una noche, pero sabe que tiene ese sex appeal revolucionado por el poder y lo ejerce con completa confianza. El caso m¨¢s notable es que, por ejemplo, un narco puede contratar a una cantante famosa para que act¨²e en los 15 a?os de su hija y entonces puede hacerle una propuesta y la chica tiene la libertad de aceptar o no. Entonces, de la decisi¨®n que ella tome puede derivarse lo que sigue.

P. ?Por qu¨¦ decide usar el Si Ya Saben C¨®mo Soy Para Qu¨¦ Me Atrapan?

R. ?Esa frase me encanta! Creo que se la inventaron en las redes sociales y yo se la debo a Javier Sol¨®rzano y me gust¨® much¨ªsimo cuando ¨¦l la dijo y decid¨ª usarla. En un principio la hab¨ªa utilizado muchas veces, pero me sacaba el discurso de ritmo. Lo dej¨¦ como una o dos veces al principio de la novela y creo que con eso fue suficiente.

P. Hay un momento en el que muestra al capo perdido, obsesionado por una mujer. ?Qu¨¦ opina de las cr¨ªticas a mostrar ese lado m¨¢s sensible de estos criminales?

R. Lo que pasa es que todos los delincuentes tienen esa parte. Todos. Hasta los asesinos en serie. Entonces es una parte que no es f¨¢cil trabajar, porque todo el mundo espera centrarse en el universo de crueldad del que son capaces. Pero trabajar el lado religioso, prudente, humano y el dependiente, es m¨¢s complicado.

P. ?C¨®mo ve el g¨¦nero de la novela negra en M¨¦xico?

R. En general, creo que es una novela que supone en la actualidad un esfuerzo muy serio. Porque hemos superado una etapa en la que nos consideraban autores mediocres, que hac¨ªamos una literatura menor, pero creo que hemos roto ese esquema. Nuestros trabajos tambi¨¦n son una propuesta de estilo, tambi¨¦n tienen valores literarios contempor¨¢neos y creo que son capaces de competir con cualquier g¨¦nero.

P. ?Cree que es f¨¢cil encontrarse un polic¨ªa como El Zurdo Mendieta en M¨¦xico?

R. F¨ªjate que s¨ª. Una vez fui invitado por la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica, para hacer una conferencia con polic¨ªas y me sorprendi¨® much¨ªsimo, no le encontraba el sentido ir. Mi anfitri¨®n me dijo que era porque El Zurdo Mendieta se parec¨ªa a los polic¨ªas reales, que era muy dif¨ªcil evitar esos peque?os deslices de corrupci¨®n que tienen, pero que ¨¦l era un modelo a seguir, un agente comprometido con su oficio. Porque los polic¨ªas que conoc¨ª y en los que me bas¨¦, perdieron la vida en la defensa de su trabajo, eran as¨ª: enfrentaban a los delincuentes y poco despu¨¦s aparec¨ªan por ah¨ª acribillados.

P. ?C¨®mo se escribe de violencia despu¨¦s del asesinato del periodista Javier Valdez?

R. Veo a los periodistas muy indignados, pero tambi¨¦n los veo cuidadosos. Y Javier era un tipo muy valiente, con una temeridad que siempre lo ten¨ªa al borde de las amenazas. Creo que si eventualmente hay alg¨²n periodista con alguna informaci¨®n privilegiada, si le cuesta la vida, creo que se lo est¨¢ pensando y me parece bien. Porque ya hemos perdido uno, por qu¨¦ vamos a perder a otro.

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Autor:?Elmer Mendoza.

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