¡®Maruxa¡¯ en la ¨¦poca del chapapote
Uno de aspectos m¨¢s rese?ables de la actual gesti¨®n de Daniel Bianco al frente del Teatro de la Zarzuela es la recuperaci¨®n de t¨ªtulos de Vives
Maruxa es digna hija del Teatro de la Zarzuela. Naci¨® a ra¨ªz de que Amadeo Vives se hiciera cargo de la direcci¨®n de este coliseo en 1914. All¨ª se estren¨® y es justicia po¨¦tica que all¨ª vuelva despu¨¦s de m¨¢s de 40 a?os de espera. Pero hay m¨¢s, uno de aspectos m¨¢s rese?ables de la actual gesti¨®n de Daniel Bianco al frente de este teatro es la recuperaci¨®n de t¨ªtulos de Vives; hace justo un a?o fue La villana. El inmortal autor de Do?a Francisquita es uno de los m¨¢s grandes de la historia del g¨¦nero l¨ªrico espa?ol. Sus zarzuelas son casi ¨®peras y la m¨²sica no solo tiene la ambici¨®n de completar casi por completo la narraci¨®n, es que es, adem¨¢s, prodigiosa en t¨¦rminos generales.
Maruxa
M¨²sica de Amadeo Vives. Libreto de Luis Pascual Fuentes. Direcci¨®n musical: Jos¨¦ Miguel P¨¦rez-Sierra. Direcci¨®n esc¨¦nica y escenograf¨ªa: Paco Azor¨ªn. Vestuario Anna G¨¹ell. Iluminaci¨®n: Pedro Yag¨¹e. Reparto, d¨ªa 25: Maite Alberola, Rodrigo Esteves, Sim¨®n Orfila, Svetla Krasteva, Carlos Fidalgo, Carles Pach¨®n. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Coro del Teatro de la Zarzuela. Madrid. Del 25 de enero al 11 de febrero.
Por supuesto, es bien sabido que los libretos pocas veces han acompa?ado tama?a ambici¨®n, pero tampoco era para tirar cohetes el libreto de otra joya del momento, La vida breve, de Falla. Eran tiempos de regionalismo y dramas amorosos con su pizca de abusos de clases sociales. Por cierto, La vida breve tambi¨¦n se estren¨® en Espa?a el mismo a?o, 1914, y en este mismo teatro que reg¨ªa el gran Vives, un a?o antes lo hab¨ªa hecho en Francia. Estamos, pues, ante un a?o de gloria en la historia del drama l¨ªrico en Espa?a.
Sobre la base de que el libreto es el tal¨®n de Aquiles de esta pieza l¨ªrica extraordinaria, Paco Azor¨ªn se ha liado la manta a la cabeza con una revisi¨®n que tiene el m¨¦rito de que es imposible empeorar el original: Maruxa, su amado Pablo y los enredadores Rosa y Antonio han sido conducidos a los a?os setenta y enfrentados a una crisis de un vertido de petr¨®leo de los que han ennegrecido con lamentable frecuencia las costas de Galicia. Y es que Azor¨ªn ha querido convertir su versi¨®n en un ¡°canto a Galicia¡± con citas a Rosal¨ªa de Castro. Ni est¨¢ mal la intenci¨®n ni est¨¢ todo lo bien que pretenden sus promotores, hay cierto abuso de escenas paralelas y la conversi¨®n de la tormenta del segundo acto en un mot¨ªn de gallegos recogiendo chapapote puede gustar a unos m¨¢s que a otros, pero convierte la peripecia amorosa en un episodio m¨¢s tonto a¨²n que el original. Pero queda la m¨²sica: inspirada siempre, moderna, admirablemente orquestada y, como dije, con una ambici¨®n oper¨ªstica que ha llevado con frecuencia a redondear la intenci¨®n y musicalizar al 100% la zarzuela para considerarla una ¨®pera. Esta es la versi¨®n que hoy se escucha. Bienvenida esta versi¨®n de una obra fundamental, de un autor imprescindible, y que resulta extraordinaria a la escucha, que es donde se bate una obra l¨ªrica.
Maruxa precisa de un quinteto vocal homog¨¦neo y de altas prestaciones. Esta versi¨®n casi lo consigue, de no ser porque la Rosa del primer reparto, Ekaterina Metlova, fue sustituida por enfermedad y Svetla Krasteva, del segundo reparto, queda por debajo del nivel de sus compa?eros. Excelentes la soprano Maite Alberola en el papel principal y su r¨¦plica, el bar¨ªtono Rodrigo Esteves. Correcto el Antonio de Carlos Fidalgo y verdaderamente sobresaliente el Rufo de Sim¨®n Orfila, los aplausos del respetable a este bajo admirable coinciden con mi apreciaci¨®n. La Orquesta de la Comunidad de Madrid y el Coro titular se gustan en esta m¨²sica tan bien pensada y escrita que el maestro P¨¦rez-Sierra conduce con seguridad.
Babelia
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