Grandes d¨ªas (y una noche)
Consuela que, en un mundo en el que Amazon ya controla casi el 50% del mercado de papel en Estados Unidos, la gente pueda comprobar que sigue habiendo libreros de carne y hueso
1. Orin¨¢ndo(se)
Comienza la segunda gran temporada anual del libro: desde Sant Jordi (y los beatos Cervantes y Shakespeare) a la Feria del Libro de Madrid ¡ªque este a?o, ay, ha dado un gremial portazo a los editores¡ª, se extiende el ¨²ltimo acto del comercio libresco antes de la rentr¨¦e oto?al (y vuelta a empezar). Consuela que, en un mundo en el que Amazon ya controla casi el 50% del mercado del libro de papel en Estados Unidos, la gente pueda comprobar que sigue habiendo libreros de carne y hueso y librer¨ªas de cemento, ladrillo, madera y cristal. La oferta sigue siendo brutal, monstruosa: m¨¢s de 85.000 t¨ªtulos nuevos y reediciones puestos en circulaci¨®n por editores de toda clase y tama?o. Y, sin embargo, seg¨²n los datos de LibriRed, en el primer trimestre del a?o la venta total de libros descendi¨® en un 7,24% respecto al mismo periodo de 2017, y si nos limitamos al apartado de ficci¨®n la ca¨ªda fue el 12,06%: se ve que la gente consume menos novelas, aunque se publiquen m¨¢s. En todo caso, y teniendo en cuenta la cada vez m¨¢s evidente estacionalizaci¨®n de las ventas, ahora empieza uno de sus grandes momentos, de modo que compren libros y rep¨¢rtanlos a parientes y amigos. Pero recuerden siempre ¡ªse lo agradecer¨¢ su bolsillo¡ª que, como advert¨ªa Diderot ¡ª?uno de los ¡°libreros¡± (editores) m¨¢s conspicuos del Par¨ªs prerrevolucionario¡ª, si ¡°el amor a los libros no est¨¢ guiado por una mente esclarecida constituye una de las pasiones m¨¢s rid¨ªculas¡±. Hay que seleccionar y medir las propias fuerzas lectoras para que esos fajos de papel encuadernado ¡ªque son el esqueleto material del libro¡ª no terminen por ocupar el espacio entero de nuestras vidas. La biblioman¨ªa es una enfermedad, sin duda, aunque quiz¨¢s una de las menos perniciosas (y m¨¢s rentables para los libreros). El mismo philosophe contaba que para combatir la acumulaci¨®n exist¨ªan muchos remedios. Uno de ellos ¡ªque conoc¨ªa de o¨ªdas¡ª era el implementado por cierto individuo que lleg¨® a hacerse una librer¨ªa muy selecta con muchos libros buenos y que, sin embargo, ocupaba poco espacio: arrancaba y guardaba s¨®lo las p¨¢ginas que conten¨ªan lo mejor de cada uno y arrojaba el resto al fuego. Claro que, en aquel tiempo, la novela era arte menor. En cuanto a Amazon, al que citaba al principio del comentario, The Sun afirmaba hace poco que las condiciones de trabajo en uno de sus mayores centros brit¨¢nicos (65.000 metros cuadrados) no cesaban de empeorar. Seg¨²n el tabloide, algunos de sus empleados se llevar¨ªan botellas para orinar en ellas y no tener que recorrer grandes distancias hasta el excusado, dado que la empresa penaliza, con descuentos en los salarios, a quienes se ausentan demasiado tiempo de su puesto de trabajo. Ya ven: lo de Charlie Chaplin enloquecido apretando tuercas sin parar (Tiempos modernos, 1936) no era una broma, por m¨¢s que Jeff Bezos se partiera presumiblemente de risa la primera vez que vio la cinta. Y seguro que Chaplin tampoco beb¨ªa mucha agua en su cadena de montaje fordista no fuera que le entraran ganas de hacer pip¨ª.
2. Gr¨¢ficas
Contin¨²a la buena racha de novelas gr¨¢ficas. Selecciono algunas para que les echen un vistazo y, si les gusta lo que ven, contribuyan a financiar un subsector de la edici¨®n a¨²n en precario. En primer lugar dos grandes historias devastadoras: La tierra de los hijos (Salamandra), de Gipi (Gian Alfonso Pacinotti, Pisa, 1963), es una peque?a (y premiad¨ªsima) obra maestra situada en un mundo posapocal¨ªptico y desolado en el que se perciben reminiscencias de la saga dist¨®pica Mad Max y de la novela de Cormac McCarthy La carretera (2006) o, mejor a¨²n, de su versi¨®n cinematogr¨¢fica (John Hillcoat, 2009). Saint Cole (La C¨²pula), de Noah Van Sciver (Nueva Jersey, 1984), es la historia ¡ªun estupendo guion, un dibujo dur¨ªsimo¡ª de un perdedor muy contempor¨¢neo que recuerda a ciertos personajes de Raymond Carver. Un registro muy diferente y mucho m¨¢s amable lo encontrar¨¢n en otros dos excelentes libros de Salamandra, un sello que est¨¢ apostando fuerte por las novelas gr¨¢ficas: la historia de amor adolescente de Martha y Alan (Emmanuel Guibert, Par¨ªs, 1964) y, m¨¢s all¨¢ del c¨®mic, la estupenda novela autobiogr¨¢fica (bellamente ilustrada a todo color) Historia de Pingru y Meitang, de Rao Pingru (Nanchang, 1922), en la que se nos relata ¡ªa trav¨¦s de una gran par¨¢bola de amor y resiliencia¡ª buena parte de la historia china del siglo XX.
3. Pap¨¢s
Hasta la fecha s¨®lo hab¨ªa le¨ªdo dos libros del norteamericano Stephen Greenblatt, uno de los grandes maestros contempor¨¢neos del ensayo hist¨®rico y, probablemente, el m¨¢s conocido representante del ¡°nuevo historicismo¡± aplicado a Shakespeare y el mundo isabelino. Tanto El giro (Pulitzer de no-ficci¨®n en 2012, publicado por Cr¨ªtica), construido en torno al descubrimiento en el siglo XV de una copia del manuscrito de De rerum natura, de Lucrecio, como la estupenda biograf¨ªa de Shakespeare El espejo de un hombre (2004; publicado directamente en DeBolsillo, de Penguin Random House) son, en realidad, dos iluminadores estudios culturales construidos sobre investigaciones concretas de personajes y coyunturas hist¨®ricas. Ahora Cr¨ªtica acaba de publicar Ascenso y ca¨ªda de Ad¨¢n y Eva, un deslumbrante estudio transversal (historia, religi¨®n, cultura, psicolog¨ªa, arte e iconograf¨ªa, ciencia) de nuestros primeros padres (adem¨¢s de Lucy, la Eva australopiteca de la que, quiz¨¢s, todos descendemos). Un libro que deconstruye mitos, creencias, misoginias y que explica el camino por el que Ad¨¢n y Eva llegaron a ser lo que son en casi todas las culturas. Y, por encima de todo, una lectura mucho m¨¢s absorbente que la de la mayor¨ªa de novelas que empiezo, y termino dejando de lado antes de que el sabueso/a en cuesti¨®n resuelva el caso. No se lo pierdan.
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