Antes y despu¨¦s de la revoluci¨®n
Anastas¨ªa Tsviet¨¢ieva dedica su fascinante y reveladora autobiograf¨ªa a sus vivencias ¨ªntimas y las de su hermana mayor, la c¨¦lebre poeta Marina Tsviet¨¢ieva
Anastas¨ªa Tsviet¨¢ieva dedica su autobiograf¨ªa a las vivencias ¨ªntimas, suyas y de quienes la rodeaban, sobre todo su hermana mayor, la c¨¦lebre poeta Marina Tsviet¨¢ieva. Cuenta que la infancia de las hermanas transcurri¨® entre viajes, porque las hijas acompa?aban a su madre enferma a los tratamientos en el extranjero, y rodeadas de cultura: el padre fue el fundador del Museo Pushkin de Mosc¨²; la madre era pianista; Marina, poeta, y Anastas¨ªa tuvo su primer encuentro con La divina comedia a los 11 a?os.
La infancia de las hermanas, nacidas en 1892 y 1894, respira un aire de quietud como el que se aprecia al comienzo de El mundo de ayer, de Stefan Zweig: la misma calma antes de la tormenta. El ambiente es comparable, tambi¨¦n, con el de la autobiograf¨ªa Habla, memoria de Vlad¨ªmir Nabokov: estamos ante familias ilustradas de la Rusia zarista cuyas vidas quebrant¨® la revoluci¨®n. Durante los a?os que la precedieron, Anastas¨ªa cuenta que public¨® dos libros, se cas¨® y se separ¨®; de su primer matrimonio le qued¨® un hijo. Tras la revoluci¨®n perdi¨® a su segundo marido y al hijo que tuvo con ¨¦l. Y a su hermana: tras la revoluci¨®n Marina se march¨® al exilio con su hija Ariadna para reunirse con su marido en Praga. Fue en la capital checa donde Marina se sinti¨® m¨¢s acogida y donde escribi¨® sus poemas m¨¢s admirables, ¡®Poema de la monta?a¡¯ y ¡®Poema del fin¡¯, cuenta Anastas¨ªa.
Al igual que la poeta Anna Ajm¨¢tova, a la que no se cansa de citar, Anastas¨ªa se qued¨® a compartir el destino con su pueblo en una Uni¨®n Sovi¨¦tica reci¨¦n establecida y no volvi¨® a encontrarse con Marina hasta cinco a?os m¨¢s tarde, cuando en 1927 emprendi¨® un viaje a Occidente. La mujer, de 33 a?os, acababa de entrar en una animada correspondencia con Maksim Gorki, que viv¨ªa en Italia. Despu¨¦s de haber pasado un mes con el escritor y su entorno, Anastas¨ªa se desplaz¨® a Par¨ªs donde, adem¨¢s de retomar el hilo de la vida de Marina, que entonces viv¨ªa all¨ª, se reuni¨® con su amiga de juventud, Galia Di¨¢konova, y su esposo, el poeta Paul ?luard. Galia no era otra que quien m¨¢s tarde se convertir¨ªa en Gala Dal¨ª.
Tsviet¨¢ieva redact¨® sus memorias durante los a?os del totalitarismo sovi¨¦tico y, si quer¨ªa que la censura le permitiera publicarlas, deb¨ªa vigilar que ninguna cr¨ªtica pol¨ªtica apareciera en su manuscrito. En ¨¦l se notan aut¨¦nticos malabarismos para que el lector adivinara algunas dudas acerca del r¨¦gimen pero no el censor. Por eso el libro contiene poca reflexi¨®n pol¨ªtica y apenas roza su actitud favorable hacia el nuevo pa¨ªs, aunque Anastas¨ªa admite haber sugerido a Marina que regresara a la patria.
La historia de ese regreso forma la ¨²ltima parte del libro. Anastas¨ªa cuenta la relaci¨®n de Marina con su marido enfermo, que fue ejecutado, y su hija, enviada al Gulag. Y sus ¨²ltimos meses antes de suicidarse en 1941. Pese a la ausencia de algunos hechos ¡ªlos 15 a?os que Anastas¨ªa pas¨® en el Gulag¡ª, se trata de un libro fascinante y revelador que nos acerca la vida tanto en Rusia, antes y despu¨¦s de la Revoluci¨®n, como en el exilio.
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Autor:?Anastas¨ªa?Tsviet¨¢ieva.
Editorial: Hermida (2018).
Formato:?tapa blanda (1.200 p¨¢ginas).
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