Poca partitura para este quinteto
?lex Rigola dirige una versi¨®n lib¨¦rrima de 'Un enemigo del pueblo', de Ibsen, con la fuerza comunicativa de Israel Elejalde, Irene Escolar, Nao Albet, ?scar de la Fuente y Francisco Reyes
Me entusiasm¨® la adaptaci¨®n que Rigola hizo de T¨ªo Vania. Escrib¨ª: ¡°Pureza, emoci¨®n, intensidad en vena¡±. All¨ª se reduc¨ªa mucho el texto (y el espacio), pero el formidable equipo lograba atrapar y destilar los conflictos esenciales y nos daban el perfume de Ch¨¦jov. Tambi¨¦n quiero resaltar las recientes adaptaciones que Rigola hizo de El polic¨ªa de las ratas, de Bola?o; su relectura de Ivanov, y el retrato de Pasolini encarnado por Gonzalo Cunill. Lamento decir, en cambio, que no me ha convencido la ¡°versi¨®n libre¡± (y direcci¨®n) de Un enemigo del pueblo, de Ibsen, estrenada en el Pav¨®n, con cinco int¨¦rpretes de probado talento: Israel Elejalde, Irene Escolar, Nao Albet, ?scar de la Fuente y Francisco Reyes. Guillermo Toledo dej¨® el espect¨¢culo poco antes del estreno ¡°por razones de agenda¡±.
La funci¨®n (subtitulada??gora) tiene cierto aire de estar descubriendo varias sopas de ajo. La primera (que ya estaba en Vania) consiste en que los actores usan sus propios nombres, como si nos estuvieran mostrando, oh sorpresa, que son c¨®micos interpretando personajes. Y se dirigen al p¨²blico porque, como Rigola ha dicho, ¡°a estas alturas carece de sentido la cuarta pared. Teniendo el cine y la televisi¨®n, es dif¨ªcil que el espectador de hoy se crea historias sobre un escenario¡±. Hombre, me parece que lo de romper la cuarta pared estaba ya un poco inventado. Y lo de ¡°convertir el patio de butacas en una especie de ¨¢gora, en la que los actores exponen los hechos y el p¨²blico debe emitir su dictamen con una votaci¨®n real¡± quiz¨¢s tambi¨¦n.
En este montaje, el ¡°os vamos a contar la obra¡±, por mucho que luego se ¡°act¨²e¡±, me saca de la historia
Digamos, para no destripar mucho, que en el primer tercio de la obra van a hablarnos de la democracia, con sus pros, sus contras y sus riesgos. El quinteto lo hace con mucha gracia y gran fuerza comunicativa, aunque me interes¨® m¨¢s c¨®mo lo dec¨ªan que lo que dec¨ªan. Hay una sugestiva acci¨®n dram¨¢tica, hija de la votaci¨®n (o de la manipulaci¨®n). El problema es que cuando estamos en el momento de mayor suspense se abren dos l¨ªneas a seguir. Una de ellas es, como en los laberintos de feria, entrar en el texto de Ibsen. Y los actores entran ¡°contando¡±, resumiendo, en versi¨®n modernizada, y bastante recortada. Aqu¨ª he de se?alar que no me parece mal que le peguen tajos a Un enemigo del pueblo.
Resumir¨¦ yo tambi¨¦n. Elejalde (aqu¨ª Isra) es el m¨¦dico Thomas, y tambi¨¦n un articulista radical del ¡°diario libre digital¡± Public Enemy, cuyas cabezas visibles son Nao Albet y ?scar de la Fuente. Irene Escolar es la alcaldesa, hermana de Isra, y su principal antagonista. Y Francisco Reyes es una curiosa mezcla: trabaja en el diario, pero a la vez es a) presidente de la federaci¨®n de aut¨®nomos y, b) de propietarios. Esto no acab¨¦ de entenderlo mucho. Y me di cuenta de que si estaba pensando en eso era porque me aburr¨ªa un poco. Un poco de aburrimiento y otro tanto de frialdad. Insisto: los actores funcionan muy bien. Quiz¨¢s el l¨ªo est¨¦, para empezar, en que salvo Isra e Irene, los dem¨¢s tienen poca tela textual que cortar. Y que tal vez no acaben de encajar formalmente los dos debates, el que se plantea con el p¨²blico y el que surge de Ibsen. Tal vez esto (subrayo el ¡°tal vez¡±) se deba a que el ¡°primer debate¡± no requiere ¡°personajes¡±, y el segundo s¨ª, y les falta dibujo para que me seduzcan. Es dif¨ªcil que monten esas dos realidades (o velocidades), y reconozco que Rigola se ha arriesgado con esa alquimia.
El ¡°os vamos a contar la obra¡±, por mucho que luego se ¡°act¨²e¡±, me saca de la historia. Y cuando ya estoy dentro, volvemos a salir. Se muestra, ir¨®nicamente, la manipulaci¨®n de las ¨²ltimas preguntas, ahora en torno a Isra/Thomas: la idea funciona. Y vuelve a hablar el p¨²blico. Esa charla se suele hacer, habitualmente, al final de una funci¨®n. Entiendo que hacerlo antes de echar tel¨®n puede tener m¨¢s calambrazo.
A?ado una cuesti¨®n al debate teatral. ?La versi¨®n es m¨¢s honda que el original? Si la respuesta se acerca a ¡°no acabo de estar seguro¡±, tal vez ser¨ªa mejor escribir una obra propia, sin venderle a los espectadores que van a ver un texto de Ibsen. Se?alo esto por el tema que resume Rigola en el programa: ¡°Una compa?¨ªa de artes esc¨¦nicas recibe subvenciones p¨²blicas otorgadas por un partido pol¨ªtico con ideales y acciones contrarios a su ¨¦tica. Los miembros de la compa?¨ªa deciden callar lo imprescindible para no perder las ayudas que sirvan a su proyecto¡±. Ah¨ª hay una comedia. Dos, si esa compa?¨ªa encuentra un partido con ideales y acciones a favor de su ¨¦tica.
Un enemigo del pueblo / ?gora, de Henrik Ibsen. Versi¨®n libre y direcci¨®n: ?lex Rigola. Teatro Kamikaze (Madrid). Nao Albet, Israel Elejalde, Irene Escolar, ?scar de la Fuente y Francisco Reyes. Hasta el 7 de octubre.
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