Dierk Schmidt, el arte de la restituci¨®n
El Reina Sof¨ªa indaga en la pintura del artista alem¨¢n como instrumento para revisar la historia
Vitrinas de cristal vac¨ªas, estalladas, como la culpa les estall¨® en las manos a los pa¨ªses que se repartieron ?frica en la Conferencia de Berl¨ªn a finales del XIX y despu¨¦s encerraron su cultura en museos de Europa, aparecen junto a diagramas y c¨®digos crom¨¢ticos que ocupan 14 grandes piezas? en las que el artista alem¨¢n Dierk Schmidt ha traducido a s¨ªmbolos abstractos el resultado de esa gran cumbre en la que 13 Gobiernos europeos y Estados Unidos legitimaron el colonialismo en eses continente.
La obra de Schmidt, que por primera vez se ha revisado en una exposici¨®n retrospectiva organizada por el Museo Reina Sof¨ªa y que se inaugur¨® este martes en el Palacio de Vel¨¢zquez de Madrid, gira en torno a la cr¨ªtica social, a la necesidad que los Estados tienen de pedir perd¨®n ante los desmanes colonialistas, a la restituci¨®n de objetos y restos humanos que los museos occidentales han descontextualizado incorpor¨¢ndolos a un discurso que justifica las acciones de los colonizadores. Y todo eso lo hace a trav¨¦s de la pintura.
"La pintura historicista tuvo una gran importancia en el XIX, cuando nacieron los grandes imperios. Entonces sirvi¨® para construir un pasado heroico, un papel que en el XX han desarrollado los medios de comunicaci¨®n y que, actualmente, se contin¨²a divulgando a trav¨¦s de im¨¢genes digitales en Internet. Lo que hace Schmidt es tambi¨¦n pintura historicista, pero replanteada desde los par¨¢metros del siglo XXI con materiales distintos, pinta sobre transparencias, utiliza cristal, pl¨¢sticos... elementos fr¨¢giles que confieren a su obra una apariencia fantasmag¨®rica", explic¨® Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa.
"Es un artista que nos interesa porque es capaz de replantearse la historia a trav¨¦s de la pintura, un g¨¦nero que muchos consideran anacr¨®nico. De replantearla desde un punto de vista actual y en un momento donde parece que el arte no tiene ni pasado ni futuro", precisa Borja-Villel.
"En sus manos la pintura es el resultado de una investigaci¨®n, un proceso de deliberaci¨®n y autorreflexi¨®n. Digamos que es pintura hist¨®rica contempor¨¢nea", a?ade Lars Bang Larsen, comisario de la exposici¨®n titulada Culpa y deudas ¡ªen un gui?o al cl¨¢sico de Dostoievski Crimen y castigo que en la primera traducci¨®n al alem¨¢n en 1866 se public¨® como Culpa y expiaci¨®n¡ª que podr¨¢ verse en el Palacio de Vel¨¢zquez hasta el 10 de marzo. La muestra, que re¨²ne lo m¨¢s significativo de su producci¨®n entre 1995 y 2018, incluye una obra realizada espec¨ªficamente para el pabell¨®n que la acoge que se construy¨® en 1883 y un lustro despu¨¦s alberg¨® la Exposici¨®n General de Filipinas y que tambi¨¦n est¨¢ relacionado con la historia colonial espa?ola.
Dierk Schmidt (Unna, 1965) ha partido de la colecci¨®n que el arque¨®logo franquista Mart¨ªnez Santa-Olalla realiz¨® tras sus expediciones al S¨¢hara espa?ol en la d¨¦cada de los cuarenta y que se integr¨® en el Museo Arqueol¨®gico Nacional (MAN) para crear su pieza Foco sobre una vitrina relativa al arque¨®logo Julio Mart¨ªnez Santa-Olalla, en la que se cuestiona la necesidad de que los museos restituyan determinadas piezas a sus propietarios. "Formo parte de un colectivo, Artefakte//anti-Humboldt desde el que hemos hecho posible el regreso de una veintena de cr¨¢neos a Namibia que estaban en Berl¨ªn y son fruto del exterminio que el Estado alem¨¢n realiz¨® a principios del XX contra los pueblos nama y herero. Esos restos eran sujetos, con nombres, se convirtieron en objetos al entrar en un museo y ahora han recuperado su condici¨®n de sujetos al ser devueltos a su tierra", explica Schmidt ante el d¨ªptico Restos humanos en Berl¨ªn (2014-2015), ¨®leos sobre cristal con aspecto de vanitas del barroco pero repletos de referencias a hechos concretos.
Y como antes hicieron algunos de sus referentes ¡ªel franc¨¦s Th¨¦odore G¨¦ricault a principios del XIX, el brasile?o ?yvind Fahlstr?m a principios del XX, el artista pop ingl¨¦s Richard Hamilton o ya en el XXI el fot¨®grafo y cineasta estadounidense Allan Sekula¡ª, Schmidt deja bien claro que la pintura historicista no est¨¢ pasada de moda.
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