La pel¨ªcula del cine pol¨ªtico en Espa?a

¡°Siempre he fantaseado con una pel¨ªcula sobre los debates televisivos entre Aznar y Gonz¨¢lez, aquellos tremendos cara a cara¡±. El director Borja Cobeaga ¡ªautor de Negociador, centrada en los encuentros entre Jes¨²s Eguiguren, entonces presidente del Partido Socialista de Euskadi, y distintos dirigentes de ETA¡ª expresa en alto un anhelo cinematogr¨¢fico. Anhelo complicado, porque en Espa?a se hace poco cine pol¨ªtico y mucho menos basado en hechos reales. El g¨¦nero s¨ª goza en cambio de larga tradici¨®n en Estados Unidos, como demuestra el estreno hoy de El vicio del poder, con Christian Bale como el exvicepresidente Dick Cheney.

M¨¢s informaci¨®n

Christian Bale: ¡°Si no me dedicara a esto, la gente dir¨ªa que necesito ayuda¡±

La pol¨ªtica es una farsa

La risa que precede al terror

No es la ¨²nica. El 15 de febrero llegar¨¢ El candidato, con Hugh Jackman dando vida a Gary Hart, el senador dem¨®crata que en 1987 vio c¨®mo su carrera a la presidencia se hund¨ªa por un esc¨¢ndalo extramatrimonial. En Italia Paolo Sorrentino, tras Il divo ¡ªsobre Andreotti¡ª se ha sumergido en las turbulentas aguas en las que reina Berlusconi en Silvio (y los otros), a¨²n en cartel. Y si en Francia ha habido pel¨ªculas sobre Mitterrand y Sarkozy, Reino Unido ha sacado tanto beneficio a la pol¨ªtica actual en el cine reciente que Michael Sheen ha encarnado hasta en tres ocasiones al ex primer ministro Tony Blair y HBO acaba de lanzar el filme Brexit.

¡°En Espa?a estamos m¨¢s cojos, tal vez porque no ha interesado el perfil del pol¨ªtico en el panorama audiovisual. Nuestros referentes proceden del cine anglosaj¨®n¡±, cuenta Borja S¨¦mper, presidente del PP en Gipuzkoa y portavoz en el Parlamento Vasco. ¡°A m¨ª me fascina Il divo, por c¨®mo ahonda en Andreotti. Aunque no se base en hechos reales. Tambi¨¦n la pol¨ªtica estaba bien descrita en Los idus de marzo [de George Clooney]¡±. ?Y de qui¨¦n har¨ªa un filme S¨¦mper? ¡°De Adolfo Su¨¢rez y Felipe Gonz¨¢lez, por los momentos hist¨®ricos en que vivieron y sus claroscuros. Me sorprende que no est¨¦n ya hechas esas pel¨ªculas, pero en Espa?a vivimos la pol¨ªtica como si fueras de un equipo de f¨²tbol. Demasiado hooliganismo. Y eso dificulta la aproximaci¨®n de un cineasta a un pol¨ªtico¡±.

De forma parecida opina Eduardo Madina, exdiputado del PSOE y actual director de la unidad de an¨¢lisis y estudios de Kreab Spain. ¡°Nos falta un House of Cards o un El ala Oeste a la espa?ola, que dibuje los problemas que han acompa?ado a la pol¨ªtica nacional en los ¨²ltimos a?os. Puede que por miedo a un fracaso de audiencia¡±. Y desgrana sus preferencias: ¡°Me gusta c¨®mo capta las campa?as electorales Los idus de marzo, y recuerdo c¨®mo me impact¨® Tierra y libertad, de Ken Loach. Y c¨®mo Sorrentino capturaba a Andreotti en Il divo¡±. Madina va m¨¢s all¨¢ de la pantalla grande: ¡°Los entresijos de la pol¨ªtica a pie de calle estaban perfectamente plasmados en The Wire, en la temporada centrada en el Ayuntamiento de Baltimore¡±.

La serie de David Simon es tomada tambi¨¦n como ejemplo por Ione Belarra, portavoz adjunta del grupo Unidos Podemos en el Congreso. ¡°La vida en la pol¨ªtica se evidencia mejor en pel¨ªculas y series que aparentemente no tratan de eso, como The Wire, El d¨ªa de ma?ana o Fari?a. A veces hay que tomar un poco de distancia para entender mejor determinadas cuestiones sobre el poder¡±. Belarra cree que el cine le da glamur a la pol¨ªtica: ¡°A pesar de que estamos en un momento pol¨ªtico fascinante, nuestra cotidianeidad tiene mucho m¨¢s de trabajo de hormiguita, de chocar contra burocracias instaladas y de ir tejiendo poco a poco con la gente¡±. Y aporta otro t¨ªtulo destacado: ¡°Me gusta mucho No [de Pablo Larra¨ªn], sobre la campa?a que puso fin a la dictadura chilena¡±.

Muy atr¨¢s

Como los otros pol¨ªticos consultados, Belarra entiende que Espa?a est¨¢ muy atr¨¢s en este tipo de cine. Porque la producci¨®n depende principalmente de cadenas televisivas y porque falta educaci¨®n audiovisual:"Es importante que haya una apuesta clara desde lo p¨²blico para cultura que cuente historias que nos incomoden y que nos hagan pensar". Cobeaga recuerda que le cost¨® mucho sacar adelante Negociador y c¨®mo se impuso unas premisas para salvaguardar su pel¨ªcula: ¡°Decid¨ª no conocer a los personajes reales para que la empat¨ªa no me limitara en determinadas secuencias. Prioric¨¦ la informaci¨®n escrita. Y rehu¨ª ese tono amable y laudatorio de las miniseries¡±.

Algo parecido le ocurri¨® al actor Gin¨¦s Garc¨ªa Mill¨¢n, que ha encarnado dos veces a Su¨¢rez (en 23-F: la pel¨ªcula, de Chema de la Pe?a y en la miniserie Adolfo Su¨¢rez). ¡°Debes acercarte con respeto y cuidado, porque todo el mundo conoce o cree conocer. Pero el guion es el que marca el paso, y si es bueno entrar¨¢ en el alma del personaje, no buscar¨¢ una imitaci¨®n¡±. Garc¨ªa Mill¨¢n insiste en la humanidad: ¡°Esos matices atraen a los espectadores, y da igual si el personaje se basa en uno real o es una ficci¨®n. Yo me fij¨¦ en c¨®mo fumaba Su¨¢rez o c¨®mo se sentaba para llegar a su emoci¨®n¡±.

A esa tarea de evitar que el pasado caiga en el olvido se dedica este a?o El reino, de Rodrigo Sorogoyen, un thriller pol¨ªtico candidato a 13 goyas por hurgar en la ponzo?a de la corrupci¨®n, aunque no se usa el nombre de ning¨²n partido real. Cobeaga s¨ª utiliz¨®, en cambio, en Negociador, nombres y ejemplos aut¨¦nticos. Y en B, la pel¨ªcula, David Ilund¨¢in mostr¨® la declaraci¨®n del extesorero del PP Luis B¨¢rcenas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Poco m¨¢s. Como dice Garc¨ªa Mill¨¢n: ¡°Es una pena. Podr¨ªamos aprender mucho para no repetir errores, saber qui¨¦nes somos porque vemos lo que hemos sido. Estamos desperdiciando un material incre¨ªble¡±.