Ruta por la infancia y la tragedia de Lorca

¡°Mi infancia es aprender letras y m¨²sica con mi madre, ser un ni?o rico en el pueblo, mand¨®n¡±. Un Federico Garc¨ªa Lorca ya adulto recordaba en estos t¨¦rminos parte de su ni?ez, esos inolvidables primeros a?os que transcurren entre los enclaves granadinos de Fuente Vaqueros, donde naci¨® en 1898, y Valderrubio, el cercano pueblo al que se mudar¨ªa con su familia ocho a?os despu¨¦s y en el que experimentar¨ªa su ¡°primer asombro art¨ªstico¡±. La geograf¨ªa de ¡°r¨ªos l¨ªricos¡± y ¡°chopos musicales¡± que delinea el paisaje de estos lugares ¡ªcomo le recordar¨ªa el propio Lorca en una carta fechada en 1921 a su amigo el periodista Melchor Fern¨¢ndez Almagro¡ª es una de las rutas que puede ser recorridas ahora a la luz de la p¨¢gina web Universo Lorca, un proyecto presentado ayer en el Instituto Cervantes de Madrid y que ofrece una mirada detallada a cada uno de los lugares de la provincia de Granada que son parada obligatoria para conocer las etapas de la vida de uno de los grandes poetas espa?oles.

¡°Sin desatender ni lo m¨¢s hermoso ni lo m¨¢s tr¨¢gico, el objetivo no era otro que trazar una serie de lazos entre la vida, la obra y los lugares que marcaron el devenir del poeta¡±, relat¨® en su intervenci¨®n Alejandro V¨ªctor Garc¨ªa, escritor y director del proyecto, que arranc¨® hace un a?o y medio fruto de una iniciativa del Patronato de Turismo de la provincia de Granada. Garc¨ªa defendi¨® que los investigadores han realizado durante este tiempo una ¡°profunda indagaci¨®n¡± en los materiales disponibles sobre el poeta y han obtenido ¡°un respaldo biogr¨¢fico potente¡± para el lanzamiento de la web, que cuenta con el patrocinio de m¨¢s de una decena de instituciones, incluidos el propio Instituto Cervantes, la Diputaci¨®n de Granada, varios ayuntamientos de la provincia y la Fundaci¨®n Federico Garc¨ªa Lorca.

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Luis Garc¨ªa Montero, director del Instituto Cervantes, defini¨® al poeta y dramaturgo granadino como ¡°la figura m¨¢s reconocida de las letras espa?olas tras Cervantes¡± y ensalz¨® el proyecto como un gesto que contribuye a la rehabilitaci¨®n hist¨®rica de la figura del poeta, ejecutado en agosto de 1936 por fuerzas sublevadas. ¡°Le habr¨ªa gustado ver que se empleaba su figura para atraer la mirada del resto del mundo hacia la que siempre fue su ciudad¡±, dijo. Garc¨ªa Montero, tambi¨¦n granadino, vincul¨® su propia vocaci¨®n literaria al antecedente de su paisano m¨¢s ilustre, a quien se refiri¨® como ¡°la causa decisiva¡± de su dedicaci¨®n a la poes¨ªa.

Adem¨¢s del viaje por la infancia del autor de Yerma, Bodas de Sangre o Div¨¢n del Tamarit, completan la versi¨®n inicial con la que se ha presentado este proyecto dos rutas m¨¢s: una que recorre la vida de Lorca en la ciudad de Granada ¡ªen la que vive desde 1908 hasta su mudanza a Madrid en 1919¡ª?y una ¨²ltima y tr¨¢gica por el camino entre las localidades de V¨ªznar y Alfacar en el que fue asesinado la madrugada del 18 de agosto de 1936. Un trayecto este que al director del proyecto le infunde ¡°la emoci¨®n de encontrarse en un lugar sagrado¡±, y que Garc¨ªa Montero cree que representa como ninguna otra cosa el legado del poeta. ¡°En esos barrancos que un d¨ªa fueron campo de exterminio se hallan hoy los restos de un hombre que representa a todas las v¨ªctimas de la Guerra Civil, y tambi¨¦n a las de todas las guerras del mundo¡±, resumi¨®.

El cierre del acto corri¨® a cargo de la cantante Ana Bel¨¦n, que recit¨® cinco poemas de Lorca?tras depositar en la Caja de las Letras del Instituto un recopilatorio de las obras del poeta y los pendientes de azabache que llev¨® cuando interpret¨® a Adela en La casa de Bernarda Alba (1987), la pel¨ªcula de Mario Camus basada en la obra hom¨®nima del autor granadino. La actriz tambi¨¦n ley¨® unas reflexiones del poeta en torno al teatro, su otra gran pasi¨®n art¨ªstica, que defin¨ªa como ¡°el bar¨®metro que marca la grandeza o el descenso de un pa¨ªs¡± y que ¡°bien orientado en todas sus ramas puede contribuir a cambiar, en unos pocos a?os, la sensibilidad del pueblo¡±. ¡°Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro ¡ªreprodujo de boca del autor¡ª, si no est¨¢ muerto, est¨¢ moribundo; como el teatro que no recoge el latido social, el latido hist¨®rico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su esp¨ªritu, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama matar el tiempo¡±.