La f¨®rmula Leiva desborda Madrid

Como si fueran a morir ma?ana, tal y como reza el t¨ªtulo de una de sus canciones. As¨ª saltaron este domingo por la noche Leiva y su grupo ante un?WiZink Center a rebosar, en la segunda de las dos noches con todas las entradas vendidas. Con la ametralladora encendida desencadenaron el ¨¦xtasis colectivo con Expertos, La lluvia en los zapatos y Animales, cuando Leiva y su banda salieron con la sexta puesta, sin miramientos y disparando canciones como si fuera uno de esos primeros conciertos en un bar del barrio, con todo que ganar.

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Leiva: ¡°El escenario donde he aprendido todo es Madrid¡±

¡°Pas¨¦ de reunir a 20.000 personas con Pereza a 350 como Leiva. Fue una bajada de humos¡±

Leiva lo tiene todo ganado y, por eso, se agradece para la causa art¨ªstica que el impulso primario de banda de instituto se mantenga y se muestre tan a las claras como se mostr¨® en la noche del domingo en Madrid. Nunca ha sonado Leiva tan contundente, tan directo, tan mordiendo el hueso. Lleva muchos a?os con una banda s¨®lida, capaz de hacer relucir un d¨ªa de niebla, pero ahora est¨¢n en un punto tan canino que cualquiera dir¨ªa que su l¨ªder es una estrella premiada por las radiof¨®rmulas. Este domingo, atacaron las canciones con un desespero agradecido. Guerra Mundial y Lobos tuvieron m¨¢s que ver con ganarse a un garito donde nadie te conoce que con tocar en un pabell¨®n entregado, lleno de fans que cantaban hasta la ¨²ltima estrofa de cada tema. Leiva y su grupo ten¨ªan un hambre casi primeriza, haciendo del concierto una celebraci¨®n de altura, como se demostr¨® especialmente en la tanda Breaking Bad, A ti te ocurre algo, Nuclear, Miedo y Sincericidio.

Son as¨ª los conciertos de Leiva hoy por hoy: una celebraci¨®n despampanante. Tocados con la camisa rota, donde la banda se acopla sobresalientemente dentro de una sensaci¨®n de caos controlado. Sobre el escenario, Juancho est¨¢ a la guitarra movi¨¦ndose como un colibr¨ª y C¨¦sar Pop traza todo tipo de paralelas y perpendiculares mientras bater¨ªa, percusi¨®n y vientos intensificaban el despiporre con un pabell¨®n en comuni¨®n en Como si fueras a morir ma?ana, No te preocupes por m¨ª y, sobre todo, Terriblemente cruel, una de esas canciones transversales e intergeneracionales -a la que el domingo se le a?adi¨® un emotivo pasaje del Hey, Jude de los Beatles-, que hacen de su autor uno de los grandes conquistadores del pop espa?ol. Lo es por el ¨¦xito de su f¨®rmula sencilla y eficaz, de rock de riff cl¨¢sico y recreo sentimental, que en la noche de este domingo pudo sonar en toda su plenitud en buena parte porque el WiZink Center, por ac¨²stica y tama?o, se ha convertido en un recinto perfecto para las grandes celebraciones musicales. Mucho mejor que los estadios, como se puede comprobar en cada concierto que sucede en el Wanda Metropolitano. El domingo, la potent¨ªsima y cuidada escenograf¨ªa acompa?aba la fiesta de pop-rock de Leiva, que invit¨® al escenario a Ximena Sari?ana a cantar Godzilla.

La conquista de Leiva est¨¢ hecha. Debe saberlo por c¨®mo funcionan sus conciertos, por el p¨²blico tan amplio -y tan joven- hasta el que llegan sus canciones y por los reconocimientos alcanzados, de los que pueden hablar muy pocos, como ese Goya por la canci¨®n La llamada -cantada solo con la guitarra anoche y pidiendo silencio justo despu¨¦s de Vis a vis- o ese apadrinamiento simb¨®lico de Joaqu¨ªn Sabina, que le permiti¨® producir su ¨²ltimo y celebrado disco?y que este domingo estaba ¡°tom¨¢ndose un whisky¡± entre bambalinas durante el concierto, tal y como dijo Leiva a mitad de la actuaci¨®n.

Leiva est¨¢ en la c¨²spide, all¨ª donde todo se ve sin nubes. Todo un triunfo. Y, con todo, puede que lo m¨¢s interesante sea lo que podr¨ªa estar por venir, el siguiente paso fuera de esta f¨®rmula que funciona como un b¨®lido. Ser¨ªa interesante porque Leiva, tan admirado por su p¨²blico, tan poco reconocido por un sector mel¨®mano, tiene cualidades para rastrear m¨¢s all¨¢ del mundo conocido del ¨¦xito. Podr¨ªa haber un Leiva, ese m¨²sico de ejecuci¨®n fina, dispuesto a romper sus propios esquemas. Si lo hiciese, quiz¨¢ haya otra nueva y desconocida celebraci¨®n en el pop espa?ol. Ser¨ªa todo un riesgo, pero todo un reto para el tipo que anoche con su banda cerr¨® con un apabullante Lady Madrid, un himno de Pereza y de una ciudad que ha visto c¨®mo Leiva ha conseguido una f¨®rmula desbordante.