El Lorca enamorado y celoso de su intimidad

¡°Tenemos curiosidad, que no es malsana sino algo muy natural, por saber m¨¢s sobre Lorca, porque es una persona que despierta simpat¨ªas¡±, apunta Christopher Maurer, el hispanista estadounidense especialista en el poeta granadino que ha comisariado la muestra Jard¨ªn deshecho. Es la primera gran exposici¨®n que ofrece el?Centro Federico Garc¨ªa Lorca de Granada tras recibir, en junio del pasado a?o, todo el legado del autor de La casa de Bernarda Alba. ¡°?l mismo, cuando empezaba a ser conocido, le dijo a un amigo: ¡®Quiero y retequiero mi intimidad¡¯. Pero debemos de tener en cuenta que entonces la idea de privacidad era muy distinta. Ahora el ¨¢mbito privado es como el ?rtico, queda cada d¨ªa menos. Vivimos el gran deshielo de la privacidad¡±, agrega el comisario.

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La ¡°permanente y profunda¡± presencia de Granada en Lorca

La muestra, que estar¨¢ abierta hasta el 6 de enero de 2020, gira en torno a los conceptos de amor, deseo y sexualidad en la vida y la obra del poeta granadino y descubre a un hombre "valiente y sincero, que critic¨® directamente, sin tapujos, lo que no le gustaba de la sociedad granadina de principios del siglo XX", apunta Sara Navarro, directora del centro.

"Quien ha vivido como yo y en aquella ¨¦poca en una ciudad tan idiota y tan b¨¢rbara bajo el punto de vista social como Granada cree que las mujeres, o son imposibles o son tontas. Un miedo fren¨¦tico a lo sexual y un terror al 'qu¨¦ dir¨¢n' convert¨ªan a las muchachas en aut¨®matas paseantes, bajo las miradas de esas mam¨¢s fondonas que llevan zapatos de hombre y unos pelitos en el lado de la barba", escribi¨® el poeta recordando su adolescencia en 1932 en su eleg¨ªa a la pintora Mar¨ªa Blanchard.

"En muchas de sus obras est¨¢ presente el deseo. Sus personajes desean algo que no pueden conseguir, como Yerma, al hijo que no tendr¨¢, o do?a Rosita, al novio que nunca vendr¨¢, o la voz del poeta en Sonetos del amor oscuro", reflexiona Laura Garc¨ªa-Lorca, presidenta de la Fundaci¨®n Federico Garc¨ªa Lora y directora art¨ªstica de Jard¨ªn deshecho.

Un deseo muchas veces frustrado, como el que sinti¨® su amiga Emilia Llanos, de quien se exhibe un sugerente retrato con los pechos desnudos realizado por Ismael Gonz¨¢lez de la Serna, junto al primer libro publicado en 1918 por Lorca, Impresiones y paisajes, que dedic¨® a su amiga: "A la maravillosa Emilia Llanos, tesoro espiritual entre las mujeres de Granada; divina tanagra del siglo XIX". "Lo que pod¨ªa haber sido un amor con una mujer que nunca fue. Al final de su vida ella lament¨® que nunca los hubieran dejado estar solos", apunta Laura Garc¨ªa-Lorca.

El mismo libro, el ¨²nico escrito en prosa en el que narra sus viajes por Espa?a cuando estudiaba en la universidad, que se autodedica el poeta y que puede verse ahora por primera vez: "A mi querid¨ªsimo Federico Garc¨ªa Lorca, ¨²nico que me conoce y sabe ahondar todo el encanto de tristezas que tiene mi coraz¨®n. Su propio coraz¨®n".

La idea del jard¨ªn, tan presente en la producci¨®n del poeta espa?ol m¨¢s universal que est¨¢ traducido a 38 lenguas, se materializa al comienzo de la muestra en una instalaci¨®n de la granadina Mar¨ªa Moreno creada con plantas y frutas que la artista ha recogido en la Vega de Granada y que aparecen en la obra de Lorca. Un jard¨ªn po¨¦tico, humilde, que cuelga sobre una alfombra alpujarre?a del siglo XIX en la que puede leerse "Viva mi due?o" y que da paso a las cinco salas que vertebran la exposici¨®n y que incluyen algunos libros y documentos que se exhiben por primera vez.

"La mayor¨ªa de las obras procede del legado que incorporamos, por fin, en junio del a?o pasado. Pero tambi¨¦n hay pr¨¦stamos de la Biblioteca Nacional, el Ayuntamiento de Granada, los museos Casa de los Tiros y Casa Natal de Fuente Vaqueros, del Archivo Agust¨ªn Pen¨®n/Marta Osorio o de la familia de Rafael Rodr¨ªguez Rap¨²n, uno de los amantes de Lorca, que fue secretario del grupo de teatro que mont¨® el poeta, La Barraca, y a quien dedic¨® su Sonetos de amor oscuro",?comenta Sara Navarro. "Es curioso ver el list¨ªn de tel¨¦fonos de Rafael, en el que aparece el nombre de Federico, pero sin el n¨²mero; obviamente porque se lo sab¨ªa de memoria", apunta Laura Garc¨ªa-Lorca, sobrina del poeta, que agradece la colaboraci¨®n del dramaturgo Alberto Conejero, autor de la obra La piedra oscura inspirada en las ¨²ltimas horas de la vida de Rodr¨ªguez Rap¨²n, quien ha hecho posible que la familia de Rap¨²n preste el material.

La llegada de todos los manuscritos, documentos, fotograf¨ªas y dibujos que custodiaba la Residencia de Estudiantes de Madrid va a convertir a Granada ¡°en el epicentro del universo lorquiano¡±, ha asegurado Maurer por tel¨¦fono desde Boston (EE UU), en cuya universidad es profesor de Literatura Espa?ola. "Hemos incluido una secci¨®n con las lecturas de Federico, para recordar que no fabric¨® su obra espont¨¢neamente; sino que es fruto de sus lecturas. En su poes¨ªa amorosa ¨¦l dialoga con autores del Renacimiento, con G¨®ngora, Juan de la Cruz o Teresa de Jes¨²s; algo que me parece muy bonito. Siempre me han interesado los artistas que reconocen sus influencias", a?ade Maurer, acad¨¦mico correspondiente de la Real Academia Espa?ola desde 2009, especialista en el Siglo de Oro y en la Generaci¨®n del 27 y autor de m¨¢s de 15 ediciones.

Dibujos, pinturas, libros, carteles de las representaciones de sus obras de teatro, el traje de marinero con el que pos¨® en Buenos Aires (entre finales de 1933 y principios de 1934) y cartas, muchas cartas, componen esta partitura a cuatro manos ¡ªlas de Maurer y Laura Garc¨ªa-Lorca¡ª con la que el espectador tiene la sensaci¨®n de estar abriendo cajones en la casa del poeta.