Riego, 200 a?os del golpe por la libertad

Las Cabezas de San Juan, en la provincia de Sevilla, una villa enclavada en el Bajo Guadalquivir que a¨²n hoy es tr¨¢nsito obligado hacia C¨¢diz, amanec¨ªa, a las 8 de la ma?ana del 1 de enero de 1820, escribiendo la p¨¢gina m¨¢s sobresaliente de su historia. Un episodio que es tambi¨¦n trascendental para enmarcar la historia contempor¨¢nea en Espa?a: el pronunciamiento del general Rafael del Riego (Tu?a, Asturias, 1784 ¨C Madrid, 1823) que, alzado en armas, pretend¨ªa obligar a Fernando VII a abandonar el r¨¦gimen absolutista restaurado en 1814, tras la Guerra de la Independencia, y volver a acatar la Constituci¨®n proclamada por las Cortes de C¨¢diz en 1812. El triunfo -aunque no inmediato- de esta revoluci¨®n abri¨® la puerta al llamado Trienio Liberal, un periodo en el que, por primera vez en la historia, Espa?a iba a estar regida por un sistema constitucional. ¡°Las luces de Europa no permiten ya, se?or, que las naciones sean gobernadas como posesiones absolutas de los reyes (...). Resucitar la Constituci¨®n de Espa?a, he aqu¨ª su objeto: decidir que es la Naci¨®n leg¨ªtimamente representada quien tiene solo el derecho de darse leyes a s¨ª misma¡±, rezaba el manifiesto que, dirigido al monarca absolutista, ley¨® el militar en la hoy llamada plaza de la Constituci¨®n del municipio sevillano aquel primero de a?o del que se cumplen dos siglos.

Personaje sobre el que a¨²n hoy no existe un consenso ¡ª¡°ha pasado a la historia como un personaje controvertido, h¨¦roe para unos, militar golpista para otros¡±, reconoce el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra¡ª, es no obstante indudable que Riego fue el gran protagonista del que est¨¢ considerado el primer golpe militar de la historia de Espa?a. Infiltrado desde el final de la Guerra de la Independencia en los movimientos clandestinos del Ej¨¦rcito que ejerc¨ªan la oposici¨®n liberal al r¨¦gimen de Fernando VII ¡ªque hab¨ªa abolido la Constituci¨®n del 12 ¡°como si no hubiera ocurrido jam¨¢s¡±¡ª, el general se encontraba aquel 1 de enero en las provincias lim¨ªtrofes con C¨¢diz junto a otros 20.000 hombres. Todos ellos deb¨ªan embarcar a Am¨¦rica con el fin de sofocar las revueltas independentistas que estaban irrumpiendo en territorios del a¨²n Imperio Espa?ol. Pero, en un giro que dar¨ªa la vuelta al curso de la historia espa?ola, se sali¨® del guion y proclam¨® la Constituci¨®n de C¨¢diz.

M¨¢s informaci¨®n

El ¨²ltimo rey godo no fue don Rodrigo

El P¨®rtico de la Gloria se encamina hacia el Supremo

Las voces m¨¢s cr¨ªticas, entre las que se encuentra la de Manuel Moreno Alonso,?catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Sevilla, creen que ¡°Riego encontr¨® un pretexto excelente, toda la parafernalia liberal del triunfo de la Constituci¨®n, para no ir a las colonias. Nunca se ha puesto de relieve, pero la causa clave es que no quer¨ªa ir a Am¨¦rica¡±, asegura el profesor, para quien ¡°la labor de Riego fue desgraciada en todos los sentidos y sumi¨® al pa¨ªs en el caos¡±. ¡°La celebraci¨®n de esta efem¨¦ride debe evitar una ¨²nica visi¨®n hist¨®rica determinada", insiste Moreno Alonso. "Hay que ser cr¨ªticos con las cosas disonantes que tuvo el golpe: lo hicieron dejando a un lado a los docea?istas, esto es, embistieron contra los propios liberales, y Riego obedeci¨®, no a la voluntad popular, sino a las logias mas¨®nicas a las que se deb¨ªa¡±. En ellas hab¨ªa ingresado a?os antes por encontrar all¨ª uno de los resortes m¨¢s poderosos en la lucha contra el absolutismo.

Por el contrario, Guerra cree que ¡°no es posible olvidar que, m¨¢s all¨¢ de las conjeturas acerca de la motivaci¨®n personal que le indujo a actuar como lo hizo, Riego se subleva reclamando la Constituci¨®n liberal de 1812, se opone a la felon¨ªa del Rey absolutista y es reprimido brutalmente con un final tr¨¢gico de descuartizamiento. A partir de 1812, la vida pol¨ªtica espa?ola tom¨® el camino del autoritarismo hasta 1978 con la Constituci¨®n vigente, salvando el corto per¨ªodo de la Rep¨²blica de 1931, que termin¨® tambi¨¦n de manera autoritaria¡±.

A esta voz se suma la del profesor Alberto Gonz¨¢lez Troyano, profesor de Literatura en las universidades de Fez (Marruecos), C¨¢diz y Sevilla y Premio Iberoamericano Cortes de C¨¢diz de Ciencias Sociales en 2012. ¡°La gesta de Riego ha repercutido de manera m¨¢s que positiva en la construcci¨®n de la Espa?a liberal. Deber¨ªamos enfocar el acontecimiento del pronunciamiento como el primer ejemplo en la historia de nuestro pa¨ªs de un militar que se alza en favor de la causa constitucional. Riego no es ¨¦l mismo, ni sus causas particulares, sino lo que representa: recogi¨® la voluntad colectiva y logr¨® que, durante tres a?os, el liberalismo triunfara en Espa?a¡±, asegura.

Fernando VII tard¨® en reaccionar casi tres meses. Fue necesario que una gran multitud rodeara el Palacio Real de Madrid para que atendiera a las exigencias de Riego. Lo hizo con un manifiesto que inclu¨ªa la hist¨®rica proclamaci¨®n por la que fue apodado El fel¨®n, en relaci¨®n con su deslealtad: ¡°Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional¡±. As¨ª comenzaba el Trienio Liberal, un sue?o breve que acab¨® con Riego decapitado en la Plaza de la Cebada de Madrid por orden del propio monarca, que no hab¨ªa dejado de maniobrar para hacer fracasar el ensayo liberal y que se consum¨® con la entrada en Espa?a de los Cien Mil Hijos de San Luis comandados por el duque de Angulema. ¡°Riego asisti¨® solo a su final, abandonado por todo el mundo. Fue un hombre de pocas luces, un mito inconsistente construido sobre un personaje que estaba hecho con una cera que ard¨ªa mal¡±, insiste el profesor Moreno Alonso.

No obstante, recuerda Guerra, ¡°no est¨¢ nuestra historia contempor¨¢nea tan llena de personajes que hayan dado su vida por defender los valores democr¨¢ticos constitucionales como para dejar pasar un aniversario redondo, 200 a?os, sin recordar al general Riego. Durante m¨¢s de dos siglos en Espa?a no se alcanz¨® la construcci¨®n de un Estado moderno porque las fuerzas reaccionarias del momento se conjuraban para impedirlo: el trono, la espada, el altar y las grandes fortunas agrarias. El principio liberal que proclama el liberal Riego se confirma con la Constituci¨®n del 78, que se mira mucho en la del 12, con un Ej¨¦rcito que asume el papel que le consigna la Constituci¨®n y con un monarca ¡ªen realidad son dos¡ª que defienden la democracia constitucional, en febrero de 1981 y en octubre de 2017 como fechas culminantes¡±.