Los muertos de Pompeya narran la vida de la ciudad romana destruida por el Vesubio
El descubrimiento de los cuerpos de un esclavo y su amo desvela nuevos detalles sobre la erupci¨®n del a?o 79
En Pompeya, los muertos cuentan la historia de los vivos. En ning¨²n otro lugar del mundo antiguo han aparecido tantos cuerpos de personas congeladas en el tiempo, conservadas a lo largo de los siglos en el mismo momento de su fallecimiento. La erupci¨®n del Vesubio en el a?o 79 fue un proceso implacable, pero progresivo, que se prolong¨® durante horas. Algunos habitantes de la ciudad romana tuvieron tiempo de huir, otros creyeron que podr¨ªan salvarse y sus cuerpos quedaron enterrados bajo toneladas de piedras, barro y lava cuando se produjo la segunda, y m¨¢s letal, colada pirocl¨¢stica.
Desde el principio de las excavaciones, a finales del siglo XVIII, comenzaron a aparecer cuerpos. Desde entonces, los muertos de Pompeya nunca han dejado de surgir: los ¨²ltimos acaban de ser hallados, seg¨²n anunci¨® el s¨¢bado el Parque Arqueol¨®gico de Pompeya, que gestiona el yacimiento. Se trata de los cuerpos de dos varones, que murieron juntos. Los arque¨®logos han deducido que fueron un esclavo y su amo y han logrado extraer mucha informaci¨®n, no solo sobre la forma en que murieron sino, ante todo, sobre su vida.
As¨ª describe el comunicado difundido este fin de semana el primer cuerpo, que fue encontrado en unos nuevos trabajos arqueol¨®gicos que se est¨¢n desarrollando en Civita Giuliana, una gran villa romana que se encuentra a unos 700 metros al noroeste de la ciudad: ¡°Los estudios revelaron que la primera v¨ªctima, con la cabeza inclinada y los dientes y el cr¨¢neo visibles, fue un joven de entre 18 y 25 a?os de edad, que med¨ªa aproximadamente 156 cm de altura. La presencia de una serie de lesiones vertebrales, inusuales en un joven de su edad, sugerir¨ªan que hab¨ªa realizado duros trabajos manuales. Por lo tanto, podr¨ªa haber sido un esclavo. Llevaba una t¨²nica corta, de tejido pesado, seguramente de fibras de lana¡±.
Sobre el segundo cuerpo, el comunicado del equipo arqueol¨®gico explica: ¡°La robusta estatura de la v¨ªctima, sobre todo en la zona del t¨®rax, sugiere una vez m¨¢s que se trata de un hombre, aunque mayor que la otra v¨ªctima, de entre 30 y 40 a?os y de aproximadamente 162 cm de altura. Esta v¨ªctima llevaba una vestimenta m¨¢s elaborada que la otra, ya que vest¨ªa una t¨²nica y un manto. Debajo del cuello de la v¨ªctima y cerca de su estern¨®n, donde la tela formaba pliegues claros y pesados, se conservan impresiones de la tela que son claramente visibles e indican un manto de lana que se deten¨ªa en el hombro izquierdo¡±.
El hecho de que estas dos nuevas v¨ªctimas vistiesen ropas de lana confirma algo que se ven¨ªa sospechando desde a?os y sobre lo que cada vez existen m¨¢s indicios: la erupci¨®n del Vesubio tuvo lugar durante el oto?o, el 24 de octubre, y no el 24 de agosto. Se conocen sus ropas, la clase social a la que pertenec¨ªan, se descubrir¨¢, cuando los cuerpos sean investigados, las enfermedades que padec¨ªan. Pero un misterio permanecer¨¢: ?por qu¨¦ no huyeron antes?
Saqueos y corrupci¨®n
El cambio de fecha de la cat¨¢strofe es uno de los descubrimientos que se han producido en los ¨²ltimos a?os cuando, despu¨¦s de d¨¦cadas de decadencia, corrupci¨®n y saqueos en connivencia con la Camorra, Pompeya experiment¨® un segundo descubrimiento, bajo la direcci¨®n de Massimo Osanna, tanto desde el punto de vista de la conservaci¨®n como de la investigaci¨®n. Y esos avances no solo han supuesto m¨¢s casas romanas, m¨¢s pinturas ¡ªpor ejemplo, un bell¨ªsimo fresco er¨®tico de Leda y el cisne¡ª, m¨¢s objetos, sino tambi¨¦n m¨¢s datos, porque se han aplicado las t¨¦cnicas m¨¢s modernas de investigaci¨®n tambi¨¦n a los yesos de los muertos.
Todos los cuerpos recuperados en Pompeya lo han sido utilizando la misma t¨¦cnica, una genialidad inventada en el siglo XIX por Giuseppe Fiorelli, el primer gran director del yacimiento. Fiorelli tuvo una idea tan sencilla como eficaz: rellenar con yeso los huecos que hab¨ªan dejado al descomponerse los cuerpos de las v¨ªctimas de la erupci¨®n y lograr un molde perfecto de los pompeyanos en el momento de su muerte. As¨ª han aparecido el famoso perro que muri¨® atado sin poder escapar, el hombre sentado con las manos en el rostro, los amantes que murieron juntos y tantas decenas de cuerpos.
El primer yeso surgi¨® de las viejas cenizas en 1863. Sin embargo, pese a la fascinaci¨®n que despiertan, los cuerpos nunca hab¨ªan sido escaneados con un TAC hasta 2015. Un equipo multidisciplinar ha estado analizando cad¨¢veres para tratar de descubrir todo lo posible sobre los habitantes de la ciudad destruida. Por ejemplo, que ten¨ªan los dientes en mucho mejor estado de lo que esperaba o que entre los fallecidos hab¨ªa de todas las edades, lo que indicar¨ªa que no solo se quedaron los d¨¦biles. Se trata de un proyecto en marcha que, conforme avance, proporcionar¨¢ much¨ªsima informaci¨®n sobre la vida cotidiana en el momento de m¨¢ximo esplendor de Roma.
Pero los muertos de Pompeya no son solo importantes por la informaci¨®n que puedan aportar, sino por el lazo de cercan¨ªa que establecen con los que los contemplamos desde el presente porque, parafraseando a William Faulkner, gracias a ellos el pasado deja de ser un pa¨ªs extra?o. Se percibe c¨®mo vest¨ªan, pero tambi¨¦n su angustia en los momentos finales, conocemos lo que trataron de llevarse con ellos en su huida desesperada, somos conscientes de su negativa a dejar el lugar en el que viv¨ªan pese al peligro inminente. La nueva campa?a de excavaciones revel¨®, por ejemplo, una v¨ªctima que tuvo un final especialmente atroz: le alcanz¨® en la cabeza una enorme piedra. El estudio de sus huesos revel¨® que padec¨ªa una infecci¨®n en una pierna y que no pod¨ªa correr. Sencillamente, no pudo escapar. La gran latinista brit¨¢nica Mary Beard, autora del estudio de referencia sobre el yacimiento, Pompeya. Vida y leyenda de una ciudad, lo explica as¨ª: ¡°Los moldes de yeso de las v¨ªctimas del Vesubio son un recuerdo constante de que se trata de personas como nosotros¡±.
Un cl¨¢sico del cine italiano (y mundial), Te querr¨¦ siempre (1954), de Roberto Rossellini (extra?a traducci¨®n del original Viaggio In Italia), explora la impresi¨®n que produce encontrarse con esos muertos lejanos y cercanos a la vez, que hablan de su pasado y de nuestro presente. Los protagonistas, una pareja en crisis interpretada por George Sanders e Ingrid Bergman, contemplan c¨®mo se extrae uno de aquellos yesos, en el que aparecen una mujer y un hombre, que murieron juntos. El hallazgo les hace reflexionar sobre sus propias vidas, sobre su destino y un amor que no ha sobrevivido al tiempo, a diferencia del que contemplan congelado en yeso. La escena est¨¢ inspirada por el descubrimiento, en 1913, de una pareja abrazada en el momento de su muerte. Siempre se pens¨® que eran una mujer y un hombre hasta que, dentro de la nueva campa?a de investigaci¨®n, se analizaron en 2017 sus huesos y su ADN. Se descubri¨® entonces que eran dos hombres. Los cuerpos de Pompeya tienen todav¨ªa mucho que decir.
Babelia
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