Pirandello y familia

En 1984, Vittorio Gassman desbord¨® el Grec barcelon¨¦s con Non essere, un espect¨¢culo sensacional donde muchos descubrieron el teatro a trav¨¦s del maridaje entre el gran ¡°mattatore¡± y las historias (entre humor¨ªsticas y melanc¨®licas) del maestro Pirandello. Mario Gas record¨® la pieza breve, no m¨¢s de veinte minutos, que se alzaba en el centro del Grec (L¡¯uomo dal fiore in bocca): estrenada en 1923, adem¨¢s de la versi¨®n de Gassman en 1984, volvi¨® en 2008, protagonizada por Llu¨ªs Soler en La Perla 29.

El espect¨¢culo de Gas ha surgido de varios recuerdos: entre ellos, el di¨¢logo pirandelliano, y la figura de Mastroianni vestido de camarero en la popa del barco de Ojos negros de Nikita Mikhalkov. Pero lo m¨¢s singular es que L¡¯home de la flor als llavis i¡­, un estupendo trenzado de historias hermosas y conmovedoras de y sobre Pirandello, ha sido, en gran medida, escrita y representada por el propio grupo. La compa?¨ªa, que permanecer¨¢ hasta el 10 de enero en el Teatre Akad¨¨mia, est¨¢ formada por un elenco que hace tiempo no trabajaba en equipo: firman textos y dramaturgia Mario Gas, ?lex Casanovas, Montse Guallar y Xavier Ripoll. La traducci¨®n es de Pau Vidal.

?lex Casanovas encarna a un posible personaje de ficci¨®n llamado Ruggero Servi. Nos cuenta su vida en el teatro y sus amores de sala en sala desde que debut¨® en el Teatro d¡¯Arte en la compa?¨ªa de Pirandello, y sus trabajos como actor, camarero y acomodador. Al principio conocemos a Servi en solitario. Luego llega una dama a la que lleva bastantes a?os sin ver: Marta Abba, actriz consagrada. Abba y Servi hicieron mucho teatro juntos y siguen unidos, c¨®mplices, casi hermanos. Se cuentan y recuentan sus vidas desde que se conocieron en la escena. Ella pas¨® tambi¨¦n veinte a?os en Estados Unidos, donde se cas¨® y se divorci¨®. El episodio es una peque?a joya, aunque es todav¨ªa mejor la relaci¨®n entre Marta Abba¡­ y el propio Luigi Pirandello, al que encarna Xavier Ripoll. Esa segunda pareja sigue unida, y su historia avanza a trav¨¦s de su correspondencia: el dramaturgo enfermo, nost¨¢lgico, en Berl¨ªn; ella en Mil¨¢n, pero recorriendo toda Italia.

Marta le cuenta sus intentos de remontar Come tu me vuoi; ¨¦l le narra la obra de un solo acto que est¨¢ comenzando, aunque apenas puede ya escribir. Los personajes de El hombre de la flor en la boca (Casanovas, Ripoll) son dos desconocidos que han perdido el tren y comienzan a hablar en una estaci¨®n nocturna y desierta. El m¨¢s maduro relata su condici¨®n terminal con una palabra (¡°epitelioma¡±) que le parece hermosa pese a lo que representa: una peligrosa mancha en el paladar. Le pide a su compa?ero de estaci¨®n que, a la ma?ana siguiente, cuente las briznas de hierba del camino: ¡°Cada brizna que cuente ser¨¢ un d¨ªa m¨¢s para m¨ª. Pero busque un matojo bien grande ?eh?¡±. La ¨²ltima escena muestra a Pirandello narrando su infancia, todav¨ªa fascinado por la sirvienta Maria Stella, ¡°una fabuladora excelente que me ense?¨® a contar¡±. La funci¨®n es un caleidoscopio de relatos y un canto de amor al teatro.