Muere la influyente cr¨ªtica de arte estadounidense Barbara Rose

Barbara Rose, historiadora, comisaria e influyente cr¨ªtica de arte, falleci¨® el pasado viernes, d¨ªa de Navidad, en Concord, la capital del norte?o Estado de New Hampshire. Con ella se va una de las voces m¨¢s influyentes de la escena estadounidense entre los sesenta y los noventa, una mujer carism¨¢tica y atrevida en un mundo y una ¨¦poca que pasaba factura a la ambici¨®n femenina. A un art¨ªculo suyo se le atribuye en parte la definici¨®n del minimalismo, movimiento cuya existencia ella misma cuestion¨® en sus ¨²ltimos a?os. Era un verso libre que form¨® parte de una comunidad de artistas ¨²nica en los a?os sesenta. Se cas¨® cuatro veces; una de ellas, con el pintor y escultor Frank Stella; y otras dos, con el mismo hombre, su hoy viudo. Experta en la obra de Gerardo Rueda, trabaj¨® con frecuencia en Espa?a. El 25 de diciembre acab¨® su recorrido. Ten¨ªa 84 a?os y llevaba alrededor de una d¨¦cada lidiando con el c¨¢ncer.

¡°Los artistas no pensaban que fueran artistas minimales. Yo no pensaba que lo fueran. Una vez el art¨ªculo sali¨® publicado, los periodistas decidieron que este era un movimiento y empezaron a hablar sobre minimalismo. Los periodistas necesitan un peque?o y bonito hueco donde poner las cosas. Por ejemplo, el expresionismo abstracto nunca existi¨®, no se ajustaba a nadie¡±, respond¨ªa Rose en octubre de 2015, en una entrevista en la publicaci¨®n especializada Artnews. La famosa cr¨ªtica se refer¨ªa a ABC Art, un ensayo trascendental que public¨® en 1965 en Art of America y que describi¨® a toda una generaci¨®n de nuevos artistas, como Carl Andre, Robert Morris o, su entonces segundo esposo, Stella. Pasaron juntos ochos a?os y tuvieron dos hijos.

En aquella ¨¦poca, los tan tra¨ªdos y llevados 60 estadounidenses, hab¨ªa ¡°una verdadera comunidad¡± de artistas en Nueva York, en palabras de Rose. ¡°Ninguna de esta gente viv¨ªa de su arte. Toda la gente de la que yo escrib¨ªa se conoc¨ªa entre s¨ª y me conoc¨ªan. ?ramos amigos, nos present¨¢bamos en nuestras casas a la hora de la cena, nos prest¨¢bamos dinero, ¨ªbamos a las mismas inauguraciones juntos¡±, recordaba.

Su influencia en la cr¨ªtica art¨ªstica fue creciendo durante esos a?os. Trabaj¨® para Vogue y otras revistas de Nueva York, escribi¨® varios libros y produjo documentales, aunque su obra de referencia, convertida en un texto de referencia en las universidades, fue American art sin 1900: a critical history, de 1965. Su relaci¨®n con el arte espa?ol ya data de esa ¨¦poca. En 1961, seg¨²n la publicaci¨®n Artnet, viaj¨® a Pamplona con una beca Fulbright (Stella la sigui¨®) y, antes que eso, hab¨ªa escrito su tesis sobre la pintura espa?ola del siglo XVI. Con los a?os se convirti¨® en una experta en Gerardo Rueda.

Rose naci¨® en la ciudad de Washington en 1936. Su padre regentaba una tienda de licores y su madre era ama de casa. Se form¨® en Smith College, una de las universidades de ¨¦lite femeninas de Estados Unidos, y m¨¢s tarde en Columbia. A los 22 a?os se cas¨® con Richard Du Boff, historiador econ¨®mico, y a los 23 ya se hab¨ªa divorciado. Luego contrajo matrimonio con Stella y, m¨¢s tarde, con el letrista Jerry Lieber. Medio siglo despu¨¦s de la primera boda, se volvi¨® a casar con Du Bof y siguieron juntos hasta el final. En una entrevista en The Cut, hace un a?o, la historiadora lo explicaba as¨ª: ¡°Yo siempre iba a ser n¨²mero 1 en mi vida y eso complica estar casada, pero ahora es diferente. Yo ya hab¨ªa tenido ¨¦xito en mi vida y ¨¦l en la suya. Y ¨¦l estaba m¨¢s dispuesto a estar con una igual, aunque me sigue interrumpiendo. Y me saca de quicio¡±.

Contaba este lunes The New York Times que Rose hab¨ªa sufrido muchos ataques de sus compa?eros varones del gremio, inclu¨ªdo Robert Hughes. ¡°Me han dado m¨¢s palos que a Hillary Clinton¡±, brome¨® en 2016. Le sobreviven, adem¨¢s de su marido, los dos hijos que tuvo con Stella y cuatro nietos. Tambi¨¦n, un libro de memorias, La chica que amaba a los artistas, que estaba a punto de publicarse.