Margaret Atwood, Ida Vitale y el sonido de los p¨¢jaros
Las escritoras comparten una fascinaci¨®n por las aves y la poes¨ªa. En el Hay Festival, la autora de 'El cuento de la criada' imita el sonido de un b¨²ho y habla de su libro de poemas
Si se la mira bien Margaret Atwood tiene cara de p¨¢jaro. Uno de peque?os ojos azules y mirada aguda, cejas arqueadas, nariz hacia abajo y labios delgados que al unirse en una sonrisa cerrada parecen un pico. En Cartagena de Indias, la autora de El Cuento de la criada y Los Testamentos habla en el Hay Festival de la distop¨ªa que plantea en sus libros m¨¢s conocidos, de poes¨ªa y de cambio clim¨¢tico, pero se le ilumina el rostro cuando le preguntan por p¨¢jaros. Es un ave rara.
Atwood no solo integra el Club de Aves Raras de BirdLife International sino que sabe imitar a los p¨¢jaros. ?Es cierto que puede hacer los sonidos de las aves? -?Quieres que te haga el de un b¨²ho?, responde a EL PA?S y cierra las manos a la altura de su boca para soltar un buuub¨² buuub¨².
Lo aprendi¨® despu¨¦s de a?os de observaci¨®n de p¨¢jaros, una pasi¨®n que compart¨ªa con su esposo, Graeme Gibson, fallecido hace seis meses. Las aves, dijo en Cartagena, permiten saber lo que pasar¨¢ con nosotros, con el clima. ¡°Si sigues a las aves, puedes saber lo que le est¨¢ sucediendo al planeta¡±. ¡°Colombia es un destino enorme para nosotros los observadores de aves. Tengo much¨ªsimos amigos pajareros que est¨¢n aqu¨ª haciendo avistamiento¡±, cuenta Atwood, que recientemente estuvo observando estos animales en Panam¨¢. En Cartagena visit¨® el Aviario Nacional de Colombia, donde hay m¨¢s de 1.800 aves de 138 especies diferentes, aunque al hotel Santa Clara donde se alojaba los p¨¢jaros llegaban a trinar cada ma?ana o a robarles comida a los hu¨¦spedes.
Algo pasa con los p¨¢jaros y la literatura. En el mismo hotel, la poeta uruguaya Ida Vitale se la pas¨® observando esas aves que llegan al pozo central del edificio que en 1621 se construy¨® como convento, con los a?os se convirti¨® en c¨¢rcel y despu¨¦s, termin¨® siendo hospital de caridad. ¡°El hotel est¨¢ lleno de pajarracos negros, que son un poco agrestes, oscuros, de un negro azulado y larga cola. En M¨¦xico creo que los llaman sanates¡±, dice Vitale, distinguida con el premio Cervantes en 2018. Como alguien que los ha observado durante a?os, explica que la hembra tiene un tono m¨¢s marr¨®n que el macho. ¡°Tiene m¨¢s gracia, es m¨¢s chiquita¡±.?
Vitale ha dedicado cientos de poemas a los p¨¢jaros. Ha escrito sobre estorninos, torcazas, cotorras, benteveos, golondrinas, abejas y gorriones, as¨ª como de los ¨¢rboles que los acogen. De naturaleza. ¡°En el ¨¢rbol, el p¨¢jaro/ canta a solas su miedo/de estar solo¡±, escribi¨® la poeta. En De plantas y animales, Vitale los aborda desde el ensayo y describe minuciosamente los bichos, plantas y otros animales presentes en su obra de m¨¢s de setenta a?os. Un cat¨¢logo con el cual hace homenaje a una t¨ªa suya que adem¨¢s de ser profesora de sordomudos llevaba un cuaderno con anotaciones sobre plantas y aves. ¡°Es un mundo muy simp¨¢tico: las plantas y animales rara vez traen problemas¡±, ha dicho la poeta en una entrevista y en eso coincide con Margaret Atwood.
Con la canadiense comparte tambi¨¦n la poes¨ªa. Mientras El Cuento de la Criada y ahora Los Testamentos ocupan la atenci¨®n del p¨²blico, Atwood est¨¢ lista para publicar Dearly, un libro de poemas. El ¨²ltimo de este g¨¦nero fue The Door, en 2007, pero como dijo en Cartagena, jam¨¢s dej¨® de escribir. ¡°Nunca me olvid¨¦ de la poes¨ªa. No es que haya dejado, es solo que ahora vuelvo a publicar¡±, dijo al ser preguntada por EL PA?S. ¡°Escribo a mano. Luego trato de descifrar qu¨¦ fue lo que escrib¨ª y lo paso al computador. Junto varios poemas y veo si es suficiente para publicarlos¡±, cont¨®, para volver al tema de los p¨¢jaros.
Tanto Atwood como Vitale se desenvolvieron en el mundo de las aves y los bichos desde ni?as. En el caso de la escritora canadiense fue su padre, un entom¨®logo y observador de p¨¢jaros, quien la acostumbr¨® a mirarlos en los bosques de Canad¨¢. Luego conoci¨® y se enamor¨® de Gibson, autor del libro The Bedside Book of Birds, donde se compilan observaci¨®n cient¨ªfica, ensayos y poemas propios y de autores como Jorge Luis Borges y Edgar Allan Poe. Poetas y pajareros ayudaron a crear el Springsong, un festival de literatura y aves, as¨ª como un observatorio en la isla Pelee, en Ontario. Atwood quiere que su ¨¦xito en la literatura llegue de alguna forma a los p¨¢jaros. La escritora publicar¨¢ una edici¨®n especial de Los Testamentos que incluye documentos escritos a mano por ella, el sobre de la T¨ªa Lidia, uno de los personajes m¨¢s importantes de sus libros, para recaudar dinero para la conservaci¨®n de aves. ¡°?Los documentos filtrados del interior de Gilead pueden ser tuyos, adem¨¢s ayudas a proteger aves!¡±, escribi¨® Atwood.
¡°Soy una entusiasta de la conservaci¨®n porque dependiendo de lo que pase con las aves podemos ver hacia d¨®nde va el mundo y las cosas que estamos mejorando y las que estamos empeorando. Los p¨¢jaros pueden volar a cualquier lado. Puedes ver que si el agua es buena para un ave es buena para que la tome un humano, pero si el agua est¨¢ envenenada y el ave cae, el hombre no deber¨ªa beberla¡±, concluy¨® Atwood.
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