Novela, poes¨ªa, memoria: sesenta a?os de trayectoria de Caballero Bonald
Un recorrido cr¨ªtico por los diversos g¨¦neros en la obra literaria del escritor, fallecido a los 94 a?os
La trayectoria literaria de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald ha sido sin duda una de las m¨¢s s¨®lidas de la cultura espa?ola contempor¨¢nea. Por supuesto que ha llovido mucho desde la publicaci¨®n de su primer libro, titulado Las adivinaciones (1952), cuando un joven de 26 a?os recog¨ªa en Madrid, despu¨¦s de marear al linotipista con urgentes cambios de ¨²ltima hora, el librito encuadernado en el formato t¨ªpico de la colecci¨®n de poes¨ªa Adonais: ¡°Lo primero que me disgust¨®, aun sabi¨¦ndolo de antemano, fue que el librito era realmente de formato muy peque?o y que el cuerpo de la letra a¨²n lo era m¨¢s¡±. Caballero Bonald pasar¨ªa aquella tarde del 29 de febrero de 1952 (a?o bisiesto) con alg¨²n ejemplar en el bolsillo de su chaqueta, ilusionado y dispuesto a mostr¨¢rselo a las personas adecuadas con las que se pudiera encontrar. Al parecer no fue una buena tarde y s¨®lo tuvo ocasi¨®n de compartir la gran noticia que es siempre un primer libro con su hermano Rafael. Y aquella noche, ¨¦l mismo, un tanto perplejo por lo sucedido, ser¨ªa el ¨²nico lector de Las adivinaciones.
El ¨²ltimo poemario del escritor jerezano llevar¨ªa por t¨ªtulo Desaprendizajes, se public¨® en octubre de 2015 y la horquilla que va de un libro a otro dio fe de una voz po¨¦tica despierta en lo pol¨ªtico, indignada ante la fealdad que ha venido sustituyendo al paisaje, vigilante ante la debilidad y el apocamiento al que pueden conducir los a?os cumplidos. Porque Caballero Bonald se mantuvo activo durante m¨¢s de sesenta a?os: poeta, novelista, ensayista, memorialista, editor, productor... No es f¨¢cil sostener una carrera literaria a lo largo de tanto tiempo sin caer en la decadencia o el amaneramiento de alg¨²n tipo, pero no fue su caso (y s¨ª el de Cela), de modo que su ¨²ltimo libro, Examen de ingenios (2017), un conjunto de semblanzas de escritores y artistas a los que conoci¨®, nos sorprend¨ªa de nuevo por la penetraci¨®n de su prosa.
Como novelista recordemos el valor de tres novelas, Dos d¨ªas de setiembre, En la casa del padre y Toda la noche oyeron pasar p¨¢jaros. En ellas se evoca, de un modo u otro, la sociedad jerezana que Caballero Bonald conoc¨ªa mejor que nadie. Tantas familias importantes en torno al mundo del vino y del jerez... Los Osborne, Garvey, Domecq, Terry, Williams, Gordon, Sandeman, O¡¯Neale... Construyeron un h¨¢bitat que oscilaba entre las juergas flamencas y el t¨¦ de las cinco. ¡°Yo quise escribir en tiempos esa historia, o sea, la novela de toda una familia de bodegueros arquet¨ªpica dentro de la ¨®rbita social jerezana, porque de eso s¨¦ casi todo lo que hay que saber... pero nunca encontr¨¦ el entusiasmo preciso, de pronto me daba pereza, supuse que era un esfuerzo que no me compensar¨ªa literariamente, que era un tema excesivo para mi gusto o mis aficiones. As¨ª que me qued¨¦ en un par o tres de tentativas¡±. Extraigo la cita de la entrevista que le hice cuando proyectaba la publicaci¨®n de sus dos libros de memorias en un solo volumen, La novela de la memoria, donde quedaron recogidos Tiempo de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001). Recuerdo la ligera irritaci¨®n de Caballero Bonald cuando le envi¨¦ el borrador de la entrevista y confund¨ª el oloroso seco, al que me invit¨® y que era su aperitivo preferido, con una manzanilla.
No es f¨¢cil sostener una carrera literaria a lo largo de tanto tiempo sin caer en la decadencia o el amaneramiento de alg¨²n tipo
En todo caso, en sus memorias el escritor hab¨ªa querido hurtarse al compromiso del pacto autobiogr¨¢fico, sosteniendo en el subt¨ªtulo de su obra una idea de la que nunca abdic¨®: la memoria como novela. Y es que por m¨¢s que el autobi¨®grafo se apoye en sus recuerdos de los hechos, estos sobreviven en la mente de forma muy impura y se mantienen veteados de realidades imaginarias que los sostienen, hasta el punto de que puede resultar imposible su deslinde final. ?Qu¨¦ es lo que pertenece a la memoria verdadera de lo sucedido y qu¨¦ pertenece a la fantas¨ªa que pudo acompa?arla? ?Acaso pueden verbalizarse unos recuerdos si no es con un sost¨¦n creativo que los transforme en objeto art¨ªstico? Para Caballero Bonald, como para Carlos Barral y en general para una interpretaci¨®n estilizada de la memoria que domina en los a?os noventa, cualquier otro planteamiento resultaba imposible. Aunque la suya no fuera precisamente una memoria complaciente con nada ni con nadie.
Anna Caball¨¦ es escritora.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.