Juan Forn, el hombre que le¨ªa los viernes
El escritor y editor que instaur¨® la modernidad en la literatura argentina y dio a conocer a escritores como Mariana Enr¨ªquez, Rodrigo Fres¨¢n o Camila Sosa Villada, muri¨® a los 61 a?os
La chica lleg¨® a su oficina en Buenos Aires con una mirada asesina y el libro escrito a mano en un cuaderno. Era 1995 y el entonces editor de Planeta, Juan Forn, qued¨® tan cautivado por la novela de aquella adolescente irreverente que quiso firmarla cuanto antes. ¡°Es uno de los recuerdos m¨¢s lindos que tengo de mi ¨¦poca de editor¡±, relat¨® Forn casi 20 a?os despu¨¦s. ¡°Ella fumando, yo preguntando a contadur¨ªa si pod¨ªan preparar un contrato tipo y habilitarme un cheque por mil pesos-d¨®lares para que aquella minipunk humeante e indiferente llamada Mariana Enr¨ªquez pudiera ir a comprarse una computadora¡±.
Juan Forn, escritor, columnista y editor argentino, muri¨® de un infarto este domingo a los 61 a?os. Autor de novelas como Corazones o Mar¨ªa Domecq, y del libro de cuentos Nadar de noche, en los que retrat¨® con iron¨ªa y ternura las penurias y contradicciones de la clase media-alta argentina de los ochenta, Forn ser¨¢ recordado sobre todo por su generosidad como editor y su voracidad de lector. Le sobreviven sus m¨ªticas columnas en la contratapa del diario argentino P¨¢gina/12, donde se dedic¨® cada viernes durante casi 15 a?os a compartir su inagotable curiosidad lectora; y su olfato de editor, que localiz¨® las primeras obras de escritores como Mariana Enr¨ªquez, Rodrigo Fres¨¢n o Camila Sosa Villada. ¡°Juan Forn me cambi¨® la vida. No hay mucho m¨¢s¡±, le despidi¨® Enr¨ªquez, ganadora del premio Herralde de Novela en 2019.
Hijo de una familia acomodada, Forn naci¨® en 1959 en Buenos Aires. Corazones, su primera novela publicada en 1987, relata en segunda persona el primer amor y la orfandad de un ni?o que visita a su abuelo en la sierra de C¨®rdoba, en el centro del pa¨ªs. En Nadar de noche, su ¨²nica colecci¨®n de cuentos, describe la juventud en Buenos Aires a finales de los ochenta, entre el trauma de un excombatiente de la Guerra de las Malvinas y los departamentos en barrios de moda llenos de coca¨ªna y tristeza. El cuento hom¨®nimo, la historia de un padre fallecido que visita a su hijo una noche muy tarde, se convirti¨® en un fen¨®meno y lo catapult¨® a la fama. ¡°Cuando la hiperinflaci¨®n bombardeaba Buenos Aires, Forn y Rodrigo Fres¨¢n eran nuestros Salinger y Carver, role models para quienes dese¨¢bamos ser escritores¡±, le despidi¨® este domingo el escritor y editor Santiago Llach.
Mientras pon¨ªa la literatura de moda en la era de la televisi¨®n, Forn escal¨® por la pir¨¢mide de la industria editorial. Comenz¨® de mensajero en Emec¨¦, donde lleg¨® a ser asesor literario, y se consolid¨® en la editorial Planeta. Ah¨ª se convirti¨® en uno de los art¨ªfices de la modernidad de la literatura argentina. Sus colecciones, Biblioteca del Sur y Espejo de la Argentina, donde public¨® a autores como Fogwill, Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, Matilde S¨¢nchez o Alberto Laiseca, inauguraron un nuevo panorama en el pa¨ªs. Argentina se dio vuelta para leer a autores que ¡°empezaron a escribir a la sombra del existencialismo franc¨¦s, los beatniks y la revoluci¨®n cubana, o bien del nacimiento del pop, la revoluci¨®n sexual y el estructuralismo; o bien del advenimiento del punk, las computadoras y el sida¡±, como los describi¨® el mismo Forn en el pr¨®logo de una selecci¨®n que edit¨® para Anagrama en 1992.
En ella, tambi¨¦n public¨® por primera vez en Espa?a a C¨¦sar Aira, ¨²ltimo premio Formentor y eterno figurante en las listas de favoritos al premio Nobel. Acompa?ando a Aira con nombres como Ricardo Piglia, Alan Pauls, Abelardo Castillo y Sylvia Iparraguirre, su selecci¨®n refulge hasta hoy. ¡°Cuando se public¨®, el divorcio que exist¨ªa entre autores latinoamericanos y lectores espa?oles rozaba la tragedia¡±, escribi¨® a prop¨®sito de la antolog¨ªa Enrique Vila-Matas. ¡°En aquellos d¨ªas, la narrativa argentina era, para los lectores espa?oles, solo Borges y Bioy Casares, al que confund¨ªan con su escudero¡±.
Fundador de la revista Radar, el suplemento cultural del diario P¨¢gina/12, dedic¨® casi 15 a?os a escribir la contratapa del peri¨®dico. ¡°Los viernes¡±, el nombre de su columna publicada antes de cada fin de semana, fue una cartograf¨ªa personal de la cultura argentina y global. En ellas pod¨ªa describir la endogamia y miop¨ªa de la clase alta de la que escap¨® (sobre Mauricio Macri, con quien comparti¨® la escuela, el colegio Cardenal Newman, escribi¨®: ¡°M¨¢s que presidente, lo que quiere es haber sido presidente, terminar de una vez su aventura pol¨ªtica y volver al ¨²nico n¨²cleo de pertenencia que reconoce: el de los Newman Boys¡±) con la misma soltura con la que repasaba la lista de nueve asistentes que tuvo el funeral de Karl Marx o diseccionaba los sue?os que Borges le cont¨® a Bioy Casares.
Forn public¨® su ¨²ltimo libro de ficci¨®n en 2007, pero jam¨¢s dej¨® de leer y compartir. En 2017 comenz¨® a curar la colecci¨®n Rara Avis, publicada por la editorial Tusquets. Entre los textos del escritor argentino Isidoro Blaisten, el original de El Gran Gatsby que Scott Fitzgerald present¨® a su editorial con el t¨ªtulo de Trimalci¨®n, o las memorias de Frigyes Karithy, una columnista de Budapest que en 1936 document¨® un viaje por la Europa de entreguerras que atraves¨® para operarse de un tumor cerebral, el editor sigui¨® compartiendo sus descubrimientos. El ¨²ltimo, a comienzos de 2019, fue el fen¨®meno editorial Las Malas, de la escritora Camila Sosa Villada, que al a?o siguiente gan¨® el premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz.
En el pr¨®logo del relato del dolor y el goce de una travesti que se encuentra consigo misma en una de las regiones m¨¢s conservadoras de Argentina, Forn resumi¨® la regla que forj¨® su lectura y su vida: ¡°Es esa clase de libro que, en cuanto terminamos de leer, queremos que lo lea el mundo entero¡±.
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