El veneno literario del totalitarismo
El auge de la extrema derecha inunda la mesa de novedades con ensayos y novelas que buscan respuestas en un momento en el que la democracia flaquea en Europa
David Saavedra (Pontevedra, 39 a?os) era muy joven cuando se meti¨® hasta el fondo en lo que ¨¦l llama ¡°la burbuja¡±. Su militancia en la extrema derecha y el vac¨ªo que en ¨¦l ha dejado no son muy distintos a los que siente un yihadista, seg¨²n cita como ejemplo. El proceso le llev¨® desde una fascinaci¨®n inicial por Hitler hasta las tripas del movimiento nazi en Espa?a y a convertir su juventud en ¡°20 a?os tirados a la basura¡±. Cuando quiso ¡°que todo eso sirviera para algo¡± escribi¨® Memorias de un exnazi: 20 a?os en la extrema derecha espa?ola (Ediciones B), un escalofriante relato del poder del radicalismo sobre la mente. ?l fue dejando atr¨¢s todo aquello, pero a¨²n hoy confiesa que no se siente liberado. ¡°Lo empec¨¦ a escribir antes de saber que me estaba saliendo¡±, cuenta por videoconferencia. Su ejemplo es una de las m¨²ltiples aproximaciones literarias sobre el fen¨®meno expansivo del totalitarismo y sus distintas m¨¢scaras que pueblan las mesas de novedades en espa?ol.
¡°Desde los a?os treinta nunca ha habido tanta gente que de verdad estuviera convencida de que la democracia liberal no sirve y de que es necesario tirar por otro camino. Y ah¨ª se acaba el paralelismo. La democracia liberal empieza a tener muy pocos defensores, pero no es cierto que estemos viviendo un ascenso del fascismo¡±, reflexiona Sergio del Molino (Madrid, 41 a?os), que acaba de publicar Contra la Espa?a vac¨ªa (Alfaguara), la continuaci¨®n por la v¨ªa pol¨ªtica de su gran ¨¦xito. ¡°La democracia no tiene sex appeal porque no entendemos el eterno retorno. No va a ning¨²n para¨ªso, a ninguna Arcadia. Su fin es perpetuarse¡±, profundiza una lluviosa tarde de junio junto al museo Reina Sof¨ªa.
No solo las memorias o el ensayo han atendido este fen¨®meno en los ¨²ltimos meses. Con Lux (Seix Barral), Mario Cuenca Sandoval (Sabadell, 46 a?os) ha apostado por una original historia epistolar en la que un hombre narra el auge y ca¨ªda del partido de extrema derecha que da t¨ªtulo a la novela en una Espa?a pospand¨¦mica y un tiempo indeterminado. ¡°Lux aprovecha el malestar que es evidente que existe en la sociedad, sobre todo en las clases trabajadoras y en las clases medias. Es un malestar creciente que este tipo de formaciones saben canalizar porque ofrecen un relato sencillo y soluciones simples a cuestiones realmente complejas. Aprovechan tambi¨¦n los prejuicios, que han encontrado en las redes sociales una verdadera autopista. Y capitalizan el descontento mejor que la izquierda y los liberales¡±, reflexiona por tel¨¦fono. Dice Lux como podr¨ªa decir Vox, porque la realidad se ha filtrado en esta y otras ficciones. Y ah¨ª se sit¨²a Antonio Scurati, quien con su monumental proyecto sobre el fascismo italiano (en espa?ol Alfaguara ha publicado M. El hijo del siglo y M. El hombre de la providencia) novela una historia con ecos evidentes en el presente.
Vox no es un partido nazi, no es correcto. Es negacionistaDavid Saavedra
Tedio, melancol¨ªa, frustraci¨®n o ira y sus sin¨®nimos se repiten en cada conversaci¨®n, surgen siempre que se trata de explicar el auge del totalitarismo en el mundo, la seducci¨®n del autoritarismo, el veneno del radicalismo. ¡°La nostalgia y el aburrimiento con los pol¨ªticos son el reflejo de algo m¨¢s profundo: la sensaci¨®n de que, en un mundo globalizado, los pol¨ªticos no tienen poder. La gente imagina que hubo un tiempo mejor en el que los pol¨ªticos eran m¨¢s heroicos y estaban mejor formados. Ahora parecen triviales y tontos. La gente quiere algo mejor¡±, asegura por correo electr¨®nico Anne Applebaum, que aporta al debate su El ocaso de la democracia (Debate) una brillante reflexi¨®n sobre el aspecto m¨¢s tentador del autoritarismo y sus mecanismos de seducci¨®n.
Applebaum (Washington, 56 a?os) no cree que la amenaza sea mayor para democracias m¨¢s j¨®venes. ¡°Todas son vulnerables. En varios sentidos, la situaci¨®n de Estados Unidos, por ejemplo, es mucho peor que la de Espa?a. La democracia americana es una de las m¨¢s antiguas del mundo y sin embargo una parte importante de uno de nuestros mayores partidos no cree en el sistema electoral. No creo que Espa?a est¨¦ as¨ª de mal, todav¨ªa¡±. La escritora construye este libro mediante los mimbres de su experiencia personal ¡ªest¨¢ casada con el pol¨ªtico polaco Radoslaw Sikorski y vive en Polonia, junto con Hungr¨ªa los dos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que viven m¨¢s de cerca los efectos de las pol¨ªticas autoritarias¡ª, apegada a los intelectuales y periodistas m¨¢s prominentes de Europa del Este, algunos amigos suyos a los que ha perdido cuando optaron por el camino de la radicalizaci¨®n. Cuando no dispon¨ªa de este acceso privilegiado a las fuentes, lo buscaba; viaj¨® a Espa?a y se reuni¨®, entre otros, con Rafael Bardaj¨ª, uno de los ide¨®logos de Vox, a quien desnuda con eficacia.
No es justo decir a los j¨®venes que todo es terrible, algo que puede llevar a la apat¨ªa o al nihilismoAnne Applebaum
¡°Vox no es un partido nazi, no es correcto. Es negacionista¡±, asegura Saavedra mientras toca uno de los tatuajes que cubren su cuerpo y le recuerdan su otra vida, esa en la que estaba convencido ¡°de la existencia de una conspiraci¨®n mundial para esclavizar a la raza blanca¡±. Su soluci¨®n ¡ªahora que en Francia se acaba de editar una versi¨®n de 900 p¨¢ginas de Mein Kampf con profusi¨®n de notas, contexto y un gran aparato explicativo¡ª pasa por eliminar el ¡°aura¡± que se otorga a estas ideas cuando se las esconde y censura en lugar de dejar que se pongan en evidencia.
El protagonista de Lux es un cobarde que se echa en brazos del movimiento, un hombre acabado ¡°que quiere ponerse en paz con sus prejuicios, su ira y sus resentimientos¡±, explica su creador. ¡°Su discurso puede repugnarnos a los dem¨®cratas, pero en alg¨²n momento puede sugerirnos ideas que pueden parecernos razonables y eso provoca en el lector cierto malestar¡±, resume Cuenca Sandoval para poner el dedo en la llaga de cierto conflicto interior sin el que no se explican algunos ¨¦xitos electorales.
Del Molino apuesta por recuperar la ingenuidad: ¡°Es buena para todo y est¨¢ fuera de todo. Si la recuperamos el debate ganar¨¢ en tensi¨®n democr¨¢tica. Lo que ocurre es que se confunde con una forma de bondad con muy mala prensa, porque se asimila a la idiocia¡±. Su ensayo destila cultura, pero ¨¦l avisa: ¡°El fascismo no se cura leyendo. Es mentira. La cultura puede generar una barbarie enorme¡±. Y Applebaum, que visita zonas sombr¨ªas en su libro, se decanta por el realismo frente al pesimismo o el optimismo. ¡°No es justo decir a los j¨®venes que todo es terrible, algo que puede llevar a la apat¨ªa o al nihilismo¡±. Pueden empezar por recorrer con Saavedra la senda oscura, ver c¨®mo funciona la burbuja para no dejarse atrapar.
Libros que interpelan y explican
Memorias de un exnazi: 20 a?os en la extrema derecha espa?ola. David Saavedra. Ediciones B. 368 p¨¢ginas. 19,90 euros.
Contra la Espa?a vac¨ªa. Sergio del Molino. Alfaguara. 280 p¨¢ginas. 18,90 euros.
Lux. Mario Cuenca Sandoval. Seix Barral. 368 p¨¢ginas. 20 euros.
El ocaso de la democracia. Anne Applebaum, traducci¨®n de Francisco J. Ramos. Debate. 195 p¨¢ginas. 18.90
M. El hijo del siglo. Antonio Scurati, traducci¨®n de Carlos Gumper. Alfaguara. 819 p¨¢ginas. 23,65 euros
M. El hombre de la providencia. Antonio Scurati, traducci¨®n de Carlos Gumper. Alfaguara. 587 p¨¢ginas. 21,75 euros
Babelia
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