Halle Berry: ¡°Hay mujeres que no se pueden permitir el lujo de ser madres cari?osas¡±
La actriz, que debuta como directora para Netflix en ¡®Bruised¡¯, el drama de una boxeadora, que tambi¨¦n protagoniza, explica por qu¨¦ su pel¨ªcula no deja espacio al sentimentalismo
Halle Berry (Cleveland, Ohio, 55 a?os) es perfectamente consciente de que, de todos los g¨¦neros que podr¨ªa haber escogido para su debut como directora (y para su regreso al cine despu¨¦s de una pausa de dos a?os), el que ha elegido tiene el list¨®n muy alto: ¡°The Wrestler, Million Dollar Baby, Rocky, Cinderella Man, incluso Toro Salvaje... son todas pel¨ªculas que siempre me han fascinado, esencialmente porque creo que a todos nos gusta una buena historia de marginados que consiguen sobreponerse a todos los obst¨¢culos¡±, dice la actriz, cuya belleza atemporal resalta especialmente sobre el fondo ocre de la sala virtual donde hace las entrevistas promocionales de la pel¨ªcula que tambi¨¦n protagoniza y que estrena hoy en Netflix, plataforma que ha pagado a la actriz 20 millones de d¨®lares por involucrarse en el proyecto.
Bruised (Herida) narra la dur¨ªsima historia de una boxeadora (ella misma), antigua campeona de MMA (Mixed Martial Arts), llamada Jackie Justice a la que, como mandan los c¨¢nones de este tipo de filmes, despu¨¦s de tocar la gloria deportiva, la vida no ha tratado bien en ning¨²n sentido: hundida en el alcoholismo y atrapada en una relaci¨®n t¨®xica con su antiguo m¨¢nager, interpretado por Adan Canto, en el preciso momento en que empieza a plantearse volver al ring para salir su situaci¨®n econ¨®mica ruinosa, aparece en escena su hijo de seis a?os, al que hab¨ªa abandonado poco despu¨¦s de nacer.
Aunque la pel¨ªcula aborda una historia de superaci¨®n, la atm¨®sfera opresiva no acent¨²a el aspecto ¨¦pico de los combates ni deja espacio al sentimentalismo: m¨¢s al contrario remarca la violencia de este ¨¢mbito deportivo y aborda de forma muy cruda temas como el desarraigo, la drogadicci¨®n y la violencia de g¨¦nero. ?Por qu¨¦ una propuesta tan dura? ¡°Bueno, pues si te ha parecido duro verlo, imagina vivir esa realidad. A veces tenemos esta maravillosa oportunidad donde podemos usar el cine y el arte para ayudar a educar. Siempre que podemos hacer eso, es algo muy valioso. Y creo que siendo una mujer negra que ama la lucha ten¨ªa muchas cosas que decir sobre este deporte y el mundo que le rodea¡±. Berry dice que creci¨® escuchando hablar en su barrio de Ali, Joe Frazier, de Foreman o Sugar Ray Leonard y que eso la marc¨®. Amable pero directa suelta frases como derechazos: ¡°Nada de lo que se retrata en este filme me resulta totalmente ajeno¡±. Aunque no considera en absoluto necesario estar familiarizado con el ambiente retratado para empatizar con la historia: ¡°Todos hemos cometido errores, todos hemos querido que nos perdonasen, todos hemos intentado derrotar a un fantasma en alg¨²n momento de nuestra vida, de manera que este tipo de narrativas siempre la podemos relacionar con algo nuestro muy personal¡±.
Su tono asertivo est¨¢ muy en sinton¨ªa con el tema y tono del guion de Michelle Rosenbarb, que ella misma ha modificado para adaptarlo a sus propias necesidades interpretativas. ¡°Originalmente, la pel¨ªcula la protagonizaba una chica blanca irlandesa cat¨®lica de 21 a?os. As¨ª que necesariamente eso tuvimos que cambiarlo¡±, dice con tono ir¨®nico. ¡°Tuve tambi¨¦n que modificar el barrio en el que viv¨ªa y pensar c¨®mo se relacionar¨ªan los personajes con una mujer negra, con un hijo peque?o, ambos residentes en un barrio negro. ?Cu¨¢les ser¨ªan sus problemas? ?Y los problemas de su familia de origen?¡±. Tampoco edulcora ni lo m¨¢s m¨ªnimo el retrato que hace la maternidad: ¡°A menudo se da por sentado que las mujeres por ser madres tenemos que ser cari?osas y tiernas, pero hay todo un segmento de la sociedad en el que eso no ocurre. Por razones de lo m¨¢s variopinto puedes acabar no siendo la madre m¨¢s amorosa del mundo. Simplemente, hay mujeres que no se pueden permitir ese lujo y tanto esas mujeres como sus hijos tienen una visi¨®n diferente de la vida, lo que no significa que sean menos madres, que est¨¦n menos conectadas con sus hijos ni que no les quieran¡±, dice.
Berry, cuya agitada vida sentimental ha sido siempre objeto de escrutinio por parte de la prensa del coraz¨®n y quien tiene un hijo de ocho a?os, producto de su relaci¨®n con el actor Olivier Mart¨ªnez y una hija de 13, nacida de su v¨ªnculo con Gabriel Aubry (a quien lleg¨® a demandar para obtener la custodia de la ni?a), dice que no se ve reflejada en esa madre que retrata: ¡°Me crie en un hogar roto, con un padre abusivo y una madre soltera. Yo he elegido romper el ciclo, hacer el trabajo y convertirme en un tipo diferente de progenitora¡±. La experiencia que s¨ª ha resultado totalmente nueva para ella ha sido la de dirigir. Ponerse tras la c¨¢mara ha sido un reto tremendo, pero a la vez le ha hecho comprender a los hombres que la dirigieron en anteriores fases de su carrera, y lo remarca con sentido del humor: ¡°Cuando eres actor solo piensas en ti y en tu interpretaci¨®n, pero cuando te pones al otro lado te das cuenta de que algunas veces, cuando un director te ha hecho la vida imposible o te ha pedido filmar en las circunstancias m¨¢s extra?as es que ten¨ªa una muy buena raz¨®n para ello¡±.
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