Nehru, sobre la Rep¨²blica espa?ola: ¡°Estoy plenamente convencido de que la victoria ha de ser vuestra¡±
Una carta in¨¦dita de Nehru revela la fascinaci¨®n del movimiento anticolonial de la India con el bando republicano espa?ol, al que ayud¨® con comida, dinero, propaganda y una misi¨®n m¨¦dica para defender la democracia
Esta es la historia de otro mundo y de otro tiempo condensada en una carta de dos p¨¢rrafos; una misiva mecanografiada que ha salido a la luz tras seis d¨¦cadas dormida. La firma de pu?o y letra Jawaharlal Nehru: el hist¨®rico l¨ªder que liber¨® a la India de las cadenas brit¨¢nicas, que articul¨® la resistencia anticolonial impulsada por Gandhi ¨Ca base de desobediencia civil¨C y que uni¨® y dirigi¨® el pa¨ªs desde 1947 hasta su muerte, en 1964. La carta va dirigida al hijo mayor de Juan Negr¨ªn y est¨¢ fechada el 31 de marzo de 1963, m¨¢s de seis a?os despu¨¦s del fallecimiento en su exilio parisino del ¨²ltimo presidente de Gobierno de la Segunda Rep¨²blica Espa?ola. Es la historia cruzada del pol¨ªtico que resisti¨® sin vencer (al fascismo) y del pol¨ªtico que venci¨® resistiendo (al colonialismo).
En esa carta, desconocida hasta ahora, Nehru recuerda algo sucedido un cuarto de siglo antes. Corr¨ªa el verano de 1938 y la Guerra Civil espa?ola se adentraba en su fase m¨¢s cruenta. Con los sanguinarios bombardeos italianos al Mercado de Alicante y a la ciudad de Granollers (unos 500 muertos en total). Con la ag¨®nica resistencia republicana de la Bolsa de Bielsa. Con las tropas franquistas avanzando hacia Valencia y acorralando al Gobierno. Entonces la India era una colonia sojuzgada por el imperio brit¨¢nico. Europa sufr¨ªa la zarpa del fascismo. Y en el tablero espa?ol se estaba jugando el futuro del mundo libre. Y Nehru, que ansiaba la libertad, quiso estar all¨ª. En la Barcelona republicana.
¡°Mientras estaba en Barcelona ¨Cteclea Nehru en su carta¨C tuve la primera experiencia en presenciar el bombardeo nocturno de una ciudad¡±. En aquellos cinco d¨ªas, con sus cinco noches de bombardeos o¨ªdos desde el Hotel Majestic, Nehru vio con indignaci¨®n que la misma Gran Breta?a que no conced¨ªa la independencia al pueblo indio tampoco interven¨ªa en Espa?a para defender la democracia. Italia y Alemania s¨ª que apoyaban militarmente a Franco. Pero Gran Breta?a no defend¨ªa al Gobierno leg¨ªtimo de la Rep¨²blica. Y fue as¨ª como Nehru uni¨® la causa del pueblo indio a la defensa de la Rep¨²blica espa?ola: una alianza hoy desconocida que desprende el halo rom¨¢ntico de otro mundo, de otro tiempo.
La carta ha aparecido en el Archivo Negr¨ªn. El presidente de la Fundaci¨®n Juan Negr¨ªn, Jos¨¦ Medina Jim¨¦nez, asegura que nunca antes hab¨ªa sido publicada ni se ha mencionado en ning¨²n libro. En su opini¨®n, simboliza la alianza de ¡°dos luchadores en defensa del mundo libre y democr¨¢tico: Nehru luchando por la descolonizaci¨®n de la India, y Negr¨ªn luchando por la Rep¨²blica, convencido de que los nazis y los fascistas, si ganaban la guerra, someter¨ªan a Espa?a y Europa¡±.
Lo cierto es que a Nehru, que llegaba a Espa?a para internacionalizar la lucha del Congreso Nacional Indio para la independencia, le conmovi¨® aquella visita. Estuvo presente en los frentes de combate, departi¨® con las Brigadas Internacionales, vio f¨¢bricas y talleres en Badalona y Barcelona y mantuvo encuentros pol¨ªticos con Pasionaria, el president Companys, el general Enrique L¨ªster o el alcalde de Barcelona Hilari Salvad¨®.
En otra carta enviada a Negr¨ªn cinco meses despu¨¦s de aquella estancia ¨Ccuando a¨²n todo era posible¨C Nehru recordaba: ¡°Nunca olvidar¨¦ las impresiones que adquir¨ª durante mi visita a Espa?a. El valor y la determinaci¨®n del pueblo espa?ol frente a todo g¨¦nero de privaciones es verdaderamente maravilloso e inspirador. Estoy plenamente convencido de que la victoria ha de ser vuestra (¡) Ser¨¢ un d¨ªa grande para la libertad y la democracia mundial aquel en que la Rep¨²blica espa?ola salga triunfante de su prueba. Puedo asegurarle que el pueblo de la India sigue esta lucha con la mayor simpat¨ªa hacia el pueblo espa?ol¡±.
Sin embargo, aquel deseo no se cumpli¨®. Resistir no fue vencer.
Carmen Negr¨ªn, nieta del ¨²ltimo presidente de Gobierno de la Rep¨²blica, detalla el origen de esta carta desconocida, datada en la residencia del primer ministro indio en Nueva Delhi y hoy conservada en el Archivo Negr¨ªn de Las Palmas de Gran Canaria. ¡°La carta iba dirigida a mi t¨ªo Juan, hijo mayor de mi abuelo. Mi t¨ªo quer¨ªa escribir un libro sobre su padre y pidi¨® recuerdos a varias personas que hab¨ªan conocido a mi abuelo. Uno de ellos fue Nehru. Aquel libro nunca se escribi¨®, pero quedaron varias cartas interesantes como esta de Nehru¡±, cuenta. Tambi¨¦n enviaron cartas para ese volumen figuras relevantes como Vincent Auriol, primer presidente de la IV Rep¨²blica francesa, el ministro galo Jules Moch, la intelectual feminista Isabel Oyarz¨¢bal o los corresponsales norteamericanos Jay Allen y Herbert Matthews, que contaron la guerra espa?ola para los grandes peri¨®dicos de Estados Unidos.
Todos recordaban a Negr¨ªn. Pero el testimonio de Nehru, rememora su nieta, es especial. ¡°Mi abuelo lo apreciaba. Para ¨¦l, el colonialismo era incompatible con la democracia, y en eso y en muchas otras cosas coincid¨ªa tanto con Nehru como con Gandhi, cuyo pacifismo admiraba¡±.
En la misma l¨ªnea incide Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao, escritor y actual embajador de Espa?a en la India. ¡°Nehru rechazaba que la Guerra Civil fuera una lucha entre fascismo y comunismo. Seg¨²n su an¨¢lisis, era una agresi¨®n de dos potencias totalitarias, Alemania e Italia, contra un sistema democr¨¢tico. Los comunistas ¨Drecuerda Nehru en su autobiograf¨ªa¨D eran una minor¨ªa en las Cortes republicanas, por lo que la lucha era, en realidad, entre el fascismo y la democracia espa?ola. Y esa guerra, convertida para Nehru en una ¡®angustia personal¡¯, contribuy¨® a afianzar su idea de que la lucha anticolonial deb¨ªa considerarse parte de la lucha por la democracia, no por la revoluci¨®n comunista¡±, explica Ridao.
Precisamente un art¨ªculo de Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao en EL PA?S (Nehru y la guerra de Espa?a) hizo aflorar esta carta in¨¦dita que reposaba en un archivo que ha sobrevivido a una guerra civil, a una guerra mundial y a varias mudanzas internacionales guardado en cajas de madera y en ba¨²les polvorientos y que la familia Negr¨ªn custodi¨® en el exilio durante d¨¦cadas. La carta, en la que Nehru subraya que su visita a Espa?a y su encuentro con Negr¨ªn permanecen ¡°como un tesoro en su memoria¡±, pone de relieve el papel de los l¨ªderes de la India anticolonial durante la Guerra Civil espa?ola.
Sobre esta materia, tan poco estudiada, ha investigado el profesor Michael P. Ortiz, historiador de la Universidad de Rhode Island. En un trabajo acad¨¦mico publicado en ingl¨¦s bajo el t¨ªtulo ?Espa?a! ?Por qu¨¦? Jawaharlal Nehru, la No-Intervenci¨®n y la Guerra Civil espa?ola, el profesor Ortiz detalla que los anticolonialistas indios se comprometieron con la Rep¨²blica espa?ola de formas distintas. Organizaron colectas de alimentos, publicaron propaganda antifranquista y visitaron la Espa?a devastada por la guerra. Entre todas estas acciones, recaudaron 50.000 rupias para enviar a la Rep¨²blica espa?ola y hasta desplegaron una misi¨®n m¨¦dica en Barcelona, encabezada por el doctor Madan Mohan Lal Atal, que inclu¨ªa una ambulancia con el siguiente cartel: ¡°Comit¨¦ de Ayuda Espa?a-India: A los Valientes Dem¨®cratas Espa?oles, del Pueblo de la India¡±.
En aquellos d¨ªas de bombas e ideales, Nehru quiso implicar al pueblo indio en la guerra espa?ola. Eso le vali¨® algunas cr¨ªticas hasta en su propio bando por quienes consideraban que se estaba alejando de la realidad de las calles indias. Espa?a, a 7.000 kil¨®metros de distancia, no era una prioridad para un pueblo dividido por credos, por renta, por clases, por castas.
No obstante, aquellas cr¨ªticas no amilanaron a Nehru. El profesor Ortiz rescata unas l¨ªneas escritas por el l¨ªder indio en favor de la Rep¨²blica espa?ola, en aquellos momentos de efervescencia ideol¨®gica, que dec¨ªan as¨ª: ¡°No somos indiferentes; no podemos ser indiferentes al coraje y al hero¨ªsmo en la causa de la libertad humana. No podemos olvidar que nuestros propios intereses est¨¢n en juego, nuestra propia libertad por la que trabajamos est¨¢ en juego. Somos gente pobre y hambrienta, pero aun en nuestra pobreza y miseria nos compadecemos de nuestros camaradas espa?oles y debemos prestarles la ayuda que podamos, por peque?a que sea¡±. Nehru prest¨® esa ayuda. Y siempre lament¨® que Gran Breta?a no lo hiciera.
El ¨²ltimo recuerdo del abuelo Juan
Han pasado 65 años, más de veinticuatro mil días sin el abuelo Juan. Pero Carmen Negrín, la nieta del último presidente de Gobierno republicano de España, mantiene vivo el recuerdo de aquel hombre con el que se crió lejos de España. En su memoria sigue “con una sonrisa tierna y una mirada clara, directa y alegre”. No quiso verlo muerto. Por eso, en su mente continúa vivo el recuerdo de los últimos momentos. “Sus últimas palabras, según me contaron su compañera durante treinta años, Feliciana López de don Pablo, y mi padre, Rómulo, fueron para mi hermano y para mí. Se preocupó por nuestro porvenir y pidió a Feli, como la llamábamos, que se encargara de nosotros y, en particular, de nuestra educación. Para él, la educación era lo más importante; el conocimiento era la base para cualquier cambio profundo y mejoría de la condición humana, incluyendo la igualdad entre hombres y mujeres. Antes, había pedido a mi padre que transmitiera al Estado español los famosos recibos del oro. Se respetó su voluntad. Y creo que esas dos voluntades últimas reflejan bien su personalidad: su interés por el más frágil (en este caso sus nietos), y su pasión por España y los españoles. En efecto, se hablaba en esos momentos de un posible acercamiento con la URSS y era importante que la URSS no pudiera reclamar nada a los españoles (independientemente de quién los gobernaba). Eso, desafortunadamente, no se entendió (empezando por sus propios compañeros políticos) y ayudó a reforzar su ‘leyenda negra’, como había pasado cuando pidió la aplicación en España del Plan Marshall, el cual, como decía, no hubiera aportado nada más a Franco, pero sí hubiera ayudado a los españoles”, explica Carmen Negrín.
Babelia
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