El Museo Ruso de M¨¢laga se reinventa para sobrevivir a la guerra
La filial del Estatal de San Petersburgo, cuestionada tras la invasi¨®n de Ucrania, renace gracias a una exposici¨®n de 76 obras de artistas rusos propiedad de una coleccionista brit¨¢nica
Con un partido del Mundial de Qatar como competencia y una lluvia constante, unas 200 personas se acercaron el pasado 13 de diciembre a la inauguraci¨®n de la nueva exposici¨®n del Museo Ruso de M¨¢laga. Compuesta por 76 obras procedentes de la colecci¨®n privada de la brit¨¢nica Jenny Green, sirvi¨® para dar cierta normalidad a la actividad del centro y, a la vez, para que este saque pecho sobre el inter¨¦s que suscita. ¡°Para el d¨ªa que era, vino mucha gente¡±, afirma su director, Jos¨¦ Mar¨ªa Luna. Respira con cierto alivio porque en mayo, tras la invasi¨®n de Ucrania, vio c¨®mo las obras de arte de sus paredes fueron descolgadas y enviadas de vuelta a Rusia. Parec¨ªa el final, pero el espacio ha mantenido desde entonces su actividad con un perfil bajo. Tanto, que ha cundido la sensaci¨®n de que hab¨ªa cerrado. Las visitas no eran muy frecuentes. ¡°Hemos estado abiertos todo el tiempo y as¨ª seguiremos¡±, aclara Luna.
El Museo Ruso de M¨¢laga fue inaugurado en 2015 justo un d¨ªa antes que el Centro Pompidou M¨¢laga. Lleg¨® para reforzar la apuesta cultural de la ciudad y cumplir¨¢ el pr¨®ximo marzo su octavo aniversario. Es fruto de un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Museo Estatal de San Petersburgo, firmado primero hasta 2025 y m¨¢s tarde hasta 2035. El municipio pagaba un canon de 400.000 euros anuales a cambio de los fondos muse¨ªsticos estatales, con los que se han ido conformando importantes exposiciones (40) a lo largo de los a?os. Las vanguardias rusas, pero tambi¨¦n otros artistas, han tenido un gran escaparate y los visitantes ¡ª750.000 desde su apertura¡ª han podido ver de cerca grandes obras del pa¨ªs.
El convenio firmado qued¨® en el aire despu¨¦s de que las autoridades internacionales bloqueasen las transferencias bancarias al Gobierno de Vlad¨ªmir Putin y el Ministerio de Cultura y Deporte de Espa?a pidiera que se suspendieran ¡°los proyectos e iniciativas en curso con la Federaci¨®n Rusa¡±, como subray¨® el ministro, Miquel Iceta. A M¨¢laga le cost¨® tomar la decisi¨®n. El propio alcalde, Francisco de la Torre, defendi¨® la idea de mantener la programaci¨®n tal y como estaba prevista. Sin embargo, los cuadros de la exposici¨®n de aquel momento, Guerra y paz en el arte ruso ¡ªcomo la Caballer¨ªa roja de Kazimir Mal¨¦vich¡ª, pusieron rumbo a tierras rusas. El dilema se cerr¨®. Y la siguiente remesa ya nunca lleg¨®. ¡°A lo mejor hay que reformular el espacio¡±, afirmaba entonces Noelia Losada, concejal de Cultura en M¨¢laga, en una etapa donde la cultura rusa viv¨ªa momentos de vetos y cancelaciones en todo el mundo.
El Ayuntamiento celebr¨® un pleno municipal para decidir qu¨¦ hacer. Hubo propuestas varias, pero se acord¨® mantenerlo abierto ¡°en estado de hibernaci¨®n¡±. Por el prestigio y por las 80 personas que trabajan all¨ª. Primero se organiz¨® una exposici¨®n sobre Picasso y, poco a poco, varias actividades ¡ªcine, charlas, conciertos, talleres¡ª y muestras ligadas con la cultura o el arte rusos. ¡°Esa es nuestra singularidad¡±, afirma el director del museo malague?o, quien defiende la importancia del proyecto porque la cultura ¡°est¨¢ por encima de los conflictos¡±. Luna asegura que el contrato con la Administraci¨®n rusa est¨¢ ahora en pausa. ¡°Si hay un momento en el que podamos recuperar la relaci¨®n, en principio estamos en la l¨ªnea de mantener el convenio. No s¨¦ si por su parte tambi¨¦n, pero creo que s¨ª¡±, insiste el m¨¢ximo responsable de la pinacoteca. Por si acaso, su equipo ya trabaja en futuras exposiciones.
Hoy sus salas ofrecen arte ruso o relacionado con su cultura, pero en ning¨²n caso procede directamente de Rusia. As¨ª, evitan transacciones comerciales indebidas y, a la vez, mantienen la actividad. La muestra Arte ruso, una mirada inglesa es la m¨¢s llamativa. Est¨¢ conformada con la colecci¨®n de la brit¨¢nica Jenny Green, emocionada durante la inauguraci¨®n cuando vio sus obras colgadas ¡°en un museo tan maravilloso¡±. Hay 76 piezas, entre las que cabe un kandinsky, la luminosa Troika de Maliavin, un boceto de Ivanov sobre La aparici¨®n de Cristo ante el pueblo y un amplio abanico de obras de artistas de finales del siglo XIX y principios del XX como Larionov, Goncharova o Venetsianov. Se podr¨¢ ver hasta el 5 de junio.
¡°Es interesante que el museo haya encontrado esta manera de seguir adelante al margen del Gobierno y las ¨¦lites rusas. Cerrar un lugar as¨ª por la guerra no tendr¨ªa sentido y es bueno que tenga su propio camino para seguir teniendo su funci¨®n¡±, explica Mira Milosevich, investigadora del Real Instituto Elcano. ¡°?Vamos a boicotear ahora a Kandinsky?¡±, se pregunta la tambi¨¦n escritora. Es una cuesti¨®n sobre la que se debati¨® el pasado 16 de diciembre en el Museo Picasso M¨¢laga dentro del seminario El futuro de nuestras colecciones, al que asisti¨® la directora del departamento de Historia del Arte de la Universidad de M¨¢laga, Nuria Rodr¨ªguez. ¡°La respuesta del Museo Ruso es muy inteligente. La cultura siempre es la primera damnificada de las guerras, si adem¨¢s la cancelamos, es un doble castigo¡±, explica la especialista, que cree ¡°comprensibles¡± las primeras reacciones contra todo lo ruso tras la invasi¨®n.
Junto a la muestra principal, hay tres m¨¢s de forma paralela. A un lado, una serie de fotograf¨ªas de las tripas del Museo Estatal de San Petersburgo tomadas en 2014 por Jos¨¦ Manuel Ballester y 38 obras pict¨®ricas tituladas Variaciones a partir de Mal¨¦vich, del mismo autor. Al otro, Ilya y Emilia Kabakov firman la instalaci¨®n For Sale. Por ¨²ltimo, Joan Fontcuberta ejerce de comisario de la muestra Sputnik. La oidsea del Soyuz 2, que explora la misteriosa desaparici¨®n del astronauta Ivan Istochnikov. ¡°Es bonito seguir hablando de arte¡±, dice el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Jos¨¦ Manuel Cabra de Luna. ¡°Rusia no se acaba en un gobernante, que es algo muy circunstancial en la vida de un pueblo. El arte no siempre est¨¢ por encima de las circunstancias que le tocan vivir¡±, agrega el tambi¨¦n pintor, que dice haber aprendido mucho de las exposiciones vistas en el Museo Ruso. Incluida la actual.
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