Ramon Madaula: ¡°Hacer de Buffalo Bill tiene algo de jugar a ¡®cowboys¡±
El actor encarna al legendario explorador del Far West en una obra teatral que revive su paso por Barcelona en 1889 con su circo de indios y vaqueros
Buffalo Bill ha vuelto. El legendario personaje del Far West, en puridad William Frederick Cody, visit¨® Barcelona en el invierno de 1889 con su famoso espect¨¢culo del salvaje oeste en el marco de una de sus giras europeas e instal¨® su circo de cowboys, indios, caballos y bisontes en un hip¨®dromo en lo que hoy es pleno centro de la ciudad. Ahora regresa a una ciudad muy distinta en la que no le dejar¨ªan actuar con animales, circular con la diligencia por la zona de bajas emisiones y no digamos disparar a los indios. Obviamente, no es ¨¦l mismo en persona (hoy tendr¨ªa 177 a?os), sino un actor que lo encarna, Ramon Madaula, en una producci¨®n teatral, Buffalo Bill a Barcelona, con direcci¨®n de M¨°nica Bofill, que puede verse estos d¨ªas en el Teatro Goya. En la obra, escrita por el propio actor, Buffalo Bill se le aparece a una periodista actual (Raquel Sans, popular presentadora de informativos de TV3), se deja entrevistar por ella y le revela una relaci¨®n amorosa con su bisabuela. Precedido del tintinear de sus espuelas, Madaula (Sabadell, 60 a?os) irrumpe en la platea del teatro para la entrevista, que se desarrolla poco antes de la funci¨®n, y ya cambiado. Su caracterizaci¨®n del personaje resulta formidable: es como estar ante el propio Buffalo Bill y es dif¨ªcil no pegar un respingo, y eso que no lleva su viejo rifle, al que llamaba Lucrecia, sino un Winchester. Est¨¢n haciendo pruebas con la m¨¢quina de humo en el escenario y el viejo explorador, coronel, cazador de b¨²falos y empresario circense, parece orlado de una nube de polvo de Kansas y de p¨®lvora.
Pregunta: ?El parecido es extraordinario!
Respuesta: Con perilla y sombrero Stetson todos nos parecemos.
P. La chaqueta de flecos es preciosa, usted suele ir a Formentera, gu¨¢rdela, triunfar¨¢ con ella.
R. ?Y tanto!; me la han hecho especialmente para el espect¨¢culo,
P. Se ha documentado mucho, ?c¨®mo era Buffalo Bill de cerca?
R. Parece que bastante encantador, simpatiqu¨ªsimo; trataba bien a todos los de su compa?¨ªa; aunque abusaba del alcohol, y obviamente no era un intelectual.
P. Realmente, no hubo mucha gente que, como ¨¦l, fuera amiga de Custer y de su n¨¦mesis, Toro Sentado¡
R. En realidad era un simple cazador de b¨²falos y la fama no la llev¨® del todo bien. Le convirtieron en el gran h¨¦roe del Far West, el primer superh¨¦roe.
P. ?De d¨®nde le viene su inter¨¦s por el personaje?
R. Mi padre siempre me explicaba lo de sus actuaciones en Barcelona. Buscando una historia para llevar a escena se me ocurri¨® esta, que ten¨ªa en la rec¨¢mara, y valga la expresi¨®n. He fabulado un poco, aunque el 90% de lo que cuento es verdad. Hemos hecho algo de peque?o formato, pero es una historia que ped¨ªa a gritos un musical o una serie de televisi¨®n. Descubr¨ª que a Buffalo Bill no le fue demasiado bien en la ciudad¡ Ni sab¨ªa que exist¨ªa Barcelona cuando vino porque le quedaban d¨ªas libres en la gira. Y se encontr¨® con una acogida rara. Mi tesis es que aqu¨ª, como dec¨ªa Pla, tenemos una fijaci¨®n malsana con la realidad y nos cuesta creernos la ¨¦pica, los h¨¦roes nos son dif¨ªciles, la arrogancia, la chuler¨ªa de Buffalo Bill¡
P. En cambio triunfaba por todo el mundo.
R. Se le ocurri¨® ese show superventas del Far West, con los personajes aut¨¦nticos, y lo pet¨®. El Buffalo Bill¡¯s Wild West cre¨® el imaginario de una naci¨®n, y prefigur¨® el western.
P. ?Era usted ni?o del Fuerte Comansi?
R. No, pero ve¨ªa Bonanza y jugaba a indios y cowboys. Ten¨ªa un sombrero y dos pistolas, y quer¨ªa ser vaquero.
P. Hoy todo eso es bastante pol¨ªticamente incorrecto.
R. Buffalo Bill se vanagloriaba de haber matado su primer indio a los 11 a?os, luego mat¨® en duelo singular al cheyene Mano Amarilla y le cort¨® la cabellera; reproduc¨ªa el episodio en el show. Los patrones del western no se aguantan mucho hoy, pero se puede reinventar el g¨¦nero. Aunque tengo mis dudas de que a los j¨®venes les interese la figura de Buffalo Bill.
P. Se le ha pegado algo del tono crepuscular de la funci¨®n, muy divertida, por otro lado.
R. Caballos, indios, pistolas, todo parece muy lejos. Pero hacer de Buffalo Bill tiene un punto l¨²dico de mitolog¨ªa infantil, de jugar a cowboys.
P. ?Se ha planteado ir vestido as¨ª a poner flores en las tumbas de los indios del show que murieron aqu¨ª de gripe?
R. No, tampoco he visitado el hotel en que se alojaba Buffalo Bill, ni he buscado la muela que seg¨²n la leyenda le sacaron aqu¨ª; pero ahora que lo dice¡
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