La Argentina, la artista que revolucion¨® (y revaloriz¨®) la danza espa?ola

Visionaria, revolucionaria, artista, empresaria¡­ Antonia Merc¨¦, La Argentina (Buenos Aires, 1890-Bayona, 1936), se hizo pionera de la danza espa?ola en los a?os veinte del siglo pasado casi sin quererlo. Guiada por una mezcla de latido art¨ªstico y claridad mental que al parecer la atravesaba de arriba abajo y que expresaban sus brazos y pies, pero tambi¨¦n unos ojos tremendamente expresivos y una sonrisa amplia y luminosa, que bailaban con ella. As¨ª la rememoran quienes la vieron bailar y hacen referencia en entrevistas y art¨ªculos de la ¨¦poca. ¡°La reina de la gracia¡±, la bautizaron los hermanos ?lvarez Quintero. De La Argentina se dice que fue quien le dio categor¨ªa de instrumento serio a la casta?uela, que fue la primera en profesionalizar desde un punto de vista acad¨¦mico la danza espa?ola y que adem¨¢s puso en pie los primeros ballets narrativos, de argumento y con dramaturgia, en la historia de esta danza. Una forma de hacer en la que incidir¨ªan con posterioridad otros grandes como Antonio Ruiz Soler o Mariemma.

Todo esto es apenas una muestra del gran legado de esta artista, hija de un profesor de danza y una bailarina, que creci¨® en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s y se hizo grande en Par¨ªs. Y aunque la historia no le hace la misma justicia que a otros que llegaron despu¨¦s, seguramente y como en tantos casos por tratarse de una mujer, invisibilizada, ahora la Fundaci¨®n Juan March busca rendirle un completo homenaje a trav¨¦s de la escena, pero tambi¨¦n de la documentaci¨®n y la pantalla, con un archivo de fotograf¨ªas y una pel¨ªcula dirigida por Patricia Medina que se estrenar¨¢ en cines, Filmin y Canal March.

De la parte esc¨¦nica, que cristaliza en el espect¨¢culo La Argentina en Par¨ªs y contempla los ballets El contrabandista, del compositor ?scar Espl¨¢, y Sonatina, de Ernesto Halffter, se ha encargado el bailar¨ªn y creador Antonio Najarro, con una actualizaci¨®n nada f¨¢cil de las coreograf¨ªas. ¡°As¨ª como de El contrabandista ha quedado un libreto muy claro que he seguido de manera muy fiel, aunque le he dado un enfoque m¨¢s danzado y no tan teatral, con Sonatina ha sido m¨¢s complicado. He incluido personajes, he cambiado el orden de las escenas y lo he adaptado al n¨²mero de bailarines de los que dispon¨ªa¡±, explicaba el director este lunes en rueda de prensa, preguntado por este peri¨®dico.

Cuenta tambi¨¦n el core¨®grafo que para la recreaci¨®n de estos dos ballets, que suman una hora de duraci¨®n y que fueron originariamente estrenados en 1928 en Par¨ªs por la compa?¨ªa Los Ballets Espagnols, fundada por Antonia Merc¨¦ al m¨¢s puro estilo de los Ballets de Diaguilev, se ha valido del amplio fondo de documentos e im¨¢genes de la propia Fundaci¨®n Juan March, que le hizo el encargo. ¡°Sobre todo de lo que dec¨ªan las cr¨ªticas de la ¨¦poca y el vestuario, muy importante en las dos obras¡±, dice Najarro. La Argentina en Par¨ªs se representa desde este lunes hasta el domingo en la sede de la Juan March, en Madrid, con entrada gratuita. El mi¨¦rcoles 10, se retransmitir¨¢ en directo a trav¨¦s del canal de la fundaci¨®n, de RTVE y YouTube. Y ya el 23 y 24 de febrero visitar¨¢ el Palau de les Arts Reina Sof¨ªa de Valencia, que coproduce este espect¨¢culo con direcci¨®n musical y piano de Miguel Baselga y direcci¨®n de escena de Carolina ?frica. De la revisi¨®n de los trajes se ha encargado la dise?adora Yaiza Pinillos.

¡°Investigando sobre La Argentina he descubierto a una mujer obsesionada con difundir la danza espa?ola, que no le tem¨ªa al riesgo ni ten¨ªa pelos en la lengua. Una mujer con talento para lo art¨ªstico y para lo empresarial. Una creadora con el sentimiento de lo que era pr¨¢ctico muy arraigado¡±, comenta Najarro. Ocho bailarines de la Compa?¨ªa Antonio Najarro interpretan estos dos ballets que refresca una danza de hace casi cien a?os sin perder el esp¨ªritu que la origin¨®. ¡°En la danza espa?ola cada uno de los grandes talentos que han hecho historia tiene una identidad muy arraigada y clara, por eso no he querido recrear o imitar el estilo de La Argentina, aunque s¨ª revisitarlo sin perder la esencia¡±, declara el director.

De esa esencia se hicieron eco grandes como Federico Garc¨ªa Lorca, que dedic¨® sentidos elogios a la bailarina (¡°Creadora, inventora, ind¨ªgena y universal. Todas las danzas cl¨¢sicas de esta gran artista son su palabra ¨²nica, al mismo tiempo que la palabra de su pa¨ªs, mi pa¨ªs¡±). E incluso el bailar¨ªn de butoh Kazuo Ohno, leyenda de esta danza contempor¨¢nea japonesa que pudo ver a Antonia Merc¨¦ en Jap¨®n en 1926 y qued¨® tan fascinado que a?os despu¨¦s, en 1977, cuando Ohno ten¨ªa ya 71, le dedic¨® la obra Admirando a La Argentina, en la que aparec¨ªa caracterizado de ella.

Ingr¨¢vida, elegante, l¨²cida y sencilla de gran t¨¦cnica y sensibilidad, son algunos de los adjetivos y frases que poblaban las cr¨ªticas de la ¨¦poca sobre una mujer que triunf¨® con una nueva visi¨®n, global y acad¨¦mica de la danza espa?ola, sent¨® sus bases en la exquisitez interpretativa y fue admirada por grandes del momento como Coco Chanel y Paul Val¨¦ry. ¡°En cuanto a m¨ª, pretendo haber realizado la fusi¨®n de dos danzas: la espa?ola y la llamada moderna. Del baile espa?ol he desterrado la rudeza para dejarle su belleza primitiva e imprimirle el sello de su especial significaci¨®n y colorido¡±, dej¨® dicho La Argentina, que bail¨® por ¨²ltima vez en 1935 en el teatro Espa?ol de Madrid.