?Por qu¨¦ Barbie no es v¨¢lida para Hollywood? De c¨®mo una pel¨ªcula que recauda 1.400 millones de d¨®lares se sigue viendo desde la burla
El filme de Greta Gerwig protagonizado por Margot Robbie ha logrado ocho nominaciones a los Oscar, pero no para su directora ni su actriz, en un movimiento inesperado y sorprendente que dice mucho acerca de la dualidad de la industria
Hollywood nunca hab¨ªa querido tanto a Barbie como cuando la ha despreciado. Despu¨¦s de seis meses hablando de la pel¨ªcula (y otros tantos de su llegada), de la mu?eca, de feminismo, de marketing, de qu¨¦ es fr¨ªvolo y qu¨¦ es profundo, de qu¨¦ es alta y baja cultura, de qu¨¦ es v¨¢lido para la industria m¨¢s poderosa de cine del mundo, la que marca el est¨¢ndar desde hace un siglo, la semana pasada surgi¨® una nueva pol¨¦mica. Ocho nominaciones a los Oscar, las que ha logrado la pel¨ªcula escrita y dirigida por Greta Gerwig, producida y protagonizada por Margot Robbie, no son pocas. Entre ellas, la de mejor pel¨ªcula. Pero ninguna de las dos mujeres m¨¢s visibles del filme aparece en las categor¨ªas principales. No eran ni las seis de la ma?ana cuando se dieron a conocer las nominaciones, en las colinas de la ciudad todav¨ªa no hab¨ªa amanecido, pero el debate estaba servido: ?qu¨¦ pasa con Barbie?
Desde el primer momento, Hollywood ha mantenido una relaci¨®n de amor-odio con la pel¨ªcula sobre la mu?eca de Mattel, una relaci¨®n que ha rozado el cinismo. Para empezar, porque el dinero es el est¨¢ndar con el que todo se mide en un lugar como California, donde siete de cada 1.000 personas son millonarias (y subiendo), seg¨²n Bloomberg. Y esta pel¨ªcula ha dejado un chorreo incesante de d¨®lares: m¨¢s de 1.400 millones en las salas, siendo la m¨¢s taquillera de la historia de Warner. Y no solo: todas las marcas se han subido al carro, en lo que no solo ha sido una estrategia de marketing, sino tambi¨¦n un modo de conseguir ingresos con un hito social y cultural. ¡°Barbie se ha convertido en cabeza de la cultura pop¡±, explicaba a este diario la profesora asociada de Marketing de la Universidad del Sur de California (USC) Therese Wilbur, extrabajadora de Mattel (fue directora de marketing internacional de la firma durante seis a?os), al hilo del lanzamiento de la pel¨ªcula.
El ¨¦xito estaba asegurado, pero el bombazo ha sido inconmensurable, m¨¢s all¨¢ de lo imaginado. Pero tras los estrenos a lo grande y el triunfo en cifras, ha llegado la temporada de premios. Y a partir de ah¨ª Barbie parece haber ido cada vez a menos. Sus actores, su directora o sus canciones estaban nominadas. Pero no lograban nada. M¨¢s all¨¢ de la competencia con Oppenheimer, la pel¨ªcula pod¨ªa tener oportunidades, pero no ha sido as¨ª. Fue obvio en los Globos de Oro, que b¨¢sicamente crearon una categor¨ªa para que se llevara algo, la de mejor fen¨®meno cinematogr¨¢fico. Margot Robbie, su protagonista y productora, vio que iba a ser una de sus pocas, si no la ¨²nica, oportunidades de subir a recoger un galard¨®n. Se lo dedic¨®, c¨®mo no, a los fans, a todos los que pagaron su entrada y mostraron su entusiasmo en las salas, vestidos de rosa, disfrazados. Un fen¨®meno ¨²nico que ha cambiado la forma de interactuar en las salas de cine, como vieron los Globos de Oro.
Pero ?por qu¨¦? ?Acaso vale menos una entrada de cine comprada por una ni?a de 10 a?os, o una chica de 20, o una mujer de 30, vestida con una camiseta rosa para ver Barbie, que la que adquiere un hombre que quiere ver Oppenheimer o Spider-Man? Para Hollywood parece que s¨ª, desde el primer momento. Todo eran risas con Barbie. Burlas, risitas, miradas complacientes; machismo, al fin y al cabo. Una dicotom¨ªa social que se ha expandido hasta el n¨²cleo de la pel¨ªcula: ?es Barbie un producto puramente hollywoodiense o es exactamente todo lo contrario?
Su envoltura parece demostrar que s¨ª: estrellas de Hollywood, un gran estudio y un gran presupuesto, con un producto tan popular como una mu?eca superventas de base, con canciones pegadizas, colores saturados y las playas de Los ?ngeles de fondo. Pero quiz¨¢ no lo es tanto. Con guion, producci¨®n y direcci¨®n eminentemente femeninos, con un relato ir¨®nico y cargado de matices en el que se pone de relieve la tiran¨ªa del patriarcado, la frecuente inutilidad de los mandamases vestidos de gris, las complicaciones de ser mujer en el siglo XX... no son temas c¨®modos para esta siempre pol¨ªticamente correcta industria. ?Es demasiado rosa? ?Demasiado cursi? ?Las cr¨ªticas le llueven por ser demasiado femenina, demasiado feminista; o por un feminismo excesivamente blanco, simple? Con un Hollywood cada vez m¨¢s abierto, que este a?o sale de lo can¨®nico y apuesta por un cine diferente, la decisi¨®n es complicada de entender.
Es una batalla campal entre dos partes que no se ponen de acuerdo en la que ya es, sin duda, la pel¨ªcula m¨¢s sobreanalizada, diseccionada, del a?o, con cientos de cr¨ªticas y editoriales sobre ella. Pero los 9.800 acad¨¦micos de los Oscar han sabido por qu¨¦ lado decantarse. O al menos los actores y directores, porque para las nominaciones a los premios, los acad¨¦micos votan solo a sus correspondientes ramas (maquilladores, productores, compositores...), as¨ª como a la de mejor pel¨ªcula. Y los 1.294 actores miembros de la Academia de Cine de Hollywood no han visto en Robbie, al parecer, el potencial que los millones de espectadores que le han dado miles de millones de d¨®lares en taquilla, s¨ª.
Seg¨²n el medio especializado Variety, es muy complicado que las pel¨ªculas ¡°de fantas¨ªa¡± obtengan nominaciones para sus actores: ¡°Los votantes, a?o tras a?o, eligen las espinacas por encima de las chucher¨ªas¡±. Pero el a?o pasado, la ganadora fue Michelle Yeoh por la muy fant¨¢stica locura del metaverso Todo a la vez en todas partes. Y quien junto a Lily Gladstone parece liderar las apuestas este a?o, Emma Stone, por Pobres criaturas, lo hace por un personaje y una pel¨ªcula cargados de imaginaci¨®n. Ella, que ya lo gan¨® hace siete a?os por la no menos fantasiosa La La Land.
¡°Les gustan las pel¨ªculas serias y con significado¡±, continuaba el periodista Steven Gaydos en Variety, uno de los medios m¨¢s poderosos de la industria, ¡°y actores torturados en la vida real con discapacidades f¨ªsicas, adicciones, enfermedades mentales y todas las opresiones e injusticias que este mundo loco nuestro tiene que ofrecer¡±. Barbie ha visto un par de opresiones e injusticias a lo largo de la pel¨ªcula. Como ironizaba la columnista de Los Angeles Times Mary Macnamara: ¡°Claro, si Barbie hubiera sido trabajadora sexual por un tiempo, o hubiera sobrevivido por los pelos a ser la siguiente v¨ªctima de un complot de un asesinato en masa, o hubiera sido acusada de empujar a Ken por la ventana m¨¢s alta de su Dream House...¡±.
Ken es el que no sabe d¨®nde meterse. Como lamentaban tantos memes estos d¨ªas, con su nominaci¨®n parece cumplirse el propio argumento de la pel¨ªcula. Si Ryan Gosling ya se sorprend¨ªa hace unos d¨ªas al ganar el premio a mejor canci¨®n en los premios Critics Choice, ahora no ha podido m¨¢s que sentirse decepcionado por el hecho de estar nominado ¨¦l, pero no sus compa?eras, solo America Ferrera. ¡°Ning¨²n reconocimiento ser¨ªa posible para nadie de esta pel¨ªcula sin su talento y su valor. Contra todo pron¨®stico, con nada m¨¢s que un par de mu?ecos sin alma, con poca ropa y afortunadamente sin entrepierna, nos hicieron re¨ªr, nos rompieron el coraz¨®n, hicieron avanzar la cultura e hicieron historia. Su trabajo deber¨ªa ser reconocido junto con el de otros nominados que tambi¨¦n lo merecen¡±, afirmaba en un comunicado pocas horas despu¨¦s de conocerse las nominaciones. ¡°Decir que estoy decepcionado porque no est¨¢n nominadas en sus respectivas categor¨ªas ser¨ªa quedarse corto¡±. En una entrevista, America Ferrera afirmaba que se sent¨ªa ¡°incre¨ªblemente decepcionada¡± por la falta de nominaciones de sus compa?eras. Hasta el escritor Stephen King o la ex secretaria de Estado de EE UU Hillary Clinton expresaban su sorpresa en redes: ¡°Vuestros millones de fans os adoran¡±.
El reconocimiento de taquilla y por parte del p¨²blico, as¨ª como el hecho de convertirse en un producto cultural original, no franquiciado ni en busca de secuelas, cuyas resonancias se escuchar¨¢n durante a?os, probablemente le otorgue a Barbie mucho m¨¢s poder que ciertas nominaciones a los Oscar. De hecho, en EE UU ha vuelto a las salas de cine durante una semana, lo que muestra el inter¨¦s que sigue generando. Pero estos premios, con casi un siglo de historia a sus espaldas, no dejan de ser un medidor de la industria y de la validez de las pel¨ªculas. Una dualidad compleja. Como la propia Barbie llora en una l¨ªnea de la pel¨ªcula: ¡°No soy suficientemente buena para nada¡±. Tampoco para los galardones, al parecer.
Babelia
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