15 buenas novelas negras analizadas y comentadas para la Feria del Libro (y el verano)
El g¨¦nero es la mejor lectura para esta ¨¦poca. La que sigue es una selecci¨®n que incluye pistas para que el lector se oriente en la avalancha de novedades
Ya est¨¢ en marcha la Feria del libro de Madrid, y en estas fechas otras muchas por toda Espa?a, ¨¦poca de libros en la calle, alegr¨ªa literaria y algo m¨¢s de tiempo para leer. El verano est¨¢ cerca y nada mejor que una lista comentada y analizada de libros le¨ªdos a conciencia para que orienten sus lecturas negras. Hay de todo porque la cosecha est¨¢ siendo particularmente rica: cl¨¢sicos estadounidenses vivos (Michael Connelly, Don Winslow¡) se unen a valores muy s¨®lidos de la literatura en espa?ol (Aro S¨¢inz de la Maza, Rosa Ribas), a otras apuestas consistentes (Dolores Reyes o Bernard Minier) y a un libro adictivo que es una sorpresa total. No se pierdan, adem¨¢s, algunas apuestas de editoriales peque?as. Si quieren leer novela negra, aqu¨ª tienen su libro. No hay excusas. Como siempre, habr¨¢ mucho m¨¢s en el mercado, much¨ªsimo, pero esto es parte de lo que he le¨ªdo y est¨¢ seleccionado en virtud de un ¨²nico criterio: que pueda avalarlo. Pasen, lean y compren.
El c¨®digo Twyford, Janice Hallett (?tico de los Libros). Empezamos con esta, que es inclasificable. Es muy complicado explicar en poco espacio qu¨¦ es este libro. Olv¨ªdense de si la autora es la nueva Agatha Christie o de en cu¨¢ntas listas brit¨¢nicas de best sellers ha salido (unas cuantas, por cierto). Steve Smith es un expresidiario que ha conocido lo peor de la actividad criminal. De ni?o, su hallazgo de un libro de la autora Edith Twyford desencaden¨® una serie de desgracias (sobre todo, la desaparici¨®n de su profesora) que ahora intenta reconstruir y comprender. ?Y por qu¨¦? Porque el libro, se supone, ten¨ªa las claves del c¨®digo Twyford, aut¨¦ntico santo grial de conspiranoicos de todo nivel. La clave que dar¨¢, al parecer, acceso al oro robado por los nazis o a los secretos de los viajes en el tiempo (o no sabemos muy bien a qu¨¦) est¨¢ oculta en los libros de esta autora, descarado y eficaz remedo de Enyd Blyton, incluida la parte pol¨ªticamente incorrecta.
El bueno de Steve es que se lanza a descifrar el c¨®digo acompa?ado de una bibliotecaria y de alg¨²n amigo de la infancia. Como el protagonista tiene serias dificultades para leer y escribir, que no para encontrar claves rec¨®nditas, todo el libro est¨¢ construido a trav¨¦s de grabaciones de m¨®vil, bien de mensajes que manda a su hijo, bien a su agente de la condicional, o de conversaciones telef¨®nicas transcritas. Los que hayan le¨ªdo el libro dir¨¢n, ¡°ah, pero luego¡¡±, s¨ª, s¨ª, pero eso no lo voy a destripar. El ejercicio de estilo es considerable, pero el libro es muchas m¨¢s cosas. Una oda a la fascinaci¨®n que genera la literatura, un misterio perfecto, un relato que engancha a lo bestia y un repaso a la ¨¦poca dorada de los criminales brit¨¢nicos. La traducci¨®n corre a cargo de Auxiliadora Figueroa, que hace arte con un libro complejo que llega al lector espa?ol de forma brillante. ?Ah! Se supone que tenemos que resolver el misterio que se esconde dentro del libro de Hallett, no de los de Twyford, claro. Yo he pasado ol¨ªmpicamente y no me ha hecho falta el juego (que est¨¢ generando su propia ola de frikis) para disfrutar a tope con el libro.
Pongan una serie (literaria) en su vida
Aqu¨ª traemos una serie que est¨¢ empezando y promete, y dos que iban a acabar pero al final, afortunadamente, no lo han hecho. Y los tres son autores muy s¨®lidos.
Nuestros muertos, Rosa Ribas (Tusquets). Iba la autora a acabar con su serie de los Hern¨¢ndez, esa peculiar familia de detectives, pero se dio cuenta en medio de la escritura de esta entrega, la tercera, de que ya los echaba de menos. As¨ª que habr¨¢ m¨¢s novelas y es de celebrar: misterios cl¨¢sicos muy cuidados, personajes complejos (me fascina esa matriarca, Lola, que controla todo desde la oscuridad de la casa familiar), una Barcelona retratada con mimo y un lenguaje cuidado. En esta ocasi¨®n, tenemos a los Hern¨¢ndez muy tocados despu¨¦s de las experiencias de Los buenos hijos, solo Mateo sigue en la profesi¨®n, pero por cuenta ajena, y entonces se les cruza un caso que no pueden rechazar: la desaparici¨®n de un chico del barrio, de Sant Andreu, un joven emprendedor y triunfador. Como siempre, la trama sirve a Ribas para desplegar todo un arsenal de conexiones y recursos, detalles que los lectores sabr¨¢n apreciar.
Luc¨ªa, Bernard Minier (Salamandra, traducci¨®n de Dolors Gallart). El padre del comisario Servaz (uno de mis personajes preferidos, que demostr¨® en la ¨²ltima entrega, Hermanas, que est¨¢ en plena forma) abre la puerta a una nueva protagonista de una nueva serie: se llama Luc¨ªa Guerrero, es teniente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y empieza su andadura mientras maldice la muerte de su compa?ero, crucificado y pegado con cola en medio de un paraje perdido y bajo una tormenta brutal a las afueras de Madrid. Mientras, un grupo de estudiantes muy peculiar desarrolla en Salamanca un programa para detectar patrones criminales en casos antiguos. Y as¨ª se unen con agilidad las dos partes del relato: Luc¨ªa llega a Salamanca con su fuerza y su empuje, dispuesta a hacer lo que sea para descubrir qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de la muerte de su compa?ero. Un thriller con ritmo, una presencia cautivadora de las calles y las aulas de Salamanca y una nueva aventura del rey del thriller en Francia. Personaje con aristas y de inspiraci¨®n cl¨¢sica, Luc¨ªa Guerrero sufre y vence, a su manera, en esta novela. Queremos verla en pr¨®ximas entregas.
Aqu¨ª tienen la entrevista que le hizo mi compa?era y excelente lectora Silvia Ayuso en Par¨ªs.
Malart, Aro S¨¢inz de la Maza (Destino). La apuesta de este autor es radical, literaria, muy metida dentro del g¨¦nero. En esta ocasi¨®n cierra la tetralog¨ªa de los elementos, los cuatro libros protagonizados por Milo Malart, un personaje ¨²nico en la historia reciente de la novela negra en espa?ol, con un triple salto mortal: vemos a Malart a trav¨¦s de los ojos de otros, porque ¨¦l ha desaparecido. Y cuando aparece, lo hace como principal sospechoso de la muerte de la pareja de pijos barceloneses detr¨¢s de la que anda desde la primera novela. Parece que les he contado mucho, pero eso solo es el aperitivo. Quienes no lo conozcan no saben lo que se pierden o la suerte que tienen si al final deciden meterse en su mundo. Esta novela se puede leer sola, pero les doy un consejo: vayan a El verdugo de Gaud¨ª y empiecen por el principio, ver¨¢n c¨®mo evoluciona el personaje, los ritmos, la arquitectura de las novelas. Porque S¨¢inz de la Maza tiene un plan y lo est¨¢ cumpliendo.
Esta es la conversaci¨®n que tuve con ¨¦l para EL PA?S
Cuatro visiones (y tres cl¨¢sicos) desde EE UU
Para la primera de las cuatro elecciones, dejo el testigo a Guillermo Altares. No porque no me guste Connelly (es el amo), sino porque no me ha dado tiempo a le¨¦rmela y ¨¦l, de cuyo criterio me f¨ªo totalmente, lo sabe todo.
Estrella del desierto, Michael Connelly (AdN, traducci¨®n de Javier Guerrero). No es nada sencillo que un escritor cree un personaje memorable, con el que empaticen los lectores y que sobreviva durante d¨¦cadas con la sensaci¨®n de que la vida lo va haciendo m¨¢s sabio pero no menos rebelde. Es lo que logr¨® Michael Connelly con el detective Harry Bosch, convertido ahora en investigador privado. Lo que es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil es que construya otro personaje con el que pueda medirse (el abogado del Lincoln no cuenta porque se mueve en un territorio literario diferente). El escritor estadounidense lo ha conseguido de nuevo con Ren¨¦e Ballard, investigadora de homicidios y una de las pocas personas en el planeta Tierra a las que Bosch respeta. Dentro de las novelas de Connelly hay un subg¨¦nero apasionante: la investigaci¨®n de cr¨ªmenes antiguos, de asesinatos olvidados por todos menos por su personaje. La teor¨ªa de Bosch es que ¡°todo el mundo cuenta o nadie cuenta¡±, que todos los casos merecen ser resueltos porque todas las v¨ªctimas tienen derecho a una reparaci¨®n y porque un asesino suelto puede seguir matando. Aqu¨ª Ballard y Bosch investigan el asesinato de una familia ocurrido hace muchos a?os, en la que se convierte en una de las mejores novelas del prol¨ªfico narrador estadounidense.
La ciudad de los sue?os, Don Winslow (HarperCollins, traducci¨®n de Victoria Horrilo). Los aficionados al autor de El c¨¢rtel asistimos emocionados a cada libro de esta cuenta atr¨¢s que se ha impuesto el estadounidense. Este, el segundo de una trilog¨ªa que empez¨® de manera hipnotizante en La ciudad en llamas, es el pen¨²ltimo de su carrera, puesto que luego se dedicar¨¢ a trabajar en pol¨ªtica y servir a su pa¨ªs. Seguimos aqu¨ª la pista de Danny Ryan, que sigue con su lucha contra sus tinieblas y contra la mafia enemiga. Danny es un mafioso irland¨¦s en medio de una guerra con los italianos, una guerra que ha perdido, un futuro de ruina y muerte del que huye a la desesperada. Winslow entra de lleno de nuevo en el juego de la implicaci¨®n con un personaje atractivo aunque est¨¦ del lado equivocado. Pero no es todo tan sencillo: nada se justifica, pero s¨ª se llena de pliegues y recovecos. Los de Winslow nunca son personajes de una cara, dibujados en blanco y negro. ¡°Madura de una vez. Eres un mat¨®n, un ladr¨®n y un asesino. Esas decisiones las tomaste t¨². Ahora toma esta¡±, se dice el protagonista en la p¨¢gina 127, en un giro que lo cambiar¨¢ todo. Danny Ryan es el mejor personaje de Winslow desde Art Keller. Una novela, en definitiva, may¨²scula, que se lee como la continuaci¨®n perfecta de la anterior (y que se puede disfrutar sola, pero el conjunto le da mucho m¨¢s empaque) y que hace que lloremos la marcha prematura de un grande de las letras criminales.
- Les gustar¨¢ si les gustan las historias brutales del autor, de El poder del perro a Corrupci¨®n policial. Les dejo esta generosa reflexi¨®n sobre la literatura y sus libros preferidos que hizo para EL PA?S cuando gan¨® el Pepe Carvalho de la BCNegra.
L¨¢grimas como navajas, S.A. Cosby (Motus, traducci¨®n de Miguel Sanz). Queda claro que este autor es una de las mejores nuevas voces del noir estadounidense. Con Maldito asfalto (tambi¨¦n en Motus) nos sorprendi¨® con una novela potente y dura de la que esta toma sus temas centrales: el racismo que impera en varios estratos de su sociedad y lo complicado que es para ciertos hombres, por mucho que hayan peleado, mantenerse en el buen camino. En este caso gira el argumento de partida hasta l¨ªmites peligrosos, pero resueltos de maravilla. Dos hombres, dos padres, uno negro y el otro blanco, se juntan para vengar la muerte de sus hijos, que estaban casados. Ninguno aceptaba que fueran gais. El negro, Ike, es un antiguo pandillero muy violento que ha pasado por la c¨¢rcel y ahora ha conseguido redimirse y montar una empresa s¨®lida, pero cuya vida se va por la borda tras la muerte de su hijo. El blanco, Buddy Lee, es el paradigma de esa escoria de caravana que tanto abunda en ciertas zonas de Estados Unidos. Tambi¨¦n ha sido un asesino y es un borracho irredento. Sin embargo, el lector no puede evitar la empat¨ªa que siente ante la lucha de estos dos hombres, que har¨¢n lo que haga falta por conseguir matar a quienes mataron a sus hijos. Hay un equilibrio impecable entre la acci¨®n, la investigaci¨®n, el tremendismo de la historia y ciertos toques de humor negro. Y muy buena literatura. Celebramos que alguien se haya atrevido a traducir a este autor tan necesario. No esperen un panfleto, pero ciertas ideas recorren con fuerza sus casi 400 p¨¢ginas. No se la pierdan.
Los destrozos, Bret Easton Ellis (Random, traducci¨®n de Rub¨¦n Mart¨ªn). La novela que todos los fans del autor est¨¢bamos esperando. Un relato obsesivo sobre su vida y su llegada a la madurez. Es repetitivo, paranoico, circular, a veces innecesario, casi siempre grandioso. Los ?ngeles, 1981, el joven Bret vive a lo loco, casi siempre solo (sus padres est¨¢n viajando o trabajando), con sus amigos de escuela privada, coche caro y novia despampanante. Est¨¢ descubriendo el sexo (fundamentalmente homosexual), el poder y la escritura (por entonces ya estaba con Menos que cero) hasta que el crimen atraviesa su vida. El gusto por el detalle, por el retrato minucioso de la vida de esos seres privilegiados y tristes es el aderezo perfecto al lado oscuro por el que se precipita la novela en un momento dado. El lector queda atrapado, obnubilado, atravesado por la literatura del autor de American Psycho. Como me dec¨ªa la escritora Laura Fern¨¢ndez: ¡°Es una lecci¨®n de escritura¡±. Tambi¨¦n es un libro sobre el crimen, atravesado por el terror y la muerte, pero no exactamente una novela negra. Ahora bien, gracias Bret Easton Ellis.
Costumbrismo cordob¨¦s o siciliano
Aqu¨ª van dos novelas muy distintas pero unidas por una ambientaci¨®n y ciertos objetivos comunes.
La l¨®gica de la luz, Cristina Casar Scalia (Duomo, traducci¨®n de Montse Trivi?o). Ya saben que las comparaciones son siempre complicadas y de esta autora se ha dicho ya que puede llenar el hueco dejado por el inconmensurable Camilleri (de quien, por cierto, Salamandra ha rescatado ahora seis relatos de Montalbano in¨¦ditos. Albricias). No hace falta ir tan lejos para afirmar que nos encontramos ante novelas con buenas tramas y un s¨®lido elenco de personajes, capitaneados por la subcomisaria Vanina Grassi, que maneja a su equipo con las m¨¢s diversas artes (en la parte final, manda a dos subalternos a una misi¨®n sin decirles ni qu¨¦ buscan ni qu¨¦ tienen que encontrar. Pero funciona porque conoce el alma de los suyos). Adem¨¢s, se come de maravilla en esta novela, pero de maravilla. Y el final anticipa m¨¢s Vanina, a la que la vida parece que no le da respiro. ?El argumento de esta entrega? Bueno, mejor lo buscan. Les va a gustar. Esperamos la siguiente.
- Les gustar¨¢ si aman las historias sencillas y llenas de gente interesante del maestro Camilleri
El santo de Villalobos, Pascual Mart¨ªnez (Siruela). Esta novela se basa en dos virtudes. La primera, el personaje que ha construido el autor en torno al sargento de la Guardia Civil Ernesto Pitana (qu¨¦ espect¨¢culo asistir a su proceso mental, lleno de sentido com¨²n y buen humor); la segunda, un s¨®lido conjunto de secundarios y di¨¢logos ¨¢giles que equilibran bien algunos personajes que a veces hablan como si fueran un manual forense o de historia. El ambiente, el crimen sin grandes pretensiones y un desarrollo cl¨¢sico de la investigaci¨®n del principio al final completan esta entretenida novela. ?El caso? Un sant¨®n popular muere de un disparo en un pueblo. Parece claro que ha tenido que ser alguien de la zona, y no hay tantos candidatos, algunos muy claros. Pero, ya saben, cuando se escarba no siempre se llega donde uno esperaba antes de coger la pala. Habr¨¢ que ver c¨®mo sigue el bueno de Pitana.
Tres ¡®thrillers¡¯ para tres estilos
Cincuenta, cincuenta, Steve Cavanagh (Roca, traducci¨®n de Ana Momplet). El autor de 13 (esa novela en la que la protagonista manipulaba a los miembros de un jurado y el autor, a su vez, hac¨ªa lo mismo con cientos de miles de lectores) vuelve ahora con otra de juicios a la altura de la anterior. Una prosa r¨¢pida, muchas sorpresas bien integradas y un tono acorde con la trama, que gira sin descarrilar en torno a una apuesta arriesgad¨ªsima y de la que no diremos nada m¨¢s. En este caso, dos j¨®venes se acusan mutuamente de la muerte de su padre, exalcalde de Nueva York y hombre muy poderoso y rico. Eddie Flynn, el abogado que ya vimos en 13, ese antiguo timador que se ha pasado al otro lado de la ley, defiende a una de ellas en este thriller judicial en el que de verdad no sabes qu¨¦ est¨¢ pasando hasta el final y en el que se disfruta mucho con todo el rollo de abogados, jueces, mentiras, polis corruptos, etc. Notable denuncia, a trav¨¦s de la historia, de un fuerte machismo presente en ese mundo.
P¨²a, Lorenzo Silva (Destino). Un amigo y antiguo compa?ero encarga una misi¨®n fuera de la ley a un actor discreto de la guerra sucia de a?os atr¨¢s. Ese es P¨²a, al que vamos conociendo desde su extinta vida de librero a su ¨¦poca en la Compa?¨ªa, luchando con malas artes contra el terrorismo, que toc¨® su vida de lleno. Silva se esmera en construir un personaje del que vemos el pasado y c¨®mo siempre nos alcanza (t¨¦cnica usada ya con notable ¨¦xito, por ejemplo, en El mal de Corcira) y su entrega presente para espantar de la vida de la hija de su compa?ero, ahora moribundo, la sombra de un depredador. El tono sigue siendo el que el autor ha usado siempre con la serie de Vila y Chamorro, que tan merecida fama le ha dado, pero en este caso entra de lleno en la guerra sucia. El argumento y la trama, como siempre en Silva, de factura impecables; la arquitectura, alicatada; y las implicaciones morales, bien expuestas.
Crisanta, Jos¨¦ Ram¨®n Biedma (Alianza). Podr¨ªamos decir que esta novela, ganadora del premio de la VLCNegra, es un thriller hist¨®rico, pero nos quedar¨ªamos cortos en la definici¨®n. Empieza como tal, pero enseguida mete elementos de novela negra, de aventuras e incluso una historia de fantasmas (que aguanta bien dentro de todo esto porque se basa en los anhelos de los buscadores, no en lo que puedan o no encontrar). Sevilla, octubre de 1936, una ciudad ocupada por el bando de Franco y a la que empiezan a llegar alemanes en un ambiente opresivo y violento insoportable. Una mujer que trapichea con objetos robados y se mueve entre dos mundos, Crisanta, recibe un encargo: encontrar un retablo de Van Eyck perdido durante los pillajes. De esa manera, podr¨¢ salir de esa Espa?a, un lugar en el que no hay sitio para una bruja como ella. Bruja y ladrona. Y m¨¢s cosas; un personaje fascinante. Otros secundarios, como ese cura del Tercio con pasado oscuro o el capit¨¢n D¨ªaz Mayordomo (que es de los malos, pero a veces nos gustar¨ªa que no) o ese antih¨¦roe conocido como Chac¨®n Carter, completan un fresco v¨ªvido y s¨®rdido de una ¨¦poca violenta y funesta¡ El contexto de represi¨®n y lucha por la supervivencia est¨¢ muy bien descrito, porque Biedma sabe lo que se hace y se nota desde la primera p¨¢gina. Ya lo demostr¨® en el pastiche holmesiano Tus magn¨ªficos ojos vengativos cuando todo ha pasado o con El sonido de tu cabello.
Potentes, distintas
Miseria, Dolores Reyes (Alfaguara). De la creadora de Cometierra (una novela que nos agarr¨® y no nos ha soltado), de la mujer que escribe a las cuatro de la madrugada porque la vida no le deja hacerlo en otro momento, llega esta novela con todo el poder de un lenguaje ¨²nico, de un imaginario sorprendente y cruel. ¡°Miseria es pura exterioridad y vida. Es un personaje que me cruzaba siempre, esas chicas descarnadas a las que les pas¨® de todo, con una historia terrible y que a la vez son un encanto, un im¨¢n para todos. Son tambi¨¦n las pibas m¨¢s violentadas¡±, comentaba en Babelia la propia autora sobre su personaje. Pero no se crean: aqu¨ª sigue Cometierra, que ha prometido no volver a usar sus poderes pero no puede evitarlo. Y se ha cambiado de barrio. Todo esto tendr¨¢ sentido en cuanto se ponga en marcha la maquinaria procedimental, que tambi¨¦n la tiene esta novela extra?a y poderosa, pura Dolores Reyes. ?Que si esto es una novela negra? Muy negra.
W, Steve Sem- Sandberg (Impedimenta, traducci¨®n de Carmen Montes). La apuesta m¨¢s compleja de esta selecci¨®n. Un preso acusado en 1821 de asesinato trata desde la celda de reconstruir sus ¨²ltimos a?os. Reconoce el crimen, pero no termina de entenderlo. Una novela que es a la vez una confesi¨®n, un diario de guerra, una reflexi¨®n sobre los l¨ªmites de la cordura en la que se ve muy bien c¨®mo se fueron sembrando las semillas culturales y pol¨ªticas del desastroso siglo XX. A quien la tenga entre sus manos, y no es una lectura para llevarse a la playa, no le dejar¨¢ indiferente. Es irregular a ratos y punzante y brillante a otros como solo pueden ser algunos libros.
- Les gustar¨¢ si les gustan otras aventuras de esta editorial como las excelentes novelas de Graeme McRae.
Coda: dos despedidas y m¨¢s recomendaciones
No aprendemos, porque no se puede, a despedirnos de quienes se van demasiado pronto. Sin embargo, se les puede echar un poco menos en falta a trav¨¦s de los libros. Lean todo Alexis Ravelo, no se arrepentir¨¢n, y lean todo Domingo Villar. Si ya lo han hecho, no se pierdan el volumen que Siruela le dedica en colaboraci¨®n con el Congreso de Novela y Cine Negro de Universidad de Salamanca. Se titula Domingo Villar, artesano de la palabra. Y est¨¢ lleno de buenos textos de gente que lo quer¨ªa y acompa?ado de las ilustraciones de Carlos Baonza.
En los ¨²ltimos meses, han salido algunas rarezas en las fronteras del g¨¦nero. Aqu¨ª analic¨¦ dos de ellas, que pueden servir de postre a este men¨² negro-criminal.
Tambi¨¦n hicimos un ejercicio parecido a este antes de Semana Santa. Sus t¨ªtulos siguen siendo igual de recomendables. ??A leer!!
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