Nada nuevo bajo el sol de ¡®Oppenheimer¡¯
El previsible triunfo del ¡®blockbuster¡¯ de autor de Christopher Nolan cumple el guion de una gala aburrida y de un palmar¨¦s que debi¨® premiar a Lily Gladstone
La ceremonia de los Oscar llega precedida de tantas galas durante la as¨ª llamada ¡°temporada de premios¡± que cuesta llevarse una sorpresa cuando llega el momento de la verdad. Tanto, que solo el n¨²mero musical de l¡¯m Just Ken de Ryan Gosling o la gracia innata de Robert Downey Jr. consiguieron imprimir un poco de ¨¦pica y nervio al aburrimiento que tom¨® por asalto el escenario. El ¨²nico Oscar que caus¨® asombro fue el m¨¢s re?ido seg¨²n las encuestas, el de mejor actriz. Acab¨® en manos de Emma Stone por Pobres criaturas, que arrebat¨® a Lily Gladstone el galard¨®n que hubiese resarcido el injustificable vac¨ªo hacia la pel¨ªcula de Martin Scorsese Los asesinos de la luna.
Emma Stone recibe su segundo Oscar a Mejor Actriz y se le rompe el vestido al subir a recogerlo #Oscars2024 https://t.co/BYxrlLX888 pic.twitter.com/SRIYgcSfb4
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El largo historial de ninguneo al cineasta neoyorquino se remonta a Taxi Driver y recorre toda su carrera. No solo eso: el rimbombante histrionismo de Stone en la pel¨ªcula de Yorgos Lanthimos tiene un brillo demasiado t¨¦cnico frente al misterioso estoicismo con el que Gladstone construye un personaje que lo dice todo con lo m¨ªnimo. De paso, tambi¨¦n se hubiese reconocido la compleja ruta hacia la pantalla de las nativas americanas, un camino inaugurado hace m¨¢s de un siglo, cuando Minnie Provost interpret¨® junto a Roscoe Fatty Arbuckle la comedia de Mack Sennett Fatty y Minnie He-Haw (1914).
El gran protagonista de la noche fue Christopher Nolan y el triunfo de su intensa y grandilocuente concepci¨®n del cine en un momento de enormes incertidumbres. El reconocimiento al londinense, un firme defensor de la sala de cine y de la textura del celuloide frente al digital, lleg¨® gracias a la oscura epopeya de Oppenheimer, sobre el padre de la bomba at¨®mica, que narra el auge y ca¨ªda de un f¨ªsico atormentado por la dimensi¨®n monstruosa de su creaci¨®n, alguien que pas¨® de Dios a paria bajo las garras del macartismo.
El nuevo rey del blockbuster de autor es un cineasta capaz de despertar sentimientos encontrados pero al que no se le puede negar su capacidad para ser a la vez mainstream y de culto. La solemne y envolvente Oppenheimer no llega a la altura de sus mejores pel¨ªculas (El caballero oscuro, Interstellar) pero tiene el m¨¦rito de saber convertir un asunto tan arduo y complejo en un filme que ha logrado una refrescante comuni¨®n entre cr¨ªtica y p¨²blico.
Oppenheimer, como record¨® en la gala el propio Nolan, se cimienta sobre un terreno documental firme: la biograf¨ªa de casi mil p¨¢ginas y tres d¨¦cadas de trabajo Prometeo americano; el triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, de Kai Bird y Martin Sherwin. Ese importante asidero ha permitido a Nolan nadar por aguas seguras a la hora de abordar la vida de un personaje tan profundamente contradictorio y escurridizo. El principal inter¨¦s del cineasta es trasladar al espectador el dilema moral de un hombre que fue incapaz de digerir las consecuencias de su siniestro invento pero que tampoco supo frenar su propio ego mientras lo creaba. Al director le interesaba menos el horror de la bomba que el juego diab¨®lico de los halcones de Washington que la lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki.
Cillian Murphy al ganar en los #Oscars2024: ¡°Estamos viviendo en el mundo creado por Oppenheimer. Quiero dedicar esto a la gente que hace la paz en todos lados¡± https://t.co/BYxrlLX888 pic.twitter.com/HVbSFMKDUw
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A estas alturas, parece innegable que Nolan sabe extraer oro de sus int¨¦rpretes. Apostar por el actor irland¨¦s Cillian Murphy, un viejo c¨®mplice del cineasta, era arriesgado, pero el Oscar a Murphy confirma el ¨¦xito de su decisi¨®n. La ambigua fragilidad del actor, sus ojos extra?amente desorbitados, se han apoderado de un personaje hist¨®rico que de una manera fatal nos habla desde un presente que se hizo especialmente patente gracias al Oscar al documental 20 d¨ªas en Mari¨²pol y al discurso contra la ¡°deshumanizaci¨®n¡± que pronunci¨® otro brit¨¢nico, Jonathan Glazer, al recoger su Oscar a la mejor pel¨ªcula internacional por su visi¨®n de la rutina de una familia nazi junto al muro de Auschwitz en La zona de inter¨¦s. ¡°Estamos aqu¨ª como hombres que nos negamos a que nuestro juda¨ªsmo y el Holocausto sean apropiados por una ocupaci¨®n que ha llevado al conflicto a tantos inocentes¡±, dijo Glazer, que ley¨® un texto que arranc¨® las l¨¢grimas desconsoladas de la alemana Sandra H¨¹ller, la actriz del a?o, premien a quien premien. El logro de Justine Triet y Arhur Harari con Anatom¨ªa de una ca¨ªda (mejor guion original) y el de Glazer (sonido y pel¨ªcula internacional) demuestran la imparable descentralizaci¨®n de Hollywood y el auge de las voces perif¨¦ricas.
Jonathan Glazer compara su 'La zona de inter¨¦s' con la guerra en Gaza: "Somos hombres que rechazan que nuestra condici¨®n de jud¨ªos y el Holocausto sean apropiados por una ocupaci¨®n que ha llevado a estar en conflicto a tantos inocentes" #Oscars2024 https://t.co/BYxrlLX888 pic.twitter.com/yD3rWh8UPu
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El llanto de H¨¹ller solo fue comparable al de Paul Giamatti (el inolvidable protagonista de Los que se quedan) ante el discurso de superaci¨®n personal de su compa?era de reparto Da¡¯Vine Joy Randolph por su Oscar a la mejor actriz secundaria. Ocurri¨® en el arranque de una gala en la que el cine m¨¢s modesto encontr¨® eco en un aliado imprevisto: el director y guionista de American Fiction, Cord Jefferson, quien, con el Oscar al mejor guion adaptado en la mano, record¨® que el relevo generacional de Hollywood nunca cuajar¨¢ hasta que no vuelvan las pel¨ªculas m¨¢s peque?as y baratas.
Babelia
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