Celtic Manor: riesgo, recompensa y tradici¨®n en la Ryder Cup
El primer campo de la historia dise?ado espec¨ªficamente para el enfrentamiento entre EE UU y Europa ofrece hoyos espectaculares y emocionantes y responde al sue?o de un hombre con historia
Cuando el multimillonario gal¨¦s Therry Matthews, que en aquel momento no sab¨ªa nada de golf, pregunt¨® a sus asesores cu¨¢l era el mayor evento de ese deporte que pod¨ªa albergar el campo que hab¨ªa decidido construir en el mismo lugar donde estuvo el hospital en que naci¨®, sus colaboradores le contestaron que, posiblemente, el torneo ideal ser¨ªa un Open Brit¨¢nico, pero que al no ser un links (campo pegado a la costa) era complicado. ?Qu¨¦ entonces? Insisti¨® un Matthews que no es conocido por dejarse vencer a la primera. Una Ryder Cup, le contestaron.
Muchos a?os y millones de euros despu¨¦s, el Twenty Ten (2010) de Celtic Manor acoge desde ma?ana la Ryder Cup y se convierte en el primer campo dise?ado espec¨ªficamente para el evento. ?Qu¨¦ significa esto? Pues que los 18 hoyos del recorrido ofrecen la mezcla perfecta de riesgo y recompensa, de obst¨¢culos de agua y pares cuatro a los que se llega de un golpe que tanto favorecen el espect¨¢culo en los formatos en los que se juega esta competici¨®n.
Abierto en julio de 2007, el Twenty Ten tiene nueve hoyos dise?ados por Robert Trent Jones y otros nueve que pertenec¨ªan al campo de Wentwodd Hills y que han sido intensamente remodelados. El resultado: 18 hoyos par 71 que transcurren por el Usk Valley y con una longitud de 7.378 yardas (6.746 metros) con el agua presente en la mitad del lo hoyos. Un dato sobre las cifras que implica un proyecto de estas dimensiones: hay 2.500 toneladas de arena en los b¨²nkers del circuito, a 30 libras la tonelada da un resultado de 87.000 euros s¨®lo en arena para los obst¨¢culos.
Tres puntos calientes
Acusado por los estadounidenses de adaptar el campo a las necesidades de su equipo, el capit¨¢n europeo Colin Montgomery analiza las claves de un campo que ha visto crecer y mejorar. Monty apunta un momento clave: el tramo que va entre los hoyos 12 y 14, incluidos, y donde considera que se van a decidir muchos partidos. El 12 es un par cuatro con agua a los dos lados y un approach cuesta arriba. El 13 es un par tres "muy bueno y peligroso", seg¨²n el capit¨¢n en el que quedarse en el green es esencial porque los dos b¨²nkers que hay detr¨¢s han sido redise?ados para ser m¨¢s profundos y penalizar m¨¢s. Tambi¨¦n se ha hecho lo mismo en los de los hoyos 7, 10, 12, 15 y 18. El 14 es un par cuatro de 443 metros con agua a los dos lados. Antes se pod¨ªa sobrevolar el agua y acortar de frente, pero un nuevo tee m¨¢s atrasado lo hace demasiado arriesgado, lo que llevar¨¢ a muchos jugadores, sobre todo a los menos pegadores en los fourballs y foursomes, a tirar a la izquierda y dejarse un segundo golpe a green largo.
No son los ¨²nicos puntos calientes del campo. Monty apunta a un primer momento de tensi¨®n: el par tres con agua a la izquierda en el hoyo tres. El capit¨¢n estar¨¢ en este hoyo "para dar consejos a los jugadores si lo necesitan" porque, despu¨¦s de los nervios de los dos primeros hoyos, "ya no hay excusas". Otro, un hoyo 11 a cuyo green muchos jugadores pueden llegar de dos golpes pero con trampa: Montgomery ha trabajado con los dise?adores y el director Jim McKenzie para hacer el green mucho m¨¢s peque?o .
El para¨ªso del espectador
El campo est¨¢ dise?ado para ser un para¨ªso para el espectador. Los hoyos 16 y 17 tienen much¨ªsimo espacio para que los aficionados disfruten pero es el 18 el que m¨¢s p¨²blico va a concentrar en sus gradas naturales. De nuevo entramos en la idea de arriesgar y ser recompensado tan habitual del match play y de este campo en particular. Se trata de un par 5 de 526 metros. Si se juega con el tee adelantado, el green se puede alcanzar de dos golpes y es una buena ocasi¨®n para un eagle que puede cambiar un partido. Ahora, los peligros son tremendos: agua frente al greeen y, sobre todo, dos b¨²nkers grandes y profundos desde los que, en determinadas posiciones de bandera la misi¨®n es imposible.
?Van a disfrutar los jugadores con este campo? Imposible, "no hay tiempo, solo quieres que tu partido termine lo antes posible", sentencia el capit¨¢n europeo. Ahora, para el fan que tenga la suerte de ir y para el que se quede en casa es una maravilla. Que lo disfruten.
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