Europa devuelve el golpe en una jornada maratoniana de Ryder
Tras un inicio titubeante que permiti¨® a EE UU ir por delante, el equipo europeo remonta, completa dos horas m¨¢gicas de puro golf y afronta la jornada de ma?ana con la batalla psicol¨®gica ganada
Salvados por la campana, o m¨¢s bien por la noche, han debido de pensar los estadounidenses al final de la segunda y maratoniana jornada de la Ryder Cup que se celebra en Gales despu¨¦s de la exhibici¨®n de buen juego y esp¨ªritu de equipo que ha dado el equipo europeo en las dos ¨²ltimas horas del d¨ªa. Una jornada marcada por un cambio obligado de horario, despu¨¦s de la suspensi¨®n de siete horas de ayer, y de formato para comprimir los partidos e impedir que esta sea la primera Ryder que acaba un lunes. Estos cambios han convertido el d¨ªa en una prueba de resistencia, en un marat¨®n y un duro examen para los cuerpos y las mentes de 24 golfistas.
EE UU ha empezado muy bien y ha completado una actuaci¨®n sobria para imponerse por 6-4 al final de los partidos aplazados del primer d¨ªa y los 6 foursome (golpes alternativos entre los jugadores de un mismo equipo con una sola bola) del segundo d¨ªa. Con una gran eficacia en los greenes, que es donde se gana una Ryder, con Stewart Cink demostrando por qu¨¦ es el ¨²nico de la historia de la competici¨®n que ha sido elegido tres veces a dedo por el capit¨¢n, un sorprendente y jovenc¨ªsimo Rickie Fowler y un Steve Stricker que ha llevado en volandas a Tiger Woods para ganar sus dos primeros partidos, EE UU se las promet¨ªa felices.
En el lado europeo ocurr¨ªa todo lo contrario. McIlrroy, que a sus 21 a?os debutaba en la Ryder y del que se espera que ejerza ya de l¨ªder dada su calidad, ha arrancado un magn¨ªfico medio punto en el primer partido con un putt antol¨®gico en el 17, pero ha fallado en ese mismo hoyo en el siguiente partido y ¨¦l y su compa?ero Graeme McDowell han sucumbido ante Cink, que ha metido putts desde todas las distancias, y Kuchar. S¨®lo Luke Donald, un Ian Poulter siempre dispuesto pero irregular y un Lee Westwood que ha sabido asumir los galones de l¨ªder sacaban la cabeza por el equipo europeo. Caso alarmante el de Padraig Harrington, la elecci¨®n m¨¢s pol¨¦mica del capit¨¢n Colin Montgomery, que ha debido tener a los editores de la prensa sensacionalista brit¨¢nica ideando titulares a cada cual m¨¢s da?ino contra el capit¨¢n del equipo europeo durante todas las horas en las que el irland¨¦s ha bagado por el campo sin conseguir ni un solo birdie.
Pero entonces ha obrado un cambio cuyas causas no se pueden atribuir a nada en concreto y que puede que tenga m¨¢s que ver con el esp¨ªritu de equipo, la mentalidad fuerte y el ¨¢nimo de un p¨²blico excepcional. Con un tiempo espectacular, sol incluido, que hac¨ªa que pareciese que est¨¢bamos en otro pa¨ªs, en otro mundo distinto al de ayer, los europeos se han rehecho en las dos horas finales del d¨ªa y se han ido a descansar con los seis partidos en juego (habr¨¢ que terminarlos ma?ana por la ma?ana en otra jornada interminable) dominados.
Westwood y Donald sacan cuatro hoyos de ventaja a Stricker (o el doble de Stricker porque el original se ha esfumado) y Tiger, que, desaparecido su compa?ero, no ten¨ªa en qui¨¦n apoyarse para disimular esas carencias que sufre ¨²ltimamente. En un momento, se ha pasado de una imagen con el n¨²mero uno del mundo cabizbajo y solo, con su compatriota a lo suyo, a otra en la que Harrington, ya recuperado y agarr¨¢ndose al campo como acostumbra, y Fisher se ayudaban a leer la l¨ªnea de un putt. Dos formas de entender la vida y el golf.
Con la resurrecci¨®n del irland¨¦s, la recuperaci¨®n de Peter Hanson y Miguel ?ngel Jim¨¦nez, que dominan por dos a los aguerridos y desacarados debutantes Overton y Watson, tras haber sufrido un repaso a manos de Tiger y compa?¨ªa y con el d¨²o de norirlandeses tres arriba en su partido contra Mahan y Z. Johnson, otros dos perros de presa, la fiesta se ha vuelto europea, a la que tambi¨¦n est¨¢n invitados los dos hermanos Molinari, que tambi¨¦n marchan por delante y con la moral alta tras el varapalo inicial.
Aunque el partido m¨¢s adelantado est¨¢ en el hoyo nueve y, sin duda, el descanso servir¨¢ para que los golfistas estadounidenses se recompongan, el marcador proyectado de seguir as¨ª las cosas es de 10-6 para Europa. Sin embargo, queda mucho, mucho por hacer. En un domingo que rompe con la tradici¨®n de jugar s¨®lo los individuales para que d¨¦ tiempo a todo y que dar¨¢ comienzo alrededor de las nueve de la ma?ana para alargarse hasta las 20.00, cualquier cosa puede pasar. Y si no, que se lo digan a Corey Pavin, capit¨¢n del equipo estadounidense, hombre aparentemente inmutable pero que no ha podido evitar una mueca de preocupaci¨®n cuando se ha dado cuenta de la que se le estaba viniendo encima.
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